Puebla de Sanabria-Triufé-Remesal-Vime-Ferreros-Cervantes-Rozas-Sampil-Puebla. 18-NOV-2018

La ruta sigue en parte una marcha por Sanabria de las que cada año organiza el club deportivo El Pinar, pero no coincide por completo por la escasa fiabilidad del track que descargamos. El gps marca un desnivel positivo de 1.072 m . Esta página recorta metros.
Predominan los senderos y pistas, escasa carretera y tramos por campo a través, quizá más fáciles de seguir en otra época del año porque ahora, en otoño, con el suelo cubierto de hojas algunos senderos habían desaparecido.
Partimos del centro de Puebla, bajamos hasta el puente sobre el Tera, lo cruzamos y proseguimos bordeando el embalse de Cernadilla, subiendo a continuación por una pista asfaltada hasta tomar el camino a Triufé que pasa por debajo del viaducto del Manzanal.
Desde Triufé, en sucesión de senderos y pistas, llegamos 3 km más adelante a un punto en el que si giramos a la izquierda llegamos enseguida al pueblo de Ferreros, acortando la ruta algo más de 10 km, pero estos 10 km son de lo mejor de toda la ruta. Nosotros continuamos el bucle pasando por los pueblos de Otero, Remesal y Vime. Luego llegamos a Ferreros y 7 km más adelante a Cervantes. Hasta aquí la ruta discurre por robledales y bosquetes de castaños, sucediéndose los senderos y pistas en sube y baja continuado. Desde Cervantes se inicia una subida de 2 km hasta lo más alto del día, 1.336 m, luego el sendero desaparece y se va bajando y haciendo medias laderas sin huella durante un par de kilómetros. Más adelante el pueblo de Rozas y después hacia Valdespino por unos tramos en los que es fácil perder la traza por el bosque tan cerrado. A veces sólo las manchas de pintura en los troncos de los robles sirven para saber que vas por el camino correcto. Sin llegar a entrar en Valdespino seguimos por carretera a Sampil y tomamos más adelante una pista poco marcada que, pasando por debajo de viaductos y puentes, nos condujo hasta la carretera de entrada a Puebla. Este tramo final nos pareció evitable por el poco interés que desde cualquier punto de vista tenía.