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Páramo Simancas, 700m de desnivel acumulados en 40Km

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Trail stats

Distance
32.26 mi
Elevation gain
2,208 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
2,208 ft
Max elevation
2,769 ft
TrailRank 
32
Min elevation
2,217 ft
Trail type
Loop
Time
2 hours 55 minutes
Coordinates
2258
Uploaded
August 29, 2022
Recorded
August 2022
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near Pinar de Antequera, Castilla y León (España)

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Itinerary description

Ruta planteada para acumular un desnivel máximo en poca distancia por las cuestas del páramo, con los requisitos no pasar por más una vez por el mismo sitio, que recorra una zona amplia, evitar asfalto al máximo y así resulte también una ruta interesante.

Contando llegada y salida desde Simancas se acumulan unos 700 metros de desnivel en unos 40Km, lo cual no está nada mal en tierras Vallisoletanas y al lado de la capital de provincia.

El track parte del Pinar de Antequera, junto a las piscinas de FASA, sirviendo la parte llana del Pinar para calentar y relajar a la vuelta, aunque se puede salir desde Valladolid mismo y llegar a Simancas por cualquier otra ruta.

Desnivel total acumulado en el track según el altímetro: 730 metros

La primera cuesta es la subida al páramo de Simancas. Desde el puente sobre el Pisuerga hasta lo alto del páramo hay un desnivel de 140 metros (en total será alguno más, por algún descanso hacia abajo que hay en la subida), de lo más que se puede conseguir en esta llana provincia. Para coger la cuesta cruzamos un túnel por debajo de la autovía más cómodo y con mucho menos tráfico que el principal, que además nos lleva a un camino en mal estado y con un tramo de pendiente muy fuerte que hará más interesante la subida. Esta cuesta será la más dura de toda la ruta, con pendientes continuadas por encima del 10% en todo su tramo final.

Tras recorrer un corto trozo de páramo, primera bajada, corta y por un caminito que (dependiendo de la época del año) puede estar semi-oculto por la vegetación. Desembocamos durante unos pocos metros en la carretera Geria-Robladillo y empieza la segunda cuesta del día: cómoda, buen firme, sin grandes pendientes y ¡con sombra! …una bendición a finales de agosto.

Atravesamos rápidamente el Páramo de la Loba y comienza la bajada hacia Robladillo: en esta época del año está un tanto arenosa, con lo que hay que tener algo de cuidado, sobre todo para no pasarse de frenada en el giro a la derecha que cogeremos pasado el primer y más empinado tramo de bajada.

En Robladillo tomamos una de varias cuestas que desde allí suben al páramo: la que bordea el pueblo por la izquierda. La pista la están ampliando para lo que parece la construcción de nuevos aerogeneradores, por lo que resulta un tanto feota. Sin una sola sombra, al principio es llevadera y justo al final algo más dura.

Nada más llegar arriba, giro de casi 180º y agradable y bonita bajada hacia Villán de Tordesillas, en donde iniciaremos una nueva subida al páramo.

La subida desde Villán al principio es muy suave, cosa que cambia en las curvas que hay justo al final. Pendientes muy fuertes y un tramo con cantos rodados realmente incómodo, pero que se pueden esquivar saliéndose un poco del camino a la derecha. A diferencia de la cuesta anterior, el paisaje resulta mucho más agradable, con pequeños pinos de repoblación, almendros, una caseta de adobe, curvas e incluso alguna sombra mínima de los almendros más veteranos.

Rápidamente zigzagueamos por el páramo y bajamos hacia Velliza. Bajada arenosa en algún punto, que nos puede pillar por sorpresa: mejor con cuidado.

En Velliza se puede parar en la fuente del lavadero a reponer fuerzas y agua. Es un bonito lugar que merece la visita, y que incluso a finales de agosto de este terrible verano de 2022 mana agua fresca de las entrañas del mismo páramo. Atravesamos Velliza por la Plaza de los Celtas Cortos en dirección a la Ermita de la Virgen de Perales en donde un cartel prohíbe el paso diciendo que no se harán responsables de “lo que pueda pasar”. Mucho nos tememos que la ermita conoció tiempos mejores.

Tras dejar a un lado la susodicha ermita, comienza la siguiente cuesta. Camino en mal estado y con fuertes pendientes (10% y más) se hace dura… pero es corta, a fin de cuentas.

Atravesamos de nuevo rápidamente un brazo de páramo hasta la bajada a Matilla de los Caños, ancha y con firme en buen estado, bajada rápida para disfrutar, con hermosas y amplias vistas hacia la zona de Tordesillas.

Los Caños de la fuente de Matilla no parecen tener la misma suerte que la fuente de Velliza y están secos… Desde Matilla salimos un corto tramo por carretera sin tráfico para tomar un camino un tanto rompepiernas que atraviesa la ondulada zona entre Matilla y los cerros a los que nos encaminamos.

Poco a poco vamos cogiendo altura, entre polvo, sudor y puro sol castellano. No hay sombra alguna ni se la espera. Lo más parecido a un árbol son las torres de alta tensión. Esto se va haciendo duro. Tras un giro de 90º a la izquierda, el último tramo nos espera con pendiente máxima en torno 15%, suelo arenoso y apenas la sombra de algún pino al final para poder respirar.

Pero la recompensa merece la pena: el cerro que atravesamos (“Páramo del Valcuevo” según el mapa) está cultivado de cereal, pero con las laderas repobladas de pino y con amplias vistas hacia toda la Tierra de Pinares y más allá, distinguiéndose perfectamente las montañas del Sistema Central en días medianamente claros.

Bajamos del cerro por un caminito con mucha pendiente y en mal estado, es el único tramo con algo de complejidad técnica (mínima) de la ruta, pero tampoco presenta problemas yendo tranquilo. Alcanzamos la carretera entre Velilla y Geria, bajamos un tramo, salimos de la carretera y volvemos a los ondulados caminos de la zona de Geria.

Bordeando Geria por las piscinas, subimos otro corto repecho con su correspondiente bajada y, antes de llegar a Simancas por la zona del silo, la subida al Cerro de la Muñeca, durilla pero corta, como penúltima subida del día.

Para rematar la ruta y llegar a los 700m de desnivel acumulados, atravesamos Simancas subiendo y bajando por las calles del pueblo.

Ahora ya toca relajarse por llano, vuelta de nuevo por el Pinar o hasta donde se haya comenzado la ruta.

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