Ruta Prehistoria '23 (Larga)

Salimos desde el Parque Príncipe Felipe de Montehermoso y cruzamos la carretera en dirección a la Ermita de San Bartolomé. Una vez pasada la edificación religiosa, vamos por un camino para entrar a la Dehesa Boyal de Montehermoso y, de ésta, enlazamos con la dehesa de Guijo de Galisteo. Antes de llegar a dicha localidad pasamos el segundo cruce y seguimos por la dehesa, por el Camino de Peralbillo, donde, ahora sí, entramos a Guijo de Galisteo. Vamos por los exteriores en dirección a la Iglesia de San Pedro, donde pasamos el tercer cruce, junto a los colegios. Aquí llega un pequeño tramo entre olivares para salir al Camino de Coria, el cual no tardaremos mucho en abandonar a través de un camino cuyo puente cruza el Arroyo Grande y otro más que hace lo propio con el Arroyo de Maribella. Más adelante, una vez pasado el tramo de olivares, tomamos un cruce que baja por el Camino de la Cumbre, terreno favorable hasta el siguiente desvío, el Camino de Morcillo, donde nos aguardan rampas casi hasta la llegada a Guijo de Coria. Poco antes del mencionado pueblo, el cuarto cruce y un quinto justo al cruzar "El Lago" de la localidad. Seguimos por terreno más o menos favorable hasta el Camino de la Parca de Coria. En este punto da comienzo una zona incómoda, sobre todo por su pavimento pedregoso y que pica un poco para arriba. Pasado este tramo, tomamos otro desvío en dirección a la Laguna del Sapo, terreno cómodo hasta el avituallamiento. Justo al cruzar la laguna, el sexto de los cruces, el que va por el Camino del Zanco, terreno de constantes subidas y bajadas hasta el cruce siete. Casi un par de kilómetros para ciclar por una zona sombría que cruza el Arroyo de Pedroso. Seguimos en terreno sube y baja hasta Villanueva de la Sierra, donde se ubica el octavo de los cruces. Ahora toca subir un tramo por la Sierra de Dios Padre hasta la llegada a Pozuelo de Zarzón. Pasamos el noveno de los cruces y vamos un trecho por el Camino de la Lapa. Constante sube y baja hasta el pueblo de Aceituna. Aquí llegamos al décimo cruce. Ahora toca bajar y llanear un poco, hasta el cruce número once de la ruta, el que sale a la Presa de San Marcos. Apenas unos metros y nos metemos a la Calleja del Pato, casi tres kilómetros con algunos tramos técnicos antes de salir al último de los cruces, el duodécimo, ubicado junto a la Ermita de San Antonio. Ya casi hemos llegado, tan solo resta un tramo de veredas entre viñedos y entramos a las calles de Montehermoso y al lugar del inicio de la ruta.