-Por la Sierra de Sta. Eufemia al castillo de Madroñiz.

-En esta ocasión hemos querido llegar a Madroñiz surcando la Sierra de Santa Eufemia por una antigua carretera que unía esta población con la estación de Belacázar, hoy en día abandonada y casi derruida al igual que la mencionada carretera donde el tránsito de vehículos se reduce a aquellos que se dirigen a sus fincas pues en casi todo su trayecto el asfalto ha desaparecido y los baches, algunos de considerables dimensiones, son los incansables compañeros de fatigas. Llegando a la estación aparece el embalse de la Serena, que hasta aquí llegan sus aguas, hasta el mismo término municipal de El Viso.
-Rebasada la derruida estación seguimos nuestra marcha acompañando al Zújar aguas arriba hasta dar con el paso de hormigón por el que lo cruzaremos en busca ya del castillo donde si se nos permite la subida (nosotros siempre pedimos permiso a la persona que hay en el cortijo, ya que estamos en una propiedad privada) tomaremos nuestro refrigerio y admiraremos el fortín, eso sí por fuera pues permanece cerrado.
-Concluida la visita regresaremos esta vez buscando la mina de la Solana, abandonada ella y sellada su escombrera. La dejamos atrás y después de cruzar el río Guadamatilla llegaremos a la carretera que une Sta. Eufemia con Belalcázar, rodaremos por dicha carretera unos kilómetros en dirección a la población calabresa hasta llegar al camino que cruza el paraje de los Santiagos por el que regresaremos a casa. Nada mas tomar dicho camino tendremos que cruzar nuevamente el Guadamatilla, eso sí en esta ocasión para los amantes de la historia habrá recompensa, ya que aquí se encuentra el puente romano de Pellejeros, olvidado por todos. ¿Lo dejaremos desaparecer?.