Pobes-Salinas de Añana-Cantoblanco-Pobes

IBP 100

Ruta en solitario compuesta por dos partes muy distintas.

Salgo de Pobes por la carretera de Añana y pronto tomo el desvío a Caicedo-Sopeña, minúsculo concejo en donde muere el asfalto y nace una senda que, mayormente en ascenso, atraviesa la sierra de Turiso hasta alcanzar de nuevo el asfalto en Arreo, concejo aún más diminuto. Esta senda boscosa no ofrece grandes dificultades: dos o tres rampas de corte medio al salir de Caicedo y algún tramo de piedra suelta. Paso por la ermita de Santa Marina y tras salvar el monte Somo, la senda pilla ya perfil descendente.

Poco después de Arreo se abre a la derecha una pista también descendente que me lleva al Convento de San Juan de Acre y a la parte alta de Añana. Buenas vistas de las salinas tanto desde la pista como del mirador.

Tras un alto en Añana, salgo en busca del Cantoblanco y su cordal. Primero por la pista de Basquiñuelas (con el asfalto bastante destrozado) y luego ya por la senda que sube al Cantoblanco por el collado Altolimpio. Este primer tramo de ascenso es relativamente indoloro: un par de rampas de enjundia y las dificultades que en ocasiones presenta el piso de cantos como melones y con zonas rotas. Al pasar un portón para ganado el perfil se suaviza y hago cima en el collado con facilidad.

Conviene disfutar del panorama (sierra de Arkamo, monte Olmedo y demás) antes de atacar la cumbre del Cantoblanco, porque esperan dos tramos de rampones de primera (entre el 17 y el 22%) por una senda torrentera que te deja sin aliento y sin piernas. Muy duros: en el último acabo echando pie a tierra. Una vez arriba, descenso empinado y pedregoso hasta las cuestas de la Manzanera (duras pero no tanto) para luego enfilar un largo descenso downhillero de vuelta a Pobes por un sendero muy cambiante que recorre el cordal. A mí me van estos descensos, pero no son para todos los públicos.