Por la Alta Moraña
near Santo Tomé de Zabarcos, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Que a nadie se le ocurra ir en temporada de caza. Santo Tomé de Zabarcos puede ser un punto de partida como cualquier otro de la comarca. He dejado de lado bastantes lugares de interés que conviene visitar si no se conoce la zona.
Empezamos aprovechando la Cañada Leonesa Occidental, y nos internamos en la dehesa camino de Chamartín. Hay porteras, vacas, toros, perros, ovejas, todo menos jirafas, así que mucho cuidado. Para quien tenga interés y tiempo, dejamos cerca los Infiernos del Arevalillo, unas cárcavas singulares, y las canteras de la Serrada. El espectacular Castro de la Osera o Mesa de Miranda es para una mañana entera, aunque no aparezca en el track. También hay que entrar en Chamartín, al menos para ver el verraco. Por un corto trecho de la Cañada Soriana Occidental llegamos a Cillán, de donde sale la ruta de los Molinos, que es el tramo más complicado y exigente. Aunque hay que cargar con la bici en unos cuantos sitios, merece mucho la pena. Cruzamos el valle para llegar a Solana del Río Almar. Se puede subir al Cogote y disfrutar de un mirador excepcional. Cruzamos el monte por pistas y veredas, con puestos de caza, hasta llegar cerca de San Martín. Para subir a la ermita de San Miguel del Otero lo mejor es hacer asfalto y tomar la pista que nos lleva hasta un claro lleno de piedras, desde donde la veremos. La bajada a Brabos es vertiginosa. De allí a Santo Tomé son tres km.
Empezamos aprovechando la Cañada Leonesa Occidental, y nos internamos en la dehesa camino de Chamartín. Hay porteras, vacas, toros, perros, ovejas, todo menos jirafas, así que mucho cuidado. Para quien tenga interés y tiempo, dejamos cerca los Infiernos del Arevalillo, unas cárcavas singulares, y las canteras de la Serrada. El espectacular Castro de la Osera o Mesa de Miranda es para una mañana entera, aunque no aparezca en el track. También hay que entrar en Chamartín, al menos para ver el verraco. Por un corto trecho de la Cañada Soriana Occidental llegamos a Cillán, de donde sale la ruta de los Molinos, que es el tramo más complicado y exigente. Aunque hay que cargar con la bici en unos cuantos sitios, merece mucho la pena. Cruzamos el valle para llegar a Solana del Río Almar. Se puede subir al Cogote y disfrutar de un mirador excepcional. Cruzamos el monte por pistas y veredas, con puestos de caza, hasta llegar cerca de San Martín. Para subir a la ermita de San Miguel del Otero lo mejor es hacer asfalto y tomar la pista que nos lleva hasta un claro lleno de piedras, desde donde la veremos. La bajada a Brabos es vertiginosa. De allí a Santo Tomé son tres km.
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