Pedaleando por las Playas de Águilas al Pozo del Esparto. Anthercas

Desde el aparcamiento de la Playa de Valdelentisco en Águilas, salgo pedaleando por la Historia, recorriendo las defensas costeras de Águilas; su litoral presenta relieves de costa accidentada y rocosa con profusión de calas y bahías; formaron parte de la Línea defensiva de la Base naval de Cartagena, plan de defensa estratégico, que abarcaba desde Águilas a Guardamar (Tebar, Purias, Paretón y Cantareros, Los Guiraos y el Puerto de La Cadena en la Sierra de Carrascoy), nos han quedado muestras tales como los bunkers de Matalentisco y Calarreona, playa con importante extensión de arena, que incluso formaba pequeñas dunas en los saladares contiguos. Un pequeño promontorio central en el que se asienta un albergue juvenil la divide en dos partes: La Cabaña y Las Tortugas.

Tengo que empujar la bici por un tramo arenoso; continuo por La Higuerica, tiene enfrente un pequeño islote rocoso de agudas aristas, conocido por los pescadores como “La Cama de los Novios” tradición por la que las amigas no casadas de la novia, deben hacer la cama con las sábanas especialmente elegidas para la noche de bodas (las casadas solo miran) en la creencia de atraerles buena suerte a la pareja.

Llego al Sendero de Cuatro Calas, un criptohumedal litoral protegido (LIC) en una zona deprimida de la Rambla de Cañada Brusca.
Muchas veces pedaleo por el Sendero Mediterráneo GR-92; desde Punta Parda diviso la Ensenada de los Tarays con la Playa de Las Palmeras, paradisiaco lugar para las autocaravanas; me acerco a Calacerrada o Los Cocedores, debido su morfología de media luna y a los antiguos cocedores de esparto, todavía se conservan en sus extremos; encajada entre un cabezo de color negro con rocas volcánicas y otro amarillo con restos de playas fósiles. Las balsas de cocer esparto, se han encontrado en la misma línea del litoral, fueron construidas entre los siglos XIX-XX. Antaño habitaron cocedores del esparto en sus cuevas de arenisca.

Pedaleando junto a la carretera me desvío hacia Isla Negra, con vistas del Castillo de Terreros, del siglo XVIII, perteneciente al sistema defensivo costero que puso en marcha Carlos III. En 1945 la batería de San Juan de los Terreros servía de puesto de observación a la guardia civil hasta los años 70; cruzo San Juan de Terreros, haciendo un tramo por su Paseo Marítimo abocado al Sendero de Los Nardos, conocido como “vara de San José” originaria de México, es una planta bulbosa con múltiples flores blancas o rosadas; pisteo por la Cañada Real de la Costa entrando por la Playa de Los Nardos en el Pozo del Esparto, dejando atrás su solitario Paseo Marítimo, me llego poco más allá de Cala Panizo e inicio el regreso tomando pista, sendero, carretera y carril bici en su final.

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