Presa Negratín - Rambla de los anchurones - Barranco de la Culebra - Los Coloraos - Rambla del Caballo - Presa Negratín

Impresionante ruta por el parque megalítico de Gorafe. Tiene pistas, carriles, ramblas, senderos, empujing y unas vistas impresionantes a las que no estamos acostumbrados. Dejamos los coches en la parte baja de la presa del Negratín y nos dirigimos por un carril en buen estado hacia el inicio de la rambla de los Anchurones. Para ello tenemos que atravesar una finca en la que hay carteles de prohibido el paso, aunque yo creo que no hay ningún problema para pasar. Todas las puertas (2) están abiertas. Después de pasar por un cortijo, nos dirigimos al río Guadiana Menor por un carril desde el que ya se puede ver una parte muy bonita de "Los Coloraos". Hay que cruzar el río por un "vado" en el que han puesto una chapa para molestar un poco (con carteles de prohibido el paso, también)...En época de riego cuando suelten agua del pantano es imposible cruzar por aquí, ahora pasa menos de una cuarta de agua. Seguimos por un carril muy bonito que nos lleva directos a la rambla de los anchurones. Ya "solo" hay que seguirla. Un poco más adelante confluye con ella, la rambla de los Caballos que será por donde volvamos. Esta parte de la rambla es una auténtica pasada, hay que tener un poco cuidado con la arena pero los paisajes son increíbles. Hay que estar continuamente parando para tomar fotos. Muy muy chula. Llegamos al primer sitio donde tenemos que decidir, si seguimos por una pista a la izquierda o seguimos por la rambla. Previamente a la decisión hay que entrar un pelín en la rambla y tomar una especie de cauce de un arroyo a la derecha que te lleva directo a uno de los tubos (Piping) que hay en los paredones. Es impresionante. Desde lejos parece más pequeño y hasta que no te introduces dentro no te das cuenta del tamaño del tubo. Alucinante. Decidimos seguir por dentro de la rambla. Los paisajes siguen siendo una pasada y la rambla una maravilla. Pasados unos kms, la cosa se empieza a complicar tela. La rambla se pone imposible, está totalmente enmarañada de juncos y de cañas y se convierte en un martirio pasar por ahí. Con un poco de paciencia, pasamos ese trozo y mejora un poco antes de llegar al desvío. Aquí tienes otras dos opciones, o seguir por la rambla (ni de coña!!!) o coger un senderito que sale a la izquierda y que se encuentra marcado con un hito. La primera parte del sendero no es ciclable (para mí), tiene mucho desnivel. Poco a poco se convierte en un carril en bastante mal estado y que unido a la pendiente, pues eso...andando. En una curva a derechas, mejora bastante y se convierte en un carril muy cómodo y con unas vistas fabulosas. Nos dirigimos a la pista principal. Una vez en la pista continuamos con la "subidita" con una vistas descomunales de la rambla del pollo. La parte final de la subida está hormigonada. Ahora toca llanear un poco por una pista con unas vistas increíbles, hasta que cogemos una bifurcación a la izquierda por el barranco de la culebra. Muy bonita la bajada. Tenemos que volver a subir por una pista en mal estado y que nos lleva directos a la planicie nuevamente. Empezamos el descenso por "Los Coloraos". Impresionante. Los miradores te dejan sin palabras. Muy muy chulo. Hay que tener mucho cuidado en la bajada después del segundo mirador, la pista está en muy mal estado y tiene mucha pendiente. Una vez abajo hay que seguir un carril muy cómodo y abandonarlo para tomar un senderito que te lleva a la rambla de los caballos. Es una gozada de rambla pero cuidado que tienes sus "trampillas". Esta rambla desemboca en la de los Anchurones y ya solo tenemos que regresar a los coches. Intentamos buscar alguna alternativa para no volver por el mismo sitio pero todas infructuosas. Así que.. Impresionante ruta y muy recomendable.