-Por el Camino Mozárabe - Sendero del Fresnedoso - Azapiedra.

-Le tenía ganas a esta ruta, y así este sábado pasado, a las siete de la mañana,con la fresca, pusimos rumbo a Alcaracejos en busca del "Camino Mozárabe" que por allí se deja caer desde la capital en busca de Santiago de Compostela. Estaba el camino muy concurrido para estas fechas pues en él nos cruzamos primero con la Benemérita y más tarde con un peregrino descansando del viaje, al cual se le habían pegado las mantas (como aquí se dice) y aún permanecía enroscado en ellas. Nuestro paso debió sacarlo de su descanso, y allí quedó recogiendo su improvisado albergue. Nosotros, sin prisa pero sin pausa, seguíamos pedaleando, pues el "Lorenzo" empezaba ya a darnos en el cogote avisando de lo que sería el día. Llegamos al vado del Cuzna que a falta de agua nos presentaba sus guijarros pulidos, preludio de lo que sería la subida al otro lado de su cauce en busca del cortijo de la Hoyeriza.
-Cuando llegamos al citado cortijo, abandonamos el mozárabe y ponemos rumbo a la pista de IRIDA por un camino ya en mejores condiciones.Tocaba relajarse, que no parar. Y así pasaron los kilómetros hasta llegar de nuevo a las dificultades. Entramos en la sierra por el paraje de Matahermosas en busca de nuestro segundo objetivo, que no era otro que la senda del Arroyo Fresnedoso, para mi uno de los rincones con más encanto. Hasta llegar a ella tenemos unos metros donde la jara cierra la vereda, pero la recompensa supera a la dificultad. Todo cuesta y palos con gusto saben a almendras. Cruzamos el sendero que con sus sempiternas piedras arrastradas en su mayoría por los bichos del monte hacen que el biker en su pilotaje no pueda distraerse y le pase casi desapercibido el entorno. Merece la pena echar pie a tierra y pararse unos minutos.
-Una gozada.
(NOTA: Al pasar el sendero han alambrado unos doscientos metros de camino y tendremos que pasar por entre la jara hasta superar el tramo alambrado).
-Seguimos subiendo en busca ya de la pista que baja del Puerto del Oreganal, hasta dar con ella. Superada la subida y por la citada pista llegamos al camino que sube de Azapiedra, por él nos dejamos caer, un tramo bastante técnico nos espera, para luego relajarnos por completo en el resto de bajada pues el angosto camino acaba convirtiéndose en pista. Es nuestro tercer objetivo.
-Llega la hora del regreso y como tantas veces ya, lo hacemos por la pista de la Romera en busca de Villanueva.
-El sol ya aprieta.