pantano del Alsa

Ruta hacia el pantano del Alsa, con salida desde Aes con dirección a Los Corrales de Buelna, para luego ir en dirección a Bárcena de Pie de Concha y ahí aprovisionarnos de comida y bebida.
Nada más empezar la ruta, nuestro compañero Alberto, en un intento de hacer un caballito con su bici, el caballo se desboco, y le tiro de su sillín, provocándole dolores en el costado, y al resto unas risas.
Una vez aprovisionados, nos dirigimos hacia el pantano del Alsa, la subida es bastante cómoda, asfaltada y con una pendiente bastante asumible, si no fuera por el día de calor que ha hecho, una vez en el pantano, a 100m de nuestro destino como punto de recuperación, se rompe la cadena de la bici, nada que no solucione un troncha-cadenas, jeje.
Después del percance, seguimos monte arriba, con el fin de coronar la montaña, para así, cruzar al otro lado del valle con destino a Luena.
Mientras nos dedicamos a subir, a nuestro compañero Javi, le pega el bajón, o bien dicho, una pájara, a 500m de nuestra partida, nos encontramos ante una duda sobre qué camino coger, que nos lo resuelve un chico en moto, después de aclararnos, seguimos la ruta por el camino indicado, y no suficiente con que le dé una pájara a Javi, decide caerse de la bici en una subida de grijo, después de recuperarse de la caída, seguimos la ruta, una vez llegamos a la cumbre, seguimos por unas pistas de tierra y piedras revueltas, mientras hacemos un descenso, Javi, insistente, vuelve a caerse de la bici, golpeándose en la rodilla.
Proseguimos con nuestro descenso, sin un rumbo concreto, y tan incierto fue, que en el descenso, el grupo se disolvió y nos separamos sin conseguir encontrarnos hasta llegar a Luena, en el bar Casa Ramón. Durante el descenso, Javi y Alberto tomaron una pista que no logro encontrar, yo mientras espero respuestas de mis compañeros, me decido por tomar un camino incierto por fincas y pistas que no hay bien marcadas, con la consecuencia de pinchar la bici, una vez todos reunidos, me entero que Alberto y Cueros también han pichado.
Una vez tomado unas cañas para recuperarnos, proseguimos Javi y yo el camino hacia casa, con la gran suerte que Alberto, llegando antes que nosotros al coche, decide volver a buscarnos y llegarnos a nuestro destino, y la verdad, menos mal.
En conclusión, la ruta fue muy bonita, pero el no saber el camino y el día de altas temperaturas hizo que nos resultara un día de infierno!!!!