Porzuna, El Trincheto y Las Rabinadas

Ruta exigente y que requiere tener experiencia con las trialeras.
Se empieza saliendo de Porzuna por una carretera secundaria hasta entrar en la sierra. Los paisajes son bellísimos, tanto que a veces dan miedo por su altitud, curvas en caminos altos...la adrenalina la he tenido a tope durante toda la ruta.
Tras un poquito llano, se empieza a subir la primera subida. Tiene piedrecillas, pero nada significantes, que junto al desnivel suave hace que subirla sea cómodo, aunque es larga y hacia el final se hace un poco dura. Tras bajarla, empieza lo complicado de la ruta y por lo que la califico de difícil. Aparecen de repente trialeras con piedras abundantes y sueltas que llegan hasta la segunda cima sin descanso. Esto frena coger velocidad y cansa bastante, especialmente llegando ya al pico, donde el desnivel sube de repente y las piedras siguen estando ahí. Requiere tener buena técnica. Yo he tenido que bajarme a empujar en este tramo. Lo único que me daba aliento era el aire lateral, me daba frescor y el olor de jara sumado con las vistas...me ayudaban a seguir hasta llegar arriba. Las vistas son tan magníficas en esta segunda subida, que me tenía que parar a menudo para hacer fotos... me dejaban embobada. La llanura que hay entre las dos subidas es también para flipar...te sientes pequeñita y rodeada por aquellas tierras como una intrusa por allí.
Ya en la segunda cima, me quedo allí un rato para disfrutar de lo que veo y empiezo a bajar. Hay que tener cuidado, porque aunque la bajada es bastante molona, siguen las trialeras allí y es bastante peligrosa por su alto desnivel en algunos tramos. Hay que ser muy prudente.
Cuando se termina de bajar, se vuelve a Porzuna por carretera secundaria de nuevo, pasando por El Trincheto y Las Rabinadas. Aquí ya por fin me he podido relajar hasta llegar a la meta. Ha sido una ruta exigente, pero chulísima a la vez.