Murcia Cartagena Totana
near Espinardo, Murcia (España)
Viewed 97 times, downloaded 5 times
Trail photos
Itinerary description
Primer día de tres rodando por la Región de Murcia.
En esta ocasión salimos del hotel Campanile, y usando carriles bici y algo de callejeo alcanzamos el río Segura y su sardina, una escultura con chorro por la boca. Hoy no funcionaba. Una breve visita a los enormes ficus del jardín de Floridablanca, una parada para desayunar y para adelante. Salimos por las vías del AVE hasta girar a la derecha, buscando la carretera que sube al puerto del Garruchal. Muy transitada por ciclistas, y también bastantes coches... la subida tiene su miga, pero al tran tran se va pasando poco a poco. En lo alto del puerto hay un bar restaurante, en esta ocasión no hubo parada.
La ruta enfila las huertas del campo de Cartagena, principalmente por pistas asfaltadas, alguna sin asfaltar y algo de arcén también. En Torre Pacheco han restaurado un molino de vela latina y desplegable. Curioso. Vamos rodeados de huertos de lechugas, alcachofas, escarolas, y en los invernaderos se adivinan tomates, pimientos... por si fuera poco, muchisimo limonero.
Al fin llegamos a Cartagena, pasando por su estación de tren y el castillo de San José. Y la visita al puerto es obligada. En el puerto conviven yates, buques de guerra, pesqueros, mercantes, club de remo, y hasta un submarino en dique seco. 2200 años de historia rondan por aquí... pero la ruta no se hace sola. Y usando unos carriles bici discontinuos salimos de Cartagena, buscando un supermercado para llenar el buche. Ya comidos, en seguida alcanzamos la vía verde del campo de Cartagena, que nos va a dejar en Totana.
El trazado es bastante sencillo, con firme a veces de albero, o gravilla, algo de asfalto, mientras se gana altura muy suavemente, primero entre huertas y más tarde entre olivos y viñedos. Un par de rodeos, uno conocido para esquivar unas fábricas, y otro por sorpresa para evitar una finca en fumigación, rompen la aparente monotonía del suave trazado ferroviario.
Murcia es casi sinónimo de secarral, pero justo este día nos caen dos chaparrones, cortos pero intensos. No hay mucho árbol por el trazado, ni en las áreas de descanso, y encima nos toca pasar por un trecho de barro botijero. Toca bajarse a quitar el exceso de barro de las ruedas. Y hablando de agua: la que bebemos es embotellada. La del grifo está puaggggg...
Tras haber quitado el exceso de barro ya se ve Totana a lo lejos. Y más allá Sierra Espuña, a la que nos vamos a enfrentar mañana. Pero antes: lavar las bicis buscando una gasolinera, y tomar un merecido descanso. Ha sido una ruta bastante larga, pero llevadera.
En esta ocasión salimos del hotel Campanile, y usando carriles bici y algo de callejeo alcanzamos el río Segura y su sardina, una escultura con chorro por la boca. Hoy no funcionaba. Una breve visita a los enormes ficus del jardín de Floridablanca, una parada para desayunar y para adelante. Salimos por las vías del AVE hasta girar a la derecha, buscando la carretera que sube al puerto del Garruchal. Muy transitada por ciclistas, y también bastantes coches... la subida tiene su miga, pero al tran tran se va pasando poco a poco. En lo alto del puerto hay un bar restaurante, en esta ocasión no hubo parada.
La ruta enfila las huertas del campo de Cartagena, principalmente por pistas asfaltadas, alguna sin asfaltar y algo de arcén también. En Torre Pacheco han restaurado un molino de vela latina y desplegable. Curioso. Vamos rodeados de huertos de lechugas, alcachofas, escarolas, y en los invernaderos se adivinan tomates, pimientos... por si fuera poco, muchisimo limonero.
Al fin llegamos a Cartagena, pasando por su estación de tren y el castillo de San José. Y la visita al puerto es obligada. En el puerto conviven yates, buques de guerra, pesqueros, mercantes, club de remo, y hasta un submarino en dique seco. 2200 años de historia rondan por aquí... pero la ruta no se hace sola. Y usando unos carriles bici discontinuos salimos de Cartagena, buscando un supermercado para llenar el buche. Ya comidos, en seguida alcanzamos la vía verde del campo de Cartagena, que nos va a dejar en Totana.
El trazado es bastante sencillo, con firme a veces de albero, o gravilla, algo de asfalto, mientras se gana altura muy suavemente, primero entre huertas y más tarde entre olivos y viñedos. Un par de rodeos, uno conocido para esquivar unas fábricas, y otro por sorpresa para evitar una finca en fumigación, rompen la aparente monotonía del suave trazado ferroviario.
Murcia es casi sinónimo de secarral, pero justo este día nos caen dos chaparrones, cortos pero intensos. No hay mucho árbol por el trazado, ni en las áreas de descanso, y encima nos toca pasar por un trecho de barro botijero. Toca bajarse a quitar el exceso de barro de las ruedas. Y hablando de agua: la que bebemos es embotellada. La del grifo está puaggggg...
Tras haber quitado el exceso de barro ya se ve Totana a lo lejos. Y más allá Sierra Espuña, a la que nos vamos a enfrentar mañana. Pero antes: lavar las bicis buscando una gasolinera, y tomar un merecido descanso. Ha sido una ruta bastante larga, pero llevadera.
Waypoints
Flora
166 ft
Jardín Floridablanca
Enormes los ficus https://www.turismodemurcia.es/es/jardin-de-floridablanca
Intersection
627 ft
Desvío por fumigación
Hay una finca cerrada con un letrero de desvío por fumigación. Ojala no sea fumigación permanente. El desvío no es muy largo, aunque podría haber problemas por el barro
You can add a comment or review this trail
Comments