Nerpio. Fuentes y árboles. Plantón del Covacho. Fuente del Taibilla. Solana de los Covachos. Pedro Andrés.

Desde la localidad de Nerpio salimos en dirección Oeste hacia el barranco de Aliagosa y, antes de seguir el barranco, nos vamos a la derecha por una pista siguiendo las indicaciones del Plantón del Covacho, los restos de un nogal centenario y monumental que hubo en este lugar. A lo que queda del tronco y ramas le han colocado una protección de tejado que poco le beneficia. Pero ahí está, para asombro de paseantes.
Volvemos por donde se vino y seguimos el Barranco de Aliagosa por una pista destruida por el agua que la hace inciclable. Después de este tramo, unos 300 m, la pista vuelve a ser excelente y subiendo durante 9 km por el Barranco llegamos a La Aliagosa, pequeña aldea.
Continuamos subiendo, cerca de encinas centenarias, hasta el caserío de Montañez con sus nogales generosos y llegamos a una bifurcación; a la izquierda seguimos hacia le Fuente Prado de la Yeguas con su ejemplar de Tejo y los cortados verticales del roquedo calcáreo. Como la pista se acaba enseguida y se convierte en sendero imposible para seguir en la bici, desmontamos y bajamos a pie por un sendero muy abrupto con vegetación espinosa de la que deja marcas. Volvemos a por las bicis y subimos hasta la bifurcación.
Ahora nos vamos a la derecha, en dirección Norte, bajando por una buena pista hasta llegar a la Fuente del Taibilla, una zona de nogales en la que surge el agua clara del que luego será el río de ese nombre. Con el bidón lleno de agua buena seguimos bajando hacia la Solana de los Covachos, un yacimiento arqueológico con pinturas de arte rupestre levantino en un desplome calcáreo que está protegido del vandalismo de los bárbaros por verjas importantes. Hay que venir a verlo en visita concertada.
Un poco más abajo hay otra fuente bajo los nogales.
Se pasa por el Cortijo de la Noguera y se llega a Pedro Andrés, pequeña población con museo que hoy está cerrado. Una buena fuente nos repara.
Desde aquí hay un gran panorama con el Castillo de Taibilla dominando la llanura y vigilando el estrecho por el que discurre la carretera solitaria que nos devuelve a Nerpio.
Es una corta ruta matinal memorable, hecha con el mapa y poca información, que en sucesivas ediciones será muy mejorada.