Pozo Alcón, Nacimiento Río Guadalquivir, Cuerda del Rayal, Pasa Barbero, Barranco de La Osa, Pozo Alcón

BYC 186

Esta Sierra, aunque la visites con frecuencia, siempre encuentras algo nuevo, o diferente a la visita anterior.

A estas alturas no descubrimos nada nuevo si decimos que los escenarios que contemplamos, las panorámicas y el entorno por donde nos vemos, es excepcional.

Mis fieles colegas de aventuras serranas en btt han conocido otra zona nueva de la Sierra del Pozo - Cazorla.

Para ello desde Pozo Alcón (El Pozo para los serranos lugareños de esta zona) a primera hora por el carril de Hoya Humilde de inicio vamos llaneando para a continuación comenzar a bajar al Arroyo Morente que se convierte en el Río Turrillas. Vadeamos el Río y en la inmediaciones de las inmediaciones de las ruinas del Molino de Cuenca, ascendemos al Vial que desde la carretera C-323 da servicio a la Aldea de Cuenca.

Una vez en esta carretera, proseguimos por ella cuatro kilómetros hasta abandonarla a nuestra derecha por el carril principal JF 7092 al Nacimiento del Guadalquivir.

Pasaremos por el control de la Casa Forestal Los Chozouelas (dicho control, según cartel anunciador, se abre la barrera desde las 09 a 21h) y en leve ascenso llegaremos a la fuente de la Ponderosa. Desde aquí seguimos avanzando por el carril que discurre por la base del Calar de las Palomas, Poyos de Santo Domingo y Peña Flores hasta la Curva de los Vaqueros, donde abandonamos la pista principal para desviarnos hacia la Cañada de las Fuentes y la Tejeda milenaria, ascendiendo por un carril más perdido pero bien claro bajo la atenta "presencia" de la Cuerda de La Calera y Cerro de Don Pedro perteneciente a la Loma de Cagasebos.

Esta Loma (Cagasebos) es el primer escalón de la gran Cuerda del Rayal, o Cordel de Los Agrios, donde tenemos las cumbres de más elevación de la Sierra el Pozo - Cazorla.
Cerro Villalta (Aguilón del Loco), Peñón del Guante y el Rayal, rondan los 2000 m de altura junto con el Cabañas que los supera, son los máximos exponentes de la Sierra de Cazorla.

Conforme ascendemos, el carril que llevamos se va perdiendo para convertirse en Sendero entre grandes pinos laricios, autóctonos de esta Sierra hasta coronar en el Collado, en la cabecera de la Cañada de Las Fuentes. A partir de aquí el sendero Camino del Poyo de Las Palomas en descenso y con tramos bastante técnicos en la parte final, nos deja en la misma Cañada de Las Fuentes donde vive una de las maravillas de este Parque: La Tejeda milenaria, o los Tejos Milenarios. Muy recomendable acercarse a estos seres vivos que según los botánicos son los árboles más longevos de Europa y rondan entre ochocientos y mil años de vida.

Tras la recomendable visita, nos dejamos caer al otro lugar que no se debe pasar sin visitar, máxime con el excelente periodo hidrológico que hemos tenido: El nacimiento del Río grande de Andalucía, el río Guadalquivir (1).

El nacimiento tiene tanta agua, que no hemos podido acercarnos al manantial. A la ya de por sí gran surgencia que mana, está el agua, que le aporta procedente de la Cañada Las Fuentes.

Dejamos el Nacimiento para proseguir por la Pista JF-7093 dirección Cazorla. Esta Pista la abandonamos en el Puerto Lorente a nuestra izquierda por otra pista que faldea la Cuerda del Rayal, a los pies del Aguilón del Loco, Peñón del Guante y el Rayal por sus caras nortes.

Esta pista entra y sale en las cabeceras de los barrancos Bejar, Bocarizuelas, Cueva de Jaén, Arenales, y nacimiento del río Extremera. En los tramos que la vegetación deja un claro, si miramos a nuestra izquierda, la visión de la Cuerda del Rayal, es ¡¡¡BRUTAL!!!. y el Prao de La Nava, ¡¡¡espectacular, espectacular!!!. No lo es menos el Mirador de la Nava. Las panorámicas de Cazorla son bellísimas, y contemplar la belleza plástica de los buitres planeando los cielos desde el Collado Valiente, es sublime.

Conforme vamos bajando en dirección al Puerto de Tíscar, el cielo se está "enmarañando". Las nubes cada vez son más negras y al llegar a la fuente de Las Tres Pilas comienza a llover. La temperatura cada vez es más baja, el viento arrecia, el agua torna a granizo y el granizo ahora es nieve....sí, sí nos está nevando....

"Espeleríos" dando tiritones llegamos al Santuario de Tíscar con fuerte viento. Nos refugiamos en el bar a capear el temporal pues aunque ya no nieva, la lluvia arrecia.

Al calor del "hogar" tomamos algo para rehacernos mientras escampa, pero la lluvia persiste. El día no da tregua y optamos por si alguien va hacia Pozo Alcón para recoger un coche y organizarnos pero nadie va al Pozo. A Cazorla, a Quesada, a Peal.....nadie al Pozo.

Más de dos horas en el bar, así que al mal tiempo buena cara, unos cafés y otra vez en la peana con la idea de tragarnos 18 kilómetros de carretera con la mtb....

No llevamos ni un kilómetro, sale el sol, el cielo se despeja, los cuerpos entran en calor...

Retomamos el plan previsto de ruta y abandonamos la carretera a nuestra izquierda por el Sendero Belerda el Hornico (que era el plan de ruta) y hacia el Centro Forestal Fuente del Pino y Pasa Barbero. Precioso este tramo. Es ¡¡¡FANTÁSTICO!!! la angostura del sendero pasado el Barranco de la Canal hasta la unión con la Pista JF -7092 en las proximidades de la Fuente de La Ponderosa.

Continuamos brevemente por esta pista para continuar por Sendero Belerda el Hornico que comparte un buen tramo de otra pista que faldea el Calar de Las Palomas pasando por el Collado del Royo y del Gato.

El sendero abandona la pista que asciende a los Prados de Cuenca y el sendero (que también es una pista) baja al encuentro del Barranco de la Osa. Esta bajada es muy técnica, pero ¡¡¡¡IDÍLICA!!!!, es una pasada. La cantidad de verdor y vegetación es sublime.

Al final de La Osa, continuamos entre almendros por la pista del cortijo de la Hoyas en bajada nuevamente a Pozo Alcón.

(1):
El río Guadalquivir (del árabe الوادي_الكبير al-wādi al-kabīr, «el río grande»)1 es un río peninsular español.
Desde la antigüedad se ha situado su nacimiento en la sierra de Cazorla. Su cuenca hidrográfica abarca territorios de las provincias de Almería, Jaén, Córdoba, Sevilla, Huelva, Cádiz, Málaga, Granada, Murcia, Albacete, Ciudad Real y Badajoz.
Desemboca en el océano Atlántico en un amplio estuario entre Almonte (provincia de Huelva) y Sanlúcar de Barrameda (provincia de Cádiz). Entre Sevilla y el estuario, se sitúa una amplia zona húmeda: las marismas del Guadalquivir. Parte de estas marismas están dentro del Parque Nacional de Doñana.
Es el quinto río por longitud de la península ibérica. Tiene 657 km desde la sierra de Cazorla hasta Sanlúcar. En su recorrido por Andalucía de este a oeste, atraviesa ciudades como Andújar, Córdoba o Sevilla.
Desde la época pre-romana fue conocido como Baetis o Betis, y fue llamado por los árabes Wad al-Kibir a partir del siglo XI.
El primer nombre que adoptó el Guadalquivir fue Baetis o Baitis. Este nombre tiene un origen pre-romano incierto, y puede haberse formado a partir de una raíz céltica, ibérica o ligur. La raíz baet o baes estaba presente en España, Francia y Bélgica. A través de esta raíz se formaron topónimos, nombres de tribus y nombres de dioses. Entre estos términos estaban Baeturia, Baetulo, Baetera, Baetorix, Baetasii, Baesisceris, Baesadines, Basippo, Besilus, Besaro, Baesula, Baecila, Baesucci, Baesella, Baeserte, etc. De esa raíz vienen algunos topónimos actuales ampliamente conocidos como de Baeza, Béziers, Besós, Bailén, Besalú y Úbeda. Algunos estudios sostienen que los fenicios llamaron al río Betsi, que es una palabra cananea.
En torno al siglo VII antes de Cristo comenzaron a llegar navegantes griegos que lo llamaron río Tharsis, en referencia al reino de Tartessos.6 No obstante, los propios tartesios siguieron llamado Baetis a su río central. Los romanos conquistarían luego la región a los cartagineses y el nombre siguió siendo, sin modificación alguna, Baetis o Betis. Y, aunque el nombre siguió sin modificación desde la época pre-romana, algunos autores se refirieron al río con otros nombres, como Esteban de Bizancio, que lo llamó Perkes o Perci, o Tito Livio, que lo llamó Certis.
Aunque los árabes fueron relativamente respetuosos con los nombres locales, cuando se estableció la capital en Córdoba el río fue llamado Nahr Qurtuba (río de Córdoba) desde la época de Rasis. No obstante, en el siglo XI, la "fitna" revolucionaria hundió el califato de Córdoba y este nombre empezó a declinar y la clásica palabra árabe para hacer referencia a un río (nahr) va siendo sustituida por otra más actual: Wad. Wad viene de wed, que era como se llamaba en el Sahara y en el Magreb a las grandes ramblas. Entonces pasa a ser llamado río Grande, que es Wad al-Kabir.1 Al-Kabir proviene de un fenómeno hispano-árabe conocido como la "imàla", que convierte en Kabir a Kibir. Cuando Fernando III llega a Sevilla en el siglo XIII el río ya es conocido como Guadalquebir o Guadalquibir, que en la ortografía actual es Guadalquivir.
Curiosamente, Idrisi, en su mapamundi de 1154, pone al río el nombre de Nahr Agtam. Por otro lado, otros autores árabes como Ibn Abd al-Rabinni o Ibn al-Jatib lo llaman "río de Sevilla