Noez-Totanés-Menasalbas-Navahermosa-Corral de Cantos-Noez

Menuda rutita para empezar la temporada invernal de bici. Mi compañero de fatigas “humito” me engaña como quiere, me dice que vamos a hacer el Corral de Cantos desde Noez, que no es mucho…. uff. Ya la habíamos hecho anteriormente, pero desde Navahermosa y me resultó bastante dura, es verdad también que en esa época estaba en peor forma. Pues nada le dije que sí, que últimamente me he vuelto bastante fácil y nunca le digo que no a nada, así me pasa luego… 
Empezamos desde Noez y todo el camino hasta Navahermosa muy bien, casi todo llano, o eso me pareció a mí, porque a la vuelta, o alguien inclinó los caminos o yo iba demasiado cansado…
Desde Navahermosa coges la carretera que sube a la ermita de la Milagra y una vez que la pasas, te desvías a izquierda y tomas el camino de subida da Corral de Cantos, la primera parte hasta las señales no está mal, pero a partir de las señales es donde empieza el Rock & Roll, yo empecé a subir a mi ritmo, sabiendo que mi compañero me iba a dejar tirado como siempre y no fui subiendo mal, solo en una curva me tuve que bajar un momento de la bici porque no podía con el desnivel, es en estos momentos es donde echas en falta algo más de desarrollo en el monoplato. Bueno la subida pues es interminable, cuando parece que estás llegando, otra curva y más camino, madre mía, se hace de rogar, así que después de no sé cuántos kilómetros subiendo, y un último tramo de fuerte desnivel para terminar bien, llegas a la cima del Corral de Cantos. La verdad es que el esfuerzo merece la pena porque las vistas son impresionantes.
Después de hacer las fotos de rigor, nos bajamos que además hacía bastante viento, y te quedabas helado, bajada muy divertida sobre todo con la doble, aunque hay que tener cuidado con tanta piedra suelta. Una vez que llegamos a Menasalvas empezó el calvario para mí, resulta que desde Menasalvas hasta Totanés es todo subida, es verdad que no tiene mucha pendiente pero mantenida todo el camino, y con el reventón que llevaba no daba mucho de mí ya, ni con geles ni nada y además hubo un momento que nos desviamos teniendo que volver a subir un tramo extra, vaya tela, y mi compañero tan fresco esperándome todo el rato. Así que como en tantas otras ocasiones no me quedó más que apretar el culo y darle. Ya el tramo que va desde Totanés hasta Noez, aunque va por carretera, tenía más desnivel, y ya no sabía ni como pedalear, de vez en cuando me ponía de pie e iba dejando caer las piernas para avanzar, uff, que largo se me hizo. Pero llegamos, y muy contento de haber podido terminar un ruta tan dura, hace unos años ni me lo habría planteado con tan poco entrenamiento.