ORBEA MONEGROS 2022. BTT contra viento y marea

A pesar de la climatología, gran día de ciclismo el vivido el 23 de abril de 2022.
Teniendo en cuenta que la organización es maravillosa, sumado a que es una prueba que todo el mundo llevamos a cabo en buena compañía, podemos olvidar otro tipo de condicionantes como el tiempo, que fue regulero, aunque no tanto como se creía. Explico cómo fue la carrera y al final unos consejos.

Desarrollo de la maratón larga:
En primer lugar, aclarar que hicimos el recorrido entre amigos (me lió para hacerla un compañero de la mili) e íbamos sin pretensiones de hacer buen tiempo, sino queriendo disfrutar del día. Así, la salida ya nos la tomamos con calma, sin prisa, llegando al cajón 3 justos de tiempo, con lo cual, salimos en la parte de atrás. La salida es maravillosa, entre los aplausos de la gente de Sariñena, con sus calles abarrotadas, te hace sentir como un ciclista del Tour de Francia! (esto vuelve a suceder cuando pasas por otros pueblos como Albalatillo o Valfarta). Los primeros kilómetros a la marcha: no se podía correr mucho porque íbamos mucha gente junta y, sobre todo, porque había llovido bien durante la semana previa y en el primer tramo había un buen número de charcos que había que ir sorteando... ¡demasiados kilómetros por delante si te caes a la primera de cambio!
Esos primeros kilómetros que se rueda junto a las huertas y el río Alcanadre, pasando también por Albalatillo, son muy llevaderos, llanos, aunque de caminos algo arcillosos.

A continuación giramos hacia el Este, dejando a nuestra izquierda los pueblos de Sena y Villanueva de Sigena, panteón real aragonés. Allí, en el kilómetro 30, paramos ya en el primer avituallamiento (por tanto, como sucede en todos los avituallamientos, aglomeración de bicis y gente, aunque hay bastante gente atendiendo y va todo rápido).

Poco después (km. 34) nos esperaba la subida a Piedrafita, que no tiene nada del otro mundo, pues el piso estaba en buen estado y las pendientes no son exigentes.
Llegamos arriba llevando 43 kilómetros.
Los siguientes 17 kms. en su mayoría son bajada. Nosotros optamos por ponernos ropa y fue de agradecer porque hacía fresquito.
Tras pasar la A2 por debajo se llega a Peñalba, donde nos esperaba el avituallamiento grande, muy concurrido. A partir de ahí, girando ya hacia el Norte y el Noroeste comenzó el tramo más duro de la prueba, con varios kilómetros en lucha contra el cierzo y... un buen tormentón que nos cayó entre los kilómetros 81 y 84. El tiempo estaba tan cambiante que 5 minutos antes de caer el chaparrón estuve a punto de parar para quitarme el chubasquero por el calor que pasaba.

Km. 88: nueva parada y fonda en el avituallamiento de Castejón de Monegros para coger fuerzas y afrontar el tramo final, que destaca por el paisaje espectacular, desértico, monegrino puro, de Jubierre. Rápido descenso hasta la Ermita de San Miguel donde se sitúa el último punto de avituallamiento. A partir de aquí volvimos a pasar junto a las huertas y el río Alcanadre para volver a Sariñena, pisando asfalto en los últimos 3/4 kilómetros y, de nuevo, acompañados por la lluvia, así como para hacer más épica la llegada;-).

Consejos para novatos:
Aunque era mi primer año he visto algunas cosas y otras me han ido comentando, como por ejemplo: no es necesario entrenarla en exceso porque el recorrido es muy llevadero, sin rampas exigentes, sin sendas, ni rollos raros. Ahora bien, al menos hacer tiradas largas cuando se acerque la prueba (80/90 kms.), para que se acostumbre el cuerpo a las horas de bici (sobre todo, el culo).

Si queréis hacer un buen tiempo llegad pronto al cajón asignado (1 hora antes de la salida al menos) y, por otro lado, plantead la carrera para hacerla solos o con los menos compañeros de viaje posibles, que en todo caso tienen que ir a un ritmo muy similar al vuestro. Ojo porque también es muy probable despistarse de la grupeta con tanta gente que te acompaña durante todo el recorrido. Como ya he dicho, nosotros íbamos a otro rollo, pasando del crono, parando en todos los avituallamientos. Es otra manera de disfrutar de la Orbea Monegros. Y lo cierto es que a pesar de dos caídas, lo hemos pasado en grande.

No es necesario cargar mucha agua ni provisiones, pues hay avituallamientos en los kilómetros 30, 60, 88 y 100. En ellos encontraréis bebidas isotónicas, fruta, dulces, bocatas, taller (abarrotado) y puesto de socorros por si ha habido algún percance, como ha sido nuestro caso.

Me cuentan que es imprescindible la braga para años que sean "normales" porque se traga mucho polvo.

La organización es de 10, pero pensad que son muchos ciclistas. Por tanto, mi consejo es que organicéis todo con tiempo. Hay que llegar con antelación a Sariñena, y aún con todo, se aparca donde buenamente se puede, pues mucha gente ya va el día de antes y los parking se ponen a petar.

Al acabar hay lavadero de bicis, un lugar donde comer algo caliente, servicio de parking de bicis (vigilado), fisio y varios puntos para ducharse.

En definitiva, una experiencia muy guapa. Para repetir!