Piedrabuena-Castillejos-Casas del Río-Porzuna-Piedrabuena

Primera ruta con el grupo de "Los Dopaos" despues del parón veraniego, que este año se ha alargado mas de la cuenta. Según se va acercando el día de la ruta las previsiones de tiempo se van estropeando, cada vez con más frio y mas lluvia, lo que nos hace cambiar la ruta prevista a ultima hora, ya que inicialmente pensabamos hacer un recorrido por la ribera del Guadiana, que nos obligaba a varios vadeos, nada recomendables en días de frio y lluvia, asi que la noche antes decidimos el cambio a esta otra ruta, no muy distante de la anterior. En esta ocasión somos 7 los integrantes del grupo. Tras los saludos, rápido preparativo de las monturas, foto de rigor, y a rodar. Finalmente el día está mucho mejor de los esperado, soleado, sin viento y con una temperatura agradable. Los primeros kilómetros son bastante rodadores, por zonas de cultivos y olivar, hasta que entramos en la Finca Valcorchete por uno de esos caminos públicos donde, aunque no vimos a nadie, uno tiene la sensación de que nuestra presencia no es grata. Son apenas 4 Km, hasta que llegamos a las casas de los Castillejos. Desde aquí buscamos el camino que nos lleva a la ribera del Bullaque que seguimos hasta Las Casas del Rio. Allí hacemos un cambio de dirección para ir a buscar el Arroyo del Tejar, cuyo cauce seguiremos durante 7 Km., hasta alcanzar la Cañada Real Toledana, que seguimos, pasando por la Ermita de San Isidro, y Puerto de los Majales. Este es un tramo precioso, aunque eso si, muy predregoso y exigente, alternando tramos mas suaves con subidas y bajadas, cortas, pero muy explosivas. En el Km. 39,9 de nuestra ruta, abandonamos la Cañada Real Toledada (o Galiana) para volver a Piedrabuena por el camino de Valdepuercas. A estas horas el día se ha estropeado, se ha levantado un viento frio y molesto y además el cielo se ha cubierto de nubes, que incluso descargan algunas gotas sobre nosotros, pero ya casi estamos llegando. Hoy no nos vamos a mojar. Tras finalizar la ruta, damos cuenta del aperitivo con el que siempre nos obsequia Felix, mientras nos cambiamos y cargamos las bicicletas, para irnos a comer a Los Pucheros. A la comida se suma también Antonio, que no ha podido venir a la ruta. Ha sido otro día estupendo de bicicleta entre amigos.