Nerpio Pura Vida!!. Track BTT 2015 + embalse del Taibilla. Paisajes asombrosos, Disfrute extremo. Rutón Indispensable¡¡
near El Peñón, Castilla-La Mancha (España)
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Itinerary description
Nerpio es un precioso pueblecito de la provincia de Albacete que para los de la capital y la zona norte de la provincia es quizás uno de los más desconocidos. No es de extrañar pues se encuentra realmente lejos de la capital y en zona montañosa, por lo que aunque hoy en día las carreteras mucho han mejorado, el viaje pasa de las dos horas.
En cualquier caso recomiendo a todo el mundo que vaya a visitarlo, quizás en otoño, donde las hojas de las nogueras y de los chopos tapizan sus valles y le dan un encanto especial.
Muy cerca tenemos el pantano del Taibilla, con uno de los dos aliviaderos en Morning Glory que tenemos en nuestro país. Se trata sencillamente de un gran sumidero en el pantano de forma que cuando el agua llega al nivel de desborde…pues desborda, de forma natural sin necesidad de compuertas. El pantano es visita obligada e incluso seguir sus canales posteriores hasta la presa de toma etc.
Tierra propicia para el ciclismo de montaña, con sierra joven que continúa siendo erosionada con fuerza por las lluvias. No faltan torrenteras que se llevan las sendas y que cambian poco a poco el terreno. Subidas duras, bajadas sueltas, sendas preciosas y preciosos valles nos encontraremos en esta etapa que paso a comentar en detalle.
Salgo de las casas rurales de la confederación hidrográfica del Taibilla y bajo a la presa con vista privilegiada del aliviadero. Continuo bordeando el pantano, con un par de repechos en asfalto. Bandada de patos a la que despierto y salen “corriendo” sobre el agua lejos de la orilla, bordeo la cola del pantano con vistas preciosas de los chopos dejando caer sus hojas al agua.
Cruzamos la carretera y entramos en montaña, con subida por camino viejo sin duda poco frecuentado. Aquí hemos enlazado con el track de la BTT de Nerpio que es el que voy a seguir desde ahora solo con el cambio de salir y llegar a las casas rurales del pantano. Pronto encuentro la primera senda a la izquierda, divertida con buenos toboganes. Me deja en la Rambla del Arroyo Blanco. Aquí tenderemos que buscar el paso del río en función de su caudal y seguir pequeña senda al otro lado. Al final de la senda, de nuevo paso con imaginación y subida por senda y posterior camino. Veremos la pequeña aldea de Bojadillas y me salgo del camino siguiendo una senda muy difuminada. No es parte del track del circuito y no merece la pena, mejor seguir el camino.
Seguimos subiendo para cruzar un camino rural y afrontamos una buena cuesta en dos partes, hasta la casa y seguimos a la izquierda. Fuerza y equilibrio, sobre todo tras la casa. Estamos en zona de pino y monte bajo, con algúna noguera salpicando el camino. Llegamos a una zona de cultivos de almendros en terrazas y una senda que trascurre entre dos sustratos rocosos que forman una V. Muy bonita senda de bajada que luego es de tierra y nos lleva a una valla con giro a la izquierda y pequeño y encajonado valle. Seguimos a la derecha cruzando una valla rota que seguimos por senda estrecha entre pinos.
Pasamos frente al camping de Cueva Aroca y veremos el monte reflejado en su piscina. Preciosa foto.
Seguimos la senda pasando algunas vallas que están rotas a nuestro paso y cruzando pequeñas torrenteras abruptas con mucha erosión para llegar a la fuente del pino. Bonito rinconcito con fauna que se refresca en un pequeño manantial. Pinos, algún abeto y alguna noguera.
Buen tramo de senda llana para disfrutar de la sierra, con algún sube-baja y algo de piedra suelta, pero sin complicación y llegamos a la bajada, donde tenemos camino y un par de puertas que debemos pasar y cerrar a nuestro paso para evitar que el ganado se nos coma el monte. Bonita balsa donde de nuevo se refleja el monte y finca con muchas nogueras que le dan un tono ocre muy cálido al paisaje.
Salimos a un camino rural que no tardamos en deja a la izquierda para subir de nuevo por montaña. Pasamos frente a un punto limpio que tiene pinta de que no ha ido nadie a visitarlo ni el día de la inauguración, y salimos a pista que subiremos tirando de riñones y disfrutando del paisaje.
Llegamos a una confluencia de caminos por la que pasaremos de nuevo dentro de un rato. Debemos buscar una senda entre pinos, no bajar por el camino que se ve a la derecha, pues este lo subiremos más tarde.
La senda sale frente a nosotros y es una delicia, rápida con pequeños toboganes , limpia y entre pinos. Salimos al camino, pero nosotros seguiremos serpenteando fuera de este camino y buscando sendas. En la primera curva cerrada a izquierdas debemos buscar senda arenosa de entrada algo complicada y con buena pendiente, que luego se embosca y resulta muy divertida. Cruza de nuevo el camino por zona con regueros y sigue paralela rápida y limpia. Un disfrute.
Enlaza con el camino que seguiremos hasta poco antes de una bonita casa amarilla. Camino de bajada a la izquierda que nos baja al valle del camino de la fuente y que no podemos pasarnos, lo que viene es un disfrute para los sentidos. Nos adentramos en paisaje de vereda, con sus chopos, sus juncos y sus zarzas, salpicado de pinos y nogueras que le dan unos contrastes entre verdes, ocres y algún fruto rojo muy bonitos. La senda bája rápido en un principio y después serpentea junto al río e incluso lo cruza en un vadeo con tablas. Después tenemos un precioso rinconcito con una casa de piedra que descansa bajo el paraguas de grandes castaños, a la orilla del rio y junto al camino. Espectacular.
Llegamos a Nerpio con algunos rincones bonitos de bajada al rio, la fuente de la “capra hispánica” y el puente del Arroyo Acedas.
Mientras estaba pensando en sacar el bocata y acercarme al bar con terraza que hay bajo unas grandes nogueras en lo que fue un antiguo molino, veo salir del bar a la familia, que casualmente estaban desayunando en el bar. Me uno a ellos en la primera ocasión que tengo de almorzar a media ruta con la familia. Todo un lujo.
Me despido de mis padres, mi hijo y mis tíos y sigo ruta que me lleva a subir por el camino que he ido cruzando con la senda de bajada. Disfruto de las vistas al valle del camino de la fuente y de una curiosa roca en equilibrio que se alza sobre atalaya rocosa junto al camino. Tras un rato de subida llevo a la confluencia de caminos y sigo recto. Dejo el camino por la izquierda y sigo subiendo ahora por camino y después por senda. Pasaré de los 1330 metros de altitud y comienzo senda de bajada por zona de monte bajo con grandes vistas. Enlazo con aquel camino que pasaba junto al punto limpio y tras cruzar la carretera llego a un mirador. Parada obligatoria para hacer un par de fotos, y tomo senda que sale a la izquierda del mirador. Solo con asomarse la senda promete y no me equivoco porque se trata de la senda más técnica de todo el recorrido, que forma parte de “la ruta del zarzalar” muy frecuentada por senderistas y gracias a los cuales se mantiene la senda. En su tramo más alto tenemos algunos pasos rocosos no demasiado complejos, pero donde tener cuidado y disfrutar a partes iguales. Después y tras una valla abierta tenemos el paraje conocido como “La cuesta colorá” nombre inequívoco solo con ver el color de la tierra arcillosa que el agua quiere llevar se y de no ser por los refuerzos y las protecciones que se han colocado, poco quedaría de la senda en esta zona. Aún estamos en la zona alta del valle, con el río Taibilla esculpiendo el fondo y rodeando una gran pared rocosa que queda a la izquierda. Las hileras de chopos de la base se levantan verticales como pinceladas otoñales escapando de lo más profundo del valle. Será imposible no parar cada pocos metros a disfrutar del paisaje y del rumor del agua. Solo hemos descendido 120 metros y de nuevo estamos en la carretera de la que salimos junto al mirador, pero mucho más abajo. Rodeamos una casa y seguimos senda en dirección a ese imponente picacho rocoso que surge del valle franqueado cual soldados por los chopos vestidos de otoño.
Cruzamos terrazas de almendros y nogueras, enamorados de los colores, con el húmedo suelo tapizado de hierba y hojas secas.
La senda se encajona y nos deja junto a una acequia que canaliza el agua del Taibilla. Llegamos justo en una confluencia de canales, con un ramal que elevado cruza el rio y otro que baja y sigue el cauce en dirección al pantano. Tras unos minutos de contemplación de este espacio y de disfrute de su frescor y sonidos, sigo camino siguiendo la línea de chopos. Mis ruedas rumorean calmas la una con la otra, felices de transitar sobre fresca hierba cubierta por hojas, cansadas tras la paliza de las rocas precedentes, pero siempre fieles a mi marcha. No tardo en llegar al cortijo del Tovarico donde tengo un puente y cruzo al margen izquierdo del río. Quizás sea un error puesto que unos metros mas adelante tengo un profundo vadeo del río que en épocas húmedas quizás sea demasiado profundo. En el puente parecía que tenemos camino por la margen derecha y quizás lo mejor sea regresar y comprobarlo. Yo me meto en el río mojando un poco las zapatillas, lo que me anima a seguir hasta la cola del pantano, donde enlazo con la carretera que lo bordea y hago el camino opuesto de esta mañana, de nuevo con un par de repechos de subida para cruzar por la presa del pantano y dar lo poco que le queda a mis piernas en la subida final a las casas rurales del Taibilla.
¡Pura Vida¡
En cualquier caso recomiendo a todo el mundo que vaya a visitarlo, quizás en otoño, donde las hojas de las nogueras y de los chopos tapizan sus valles y le dan un encanto especial.
Muy cerca tenemos el pantano del Taibilla, con uno de los dos aliviaderos en Morning Glory que tenemos en nuestro país. Se trata sencillamente de un gran sumidero en el pantano de forma que cuando el agua llega al nivel de desborde…pues desborda, de forma natural sin necesidad de compuertas. El pantano es visita obligada e incluso seguir sus canales posteriores hasta la presa de toma etc.
Tierra propicia para el ciclismo de montaña, con sierra joven que continúa siendo erosionada con fuerza por las lluvias. No faltan torrenteras que se llevan las sendas y que cambian poco a poco el terreno. Subidas duras, bajadas sueltas, sendas preciosas y preciosos valles nos encontraremos en esta etapa que paso a comentar en detalle.
Salgo de las casas rurales de la confederación hidrográfica del Taibilla y bajo a la presa con vista privilegiada del aliviadero. Continuo bordeando el pantano, con un par de repechos en asfalto. Bandada de patos a la que despierto y salen “corriendo” sobre el agua lejos de la orilla, bordeo la cola del pantano con vistas preciosas de los chopos dejando caer sus hojas al agua.
Cruzamos la carretera y entramos en montaña, con subida por camino viejo sin duda poco frecuentado. Aquí hemos enlazado con el track de la BTT de Nerpio que es el que voy a seguir desde ahora solo con el cambio de salir y llegar a las casas rurales del pantano. Pronto encuentro la primera senda a la izquierda, divertida con buenos toboganes. Me deja en la Rambla del Arroyo Blanco. Aquí tenderemos que buscar el paso del río en función de su caudal y seguir pequeña senda al otro lado. Al final de la senda, de nuevo paso con imaginación y subida por senda y posterior camino. Veremos la pequeña aldea de Bojadillas y me salgo del camino siguiendo una senda muy difuminada. No es parte del track del circuito y no merece la pena, mejor seguir el camino.
Seguimos subiendo para cruzar un camino rural y afrontamos una buena cuesta en dos partes, hasta la casa y seguimos a la izquierda. Fuerza y equilibrio, sobre todo tras la casa. Estamos en zona de pino y monte bajo, con algúna noguera salpicando el camino. Llegamos a una zona de cultivos de almendros en terrazas y una senda que trascurre entre dos sustratos rocosos que forman una V. Muy bonita senda de bajada que luego es de tierra y nos lleva a una valla con giro a la izquierda y pequeño y encajonado valle. Seguimos a la derecha cruzando una valla rota que seguimos por senda estrecha entre pinos.
Pasamos frente al camping de Cueva Aroca y veremos el monte reflejado en su piscina. Preciosa foto.
Seguimos la senda pasando algunas vallas que están rotas a nuestro paso y cruzando pequeñas torrenteras abruptas con mucha erosión para llegar a la fuente del pino. Bonito rinconcito con fauna que se refresca en un pequeño manantial. Pinos, algún abeto y alguna noguera.
Buen tramo de senda llana para disfrutar de la sierra, con algún sube-baja y algo de piedra suelta, pero sin complicación y llegamos a la bajada, donde tenemos camino y un par de puertas que debemos pasar y cerrar a nuestro paso para evitar que el ganado se nos coma el monte. Bonita balsa donde de nuevo se refleja el monte y finca con muchas nogueras que le dan un tono ocre muy cálido al paisaje.
Salimos a un camino rural que no tardamos en deja a la izquierda para subir de nuevo por montaña. Pasamos frente a un punto limpio que tiene pinta de que no ha ido nadie a visitarlo ni el día de la inauguración, y salimos a pista que subiremos tirando de riñones y disfrutando del paisaje.
Llegamos a una confluencia de caminos por la que pasaremos de nuevo dentro de un rato. Debemos buscar una senda entre pinos, no bajar por el camino que se ve a la derecha, pues este lo subiremos más tarde.
La senda sale frente a nosotros y es una delicia, rápida con pequeños toboganes , limpia y entre pinos. Salimos al camino, pero nosotros seguiremos serpenteando fuera de este camino y buscando sendas. En la primera curva cerrada a izquierdas debemos buscar senda arenosa de entrada algo complicada y con buena pendiente, que luego se embosca y resulta muy divertida. Cruza de nuevo el camino por zona con regueros y sigue paralela rápida y limpia. Un disfrute.
Enlaza con el camino que seguiremos hasta poco antes de una bonita casa amarilla. Camino de bajada a la izquierda que nos baja al valle del camino de la fuente y que no podemos pasarnos, lo que viene es un disfrute para los sentidos. Nos adentramos en paisaje de vereda, con sus chopos, sus juncos y sus zarzas, salpicado de pinos y nogueras que le dan unos contrastes entre verdes, ocres y algún fruto rojo muy bonitos. La senda bája rápido en un principio y después serpentea junto al río e incluso lo cruza en un vadeo con tablas. Después tenemos un precioso rinconcito con una casa de piedra que descansa bajo el paraguas de grandes castaños, a la orilla del rio y junto al camino. Espectacular.
Llegamos a Nerpio con algunos rincones bonitos de bajada al rio, la fuente de la “capra hispánica” y el puente del Arroyo Acedas.
Mientras estaba pensando en sacar el bocata y acercarme al bar con terraza que hay bajo unas grandes nogueras en lo que fue un antiguo molino, veo salir del bar a la familia, que casualmente estaban desayunando en el bar. Me uno a ellos en la primera ocasión que tengo de almorzar a media ruta con la familia. Todo un lujo.
Me despido de mis padres, mi hijo y mis tíos y sigo ruta que me lleva a subir por el camino que he ido cruzando con la senda de bajada. Disfruto de las vistas al valle del camino de la fuente y de una curiosa roca en equilibrio que se alza sobre atalaya rocosa junto al camino. Tras un rato de subida llevo a la confluencia de caminos y sigo recto. Dejo el camino por la izquierda y sigo subiendo ahora por camino y después por senda. Pasaré de los 1330 metros de altitud y comienzo senda de bajada por zona de monte bajo con grandes vistas. Enlazo con aquel camino que pasaba junto al punto limpio y tras cruzar la carretera llego a un mirador. Parada obligatoria para hacer un par de fotos, y tomo senda que sale a la izquierda del mirador. Solo con asomarse la senda promete y no me equivoco porque se trata de la senda más técnica de todo el recorrido, que forma parte de “la ruta del zarzalar” muy frecuentada por senderistas y gracias a los cuales se mantiene la senda. En su tramo más alto tenemos algunos pasos rocosos no demasiado complejos, pero donde tener cuidado y disfrutar a partes iguales. Después y tras una valla abierta tenemos el paraje conocido como “La cuesta colorá” nombre inequívoco solo con ver el color de la tierra arcillosa que el agua quiere llevar se y de no ser por los refuerzos y las protecciones que se han colocado, poco quedaría de la senda en esta zona. Aún estamos en la zona alta del valle, con el río Taibilla esculpiendo el fondo y rodeando una gran pared rocosa que queda a la izquierda. Las hileras de chopos de la base se levantan verticales como pinceladas otoñales escapando de lo más profundo del valle. Será imposible no parar cada pocos metros a disfrutar del paisaje y del rumor del agua. Solo hemos descendido 120 metros y de nuevo estamos en la carretera de la que salimos junto al mirador, pero mucho más abajo. Rodeamos una casa y seguimos senda en dirección a ese imponente picacho rocoso que surge del valle franqueado cual soldados por los chopos vestidos de otoño.
Cruzamos terrazas de almendros y nogueras, enamorados de los colores, con el húmedo suelo tapizado de hierba y hojas secas.
La senda se encajona y nos deja junto a una acequia que canaliza el agua del Taibilla. Llegamos justo en una confluencia de canales, con un ramal que elevado cruza el rio y otro que baja y sigue el cauce en dirección al pantano. Tras unos minutos de contemplación de este espacio y de disfrute de su frescor y sonidos, sigo camino siguiendo la línea de chopos. Mis ruedas rumorean calmas la una con la otra, felices de transitar sobre fresca hierba cubierta por hojas, cansadas tras la paliza de las rocas precedentes, pero siempre fieles a mi marcha. No tardo en llegar al cortijo del Tovarico donde tengo un puente y cruzo al margen izquierdo del río. Quizás sea un error puesto que unos metros mas adelante tengo un profundo vadeo del río que en épocas húmedas quizás sea demasiado profundo. En el puente parecía que tenemos camino por la margen derecha y quizás lo mejor sea regresar y comprobarlo. Yo me meto en el río mojando un poco las zapatillas, lo que me anima a seguir hasta la cola del pantano, donde enlazo con la carretera que lo bordea y hago el camino opuesto de esta mañana, de nuevo con un par de repechos de subida para cruzar por la presa del pantano y dar lo poco que le queda a mis piernas en la subida final a las casas rurales del Taibilla.
¡Pura Vida¡
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3,169 ft
Badeo del río con mucho caudal ¡¡
Nerpio
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