Paterna del madera Pura Vida¡¡ La lapidadora¡¡ Paterna, el encebrico, Pino Toril, toma del agua, el gollizo, y vuelta.

Etapa dura y técnica, en la que toca subir dos sendas andando.
La primera nada más empezar, de unos 150 metros de desnivel positivo, imposible hacerla sobre la bici. La segunda es la senda del Manojal que la hacemos de subida y son unos 350 metros de desnivel positivo, unos 50 minutos empujando la bici. Esta tiene algunas zonas que se pueden hacer sobre la bici, pero quema mucho y a excepción de los más fuertes, terminas haciéndola andando.
Si estas fuerte y no te importa empujar la bici cuesta arriba en senda, disfrutaras después de grandes bajadas, algunas con pasos técnicos, con algún tramo para hacer andando, otras como la senda de la toma del agua que te mantiene al límite de poner pié a tierra todo el tiempo, y otras como la de bajada del pino toril, o la que nos lleva al Gollizo, que son para dejarse llevar y disfrutar.
A las 8 nos juntamos Carlos, Juanto, Juancar y un servidor en Paterna para aprovechar la mañana y tomamos la carretera hasta el cruce Alcaraz-Riopar. Aquí sale el PR-24 que seguiremos casi toda la etapa.
Cruzamos el arroyo de Las Hoyas sobre piedras sin problemas y afrontamos la dura subida de la cuesta de La Cebera. No se puede hacer sobre la bici y tenemos fácil 150 metros de desnivel. Hay que tener calma y subir poco a poco disfrutando del paisaje. Llegamos a un bonito mirador rocoso desde donde tenemos unas vistas preciosas.
Senda de bajada a El Encebrico, separada por un camino. Se trata de una senda sencilla en su primera parte con un reguero al final tapado por la hierba que nos puede dar un susto si no vamos con cuidado. Tras cruzar el camino el reguero se pronuncia e incluso lo cruzamos, al final buscamos senda por la derecha y llegamos sin problemas a lo que queda del pueblo.
Un poco de subida y falso llano y hacemos la senda del Arroyo de Los Endrinales. Se trata de la típica senda de montaña con desnivel a la izquierda, firme de tierra con algunas rocas dispersar y pequeñas ondulaciones que siguen la falda de la montaña, bonita y llevadera menos en su parte central que tiene una bajada recta donde el agua ha dejado todo el terreno lavado y solo quedan las piedras sueltas y los regueros… lo prudente es bajarse.
Llegamos a la carreta cruzamos el Arroyo por un paso de palets y empezamos una preciosa subida al pino gordo del toril. La subida es exigente y con las zonas más inclinadas con piedra suelta, pero aquí los más duros y técnicos si podrán jugar a subir soltando solo algún pié puntual. La otra opción es sufrir un poco menos y disfrutar más de las jaras y los helechos que pueblan la zona, así como algunos cúmulos rocosos que le dan un bonito aspecto de bosque del norte a toda la zona.
Llegamos al pié del Pino Toril, un impresionante ejemplar de pino canario con un imponente tronco y cepellón de raíces, así como frondosas y grandes ramas que aportan sombra a un pequeño circo rocoso que en su día le sirvió de refugio para crecer y desarrollarse.
La senda de bajada es espectacular. Serpentea entre los pinos con el suelo tapizado de pinaza y salpicado de piñas. Se baja rápido y disfrutando, te quedas con ganas de más.
Seguimos camino y a la derecha sale la senda de la Toma de Agua, que nos baja al camping del mismo nombre.
Se trata de un disfrute de senda que te mantiene en muchos tramos al límite de poner el pié a tierra. Tiene algunos tramos de gran inclinación y con la consiguiente piedra, tierra suelta y regueros, pero aquellos con buena técnica y experiencia en esto del MTB de montaña, la van a disfrutar a tope. Tiene en su parte central una zona con alguna roca descarnada que tras las últimas lluvias se ha complicado un poco más y tuvimos que poner pié a tierra, y la parte final se trata de un camino de grava y piedras lavadas con regueros, por lo que hay que extremar precauciones para no clavarse en la grava y no meterse en los regueros. Trazar con suavidad y antelación. Uno termina esta senda con la sensación de orgullo y trabajo bien hecho golpeándole el pecho.
Llegamos al camping que nos sorprende encontrar cerrado en esta época y bajamos primero unas escaleras, cruzamos una valla por la puerta o rodeando la casa y después llegamos a la puerta principal por donde nos colamos por los mástiles de las banderas con la única intención de seguir nuestro camino.
Tenemos una fuente donde llenamos botes y buscamos un puente que nos cruza el rio y nos deja en camino y luego senda emboscada y preciosa.
Se trata de una suave senda de tierra que nos lleva en varios tramos hasta la aldea del Gollizo donde aprovechamos para comer unas barritas antes de subir la senda del Manojal.
Esta senda en su parte más baja es ciclable, pero poco a poco se hace más exigente y con las fuerzas ya mermadas cada vez se nos hace más difícil pasar las pequeños obstáculos, por lo que al final terminas empujando la bici y son 350 metros más o menos de ascensión positiva, con la parte final cada vez más inclinada y más suelta. Sin duda hay que pulir esta subida de regreso y buscar algún acceso hacia Crucetillas sin meter demasiados km. En cualquier caso la subida es preciosa y en la parte alta con unas vistas impresionantes con El Padroncillo al fondo. Alguna recompensa hay que buscar siempre.
Nos queda un poco de subida por pista en dirección al paraje de La Lagunilla y después bajada rápida (a más de 60 km por hora) por pista pasando por la Fuenfría, el desvío al Chorraeo, el Masegosillo y de nuevo la carretera que nos lleva a Paterna, donde nos esperan unas buenas cervezas y un arroz con bogavante de escándalo¡¡
Pura Vida¡¡