P.N. CABO DE GATA-NÍJAR. Carboneras- Agua Amarga- Cala San Pedro- Las Negras

Salida de Carboneras por la línea de costa. Pasada la Central Térmica se sube un buen repecho por asfalto hasta un cruce. En él tomamos una carreterilla que en fuerte subida gana la Mesa Roldán. En lo alto el vértice geodésico y las impresionantes vistas de la costa, desde Garrucha al norte hasta San José al sur. De vuelta a la carretera rápido entramos en Agua Amarga. Aquí tomamos una pista que pronto se convierte en senda para caminantes. Un rato de bicitrecking para ganar el alto, desde donde, ahora sí, montados, rodamos hasta entrar en la Cala de Enmedio. Se deshace luego un tramo y por senda ciclable muy divertida a la Cala del Plomo, con su espectacular oasis de palmeras y campos cultivados.
Mención aparte merece el tramo de Cala del Plomo a Cala San Pedro. Una senda muy dura en potente subida para ganar un desnivel de 250 metros. Con la bici a cuestas sí o sí, necesaria la cámara de fotos y las canciones para atemperar el ánimo... Una vez en lo alto, tramos ciclables por terreno pedregoso y roto, para llegar por fin al Barranco de San Pedro. La bajada a la Cala con la burra a la espalda por senda revirada casi vertical! ¡Cuidadín, cuidadín!!!
Ya en la Cala visitamos el bar pirata, el castillo, y el manantial de agua. Las fotos de rigor y pronto nos aprestamos a seguir ruta. Un primer tramo de empujin y luego por senda ciclable volcada al acantilado para acabar saliendo a una explanada donde los guiris dejan sus coches. Aquí nace una pista bien ancha que rápido nos mete en Las Negras. Gran ambiente en este bonito pueblo de pescadores. Buscamos cobijo en el estupendo Bar Toresano, donde nos preparan unos bocatas de chorizo riquísimos, remojados con cerveza que sabe a gloria. La salida de Las Negras por asfalto siempre en subida hasta el Alto de Hortichuelas. Luego caemos rápido al pueblo de Fernán Pérez. Aquí tomamos una carreterilla hacia Levante y, con el viento a la espalda y en suave caída, ganamos kilómetros con rapidez. En un cruce seguimos rectos por pistas anchas para de últimas entrar en la Vía Verde de Lucainena. Al tiempo salimos a asfalto rumbo a la ya cercana Carboneras, no sin antes tomar un desvío para asomarnos al mirador de la Playa de los Muertos. Una vez en el pueblo entramos en el fabuloso Bar Felipe, donde nos reponemos del esfuerzo a base de chocolate y churros (imprescindible).