Puerta Verde de Alcalá de Guadaíra
near San Jerónimo, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Es uno de los tres corredores verdes catalogados por la Junta de Andalucía cuyas denominaciones son las siguientes:
- Puerta Verde de Alcalá de Guadaíra.
- Corredor Verde del Área Metropolitana de Sevilla. El cual se subdivide en Fase I y Fase II.
- Puerta Verde de Utrera.
En el caso del Corredor Verde del Área Metropolitana, tanto su Fase I como la Fase II, ya las realicé en el pasado cuya información, análisis y opinión sobre las mismas se pueden encontrar en estas ubicaciones:
Corredor Verde Área Metropolitana de Sevilla. Fase I
Corredor Verde Área Metropolitana de Sevilla. Fase II
En esta ocasión y una vez realizado el recorrido por la Puerta Verde de Alcalá de Guadaíra paso a mostrarla bajo mi punto de vista.
El acceso a esta ruta directamente desde la Universidad Pablo de Olavide ya no se puede realizar como consecuencia de las obras ferroviarias que se están realizando, hay que acceder por un punto que se encuentra debajo de un viaducto, punto que no está señalizado como tal, (WP1), hay que presuponerlo, de hecho, el primer cartel informativo de esta Puerta Verde se encuentra prácticamente a un kilómetro, (WP2). Todo el recorrido discurre con normalidad hasta que se llega al Puente del Dragón en la localidad de Alcalá de Guadaíra. Como ocurría a semejanza con el Corredor Verde del Área Metropolitana en su Fase II, existen discrepancias del recorrido ofrecido en la página oficial de la Junta de Andalucía y los propios carteles informativos establecidos a lo largo del recorrido, entre los puntos WP4 y WP5, ante la duda, opté por seguir las indicaciones de los carteles cuyo recorrido es mucho más ameno y visualmente más atractivo, el ofrecido en la página WEB cruzaba por el casco urbano.
Al llegar al Puente de Carlos III me surgió la duda de que si había que cruzarlo o nó, en los carteles no se apreciaba tal hecho, si lo cruzaba entraría en el casco urbano y tendría que realizar el recorrido por asfalto hasta el punto WP5, por lo que permanecí en la misma orilla del río y entrar en el Parque de Oromana por donde se encuentra el Molino de la Tapada hasta el Molino de el Algarrobo, desde ese punto cruzar el puente peatonal hacia el polideportivo, bordear el recinto ferial y de ahí al punto WP5, al igual que en los anteriores corredores verdes un pequeño ejercicio de orientación al faltar una señalización adecuada.
A partir del punto WP5 hasta el Descansadero de Trujillo, (WP10), como se suele decir “coser y cantar”. Eso sí, he de decir que, al llegar al descansadero no era lo que esperaba encontrar.
Mi opinión sobre este recorrido es bastante favorable que los resumiré en los siguientes puntos:
- Recorrido de fácil realización.
- Zonas de impacto medio ambiental bastante interesantes.
- Recorrido bien cuidado y mantenido, sobre todo desde el llamado Molino de Pelay Correa hasta la Quinta de Nuestra Señora de Regla aledaña al Molino de Aceña, dependiente directamente de la localidad de Alcalá de Guadaíra.
- Zonas de orientación entre el Puente de Carlos III y la Quinta de Nuestra Señora de Regla, como son el Parque de Oromana, Parque de San Francisco, Parque de San Juan, Parque La Retama.
- Historia del río Guadaíra y de Alcalá de Guadaíra a través de las edificaciones que existen en su recorrido y a sus márgenes.
Como puntos negativos:
- Falta de una indicación adecuada a la altura de la entrada cercana a la Pablo de Olavide, (WP1).
- Aspecto de abandono del Descansadero de Trujillo así como falta de masa forestal, al menos para dar algo de sombra y poder descansar un poco.
- Quizás la falta de cuestas pero la orografía del terrero es la que es, y no hay que olvidar que el recorrido va en paralelo con el río Guadaíra, con lo cual el desnivel es más suave.
Como recomendación:
- Entre el punto WP4, donde se sitúa el llamado Molino de Realaje y la estación de bombeo de Adufe Bajo, y la ya mencionada Quinta de Nuestra Señora de Regla realizar el recorrido con cierto albedrío, al margen del recorrido oficial, porque los parajes merecen la pena.
Por último, decir que, si tuviera que dar un ranking a estos corredores verdes, al no haber realizado el Corredor Verde de Utrera quedaría al margen, en último lugar estaría y con diferencia el Corredor Verde del Área Metropolitana de Sevilla Fase I, el Corredor Verde del Área Metropolitana de Sevilla Fase II y la Puerta Verde de Alcalá de Guadaíra estarían muy cerca en la puntuación para el primer puesto, y por poco, pondría por delante a la Puerta Verde de Alcalá. Ambos recorridos se podrían complementar perfectamente. Todo es discutible.
Actualización junio 2.021
En este caso, una buena noticia, se ha ensanchado y se ha añadido una sobrecapa de albero al tramo correspondiente entre el punto WP2 y el Sifón del Guadaíra, con lo que se ha eliminado las rodadas y baches de este tramo mejorando la seguridad y las posibilidades de pinchar.
Waypoints
WP1
Entrada y/o salida al recorrido de la Puerta Verde de Alcalá de Guadaíra. Para llegar a este punto hay que acceder a la vía de servicio de la A-376, (Ctra. Sevilla-Utrera), por la calle de Malinche (Montequinto, Dos Hermanas) que se une a la Pablo de Olavide a través de un paso elevado, y como punto de orientación, se utilizará el Club Social CHG, (Confederación Hidrográfica del Guadalquivir), que se encuentra en la esquina con esta vía de servicio. No existe ningún cartel indicativo de que esta sea la Puerta Verde de Alcalá de Guadaíra.
Sifón del Guadaíra
Situado en el paraje denominado hoy día como Puerta Verde de Alcalá de Guadaíra, una vía pecuaria que sirve de conexión entre el Descansadero de Trujillo y la Universidad Pablo de Olavide. El director general de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, Javier Giráldez explicaba en unas declaraciones en diciembre de 2010 cuando se inauguraban las señales que reconocían el Canal de los Presos como Lugar de la Memoria Histórica, una gigantesca obra hidráulica de más de 158 kilómetros, desde Peñaflor hasta el embalse de Don Melendo, en el término municipal de Lebrija. “Este sitio se ha elegido a conciencia porque hay una imagen emblemática de una visita que hizo Franco a este lugar para revisar las obras del sifón”. A lo que Cecilio Gordillo añadía: “Este puente es una imagen simbólica no sólo porque aquí estuvieron trabajando varios centenares de presos sino porque también tuvo una repercusión política ya que fue uno de los espacios que visitó Franco antes de su puesta en marcha. Hay unas imágenes donde se ve que detrás de cada preso siempre hay un tricornio con un mosquetón sobre la cabeza, estaban perfectamente vigilados”, recalca este investigador. Gordillo revelaba asimismo que “hasta hace 6-7 años este puente era útil para los vecinos de Montequinto, que iban al polígono La Red sin tener que pasar por Sevilla y sufrir sus atascos”. Y es que desde esta ubicación privilegiada se avistan Palmete, Su Eminencia, Torreblanca o la Universidad Pablo de Olavide. Un lugar de “máxima significación porque ayudó al crecimiento de los pueblos por los que discurre el canal”, recalcaba Giráldez.
WP4 - ADUFE
La localidad de Alcalá de Guadaíra ha suministrado durante siglos de agua potable a Sevilla. El agua de estos manantiales se canalizaba a través de los Caños de Carmona cuya construcción se remonta al siglo XIII, un acueducto que prácticamente ha desaparecido tras su demolición en el año 1912. Antes de esa fecha, a finales del siglo XIX, el ayuntamiento de Sevilla encargó el abastecimiento de agua a la compañía inglesa “The Seville Water Works Company”, popularmente conocida como “La compañía de los ingleses” por un periodo de 99 años. La estación de bombeo de Adufe Bajo y el enorme depósito de agua de Adufe Alto fueron las infraestructuras más importantes que realizó esta compañía cuya construcción comenzó en 1882, en 1885 se construyó el edificio Adufe Bajo cuya labor era la de realizar la función de estación elevadora de aguas hacia el depósito de Adufe Alto. El depósito de agua se encuentra oculto en el cerro de albero que se encuentra junto a la entrada de Alcalá por la carretera antigua de Sevilla, con más de un siglo de antigüedad el depósito contiene una sucesión de pórticos, bóvedas de cañón y muros trasversales que forman una auténtica catedral sumergida. A partir de 1887 el suministro se hizo extensivo a toda la población de la capital sevillana, fluyendo el agua potable en sentido contrario al que tuvo durante más de setecientos años de historia de ambas poblaciones. Los trabajos de esta Compañía para cumplir con su compromiso de abastecimiento, 100 litros por habitante y día, se tradujeron finalmente en una doble red de abastecimiento en el tercer lustro del siglo XX: una, para el consumo humano procedente de Alcalá de Guadaíra, y otra, de aguas filtradas de la toma del río situada en La Algaba.
WP10 - Descansadero de Trujillo
Se ubica en el punto de unión de las vías pecuarias de la Colada de Marchenilla. Está ubicado a 2,5 kilómetros al sur del núcleo urbano de Alcalá de Guadaíra, sobre una superficie llana y rodeada de cultivos de secano. El paso del río Guadaíra confiere al paisaje características especiales, cono vegetación de ribera que aumenta su potencial como zona de descanso, próxima y accesible al núcleo urbano.
Castillo de Marchenilla
Se encuentra situado sobre el escarpe de Los Alcores, junto al camino histórico que comunicaba Alcalá de Guadaíra con la Campiña del Guadaíra y la Sierra de Morón. Se sabe que la zona de Marchenilla presenta ocupación humana al menos desde el Calcolítico (hace unos 5.000 años), aunque posiblemente no es hasta época turdetana (siglos VI - III a.c.) cuando se instala un asentamiento estable en esta zona. El poblamiento continuaría en época romana, posiblemente asociada a un establecimiento de carácter agrícola relacionado con la cercana ciudad situada en la Mesa de Gandul. A finales de la época andalusí (entre los siglos XII - XIII), Marchenilla sería una de las alquerías o explotaciones agrícolas que ocupaban el distrito de "La Llanura" (al-Sahl), al este de Sevilla. El propio topónimo "Marchenilla" refleja este origen andalusí. Tras la conquista castellana de 1247, el lugar fue donado en 1253 por Alfonso X a Rodrigo Álvarez. A finales del siglo XIII, las incursiones benimerines, procedentes precisamente de Ronda a través del "camino de Morón", justificarían la fortificación de Marchenilla, con un pequeño recinto amurallado y una gran torre de planta cuadrangular similar a otras del cercano Castillo de Alcalá. Durante la baja Edad Media, Marchenilla se integra en el "señorío de Gandul y Marchenilla", instituido en 1369 a favor de Arnao de Solier, mercenario que había ayudado a Enrique II en su guerra civil contra Pedro I. A finales del siglo XIV, el señorío pasaría a la familia sevillana de los Velasco, quienes amplían el recinto de Marchenilla con un singular amurallamiento con decoraciones tardogóticas, bastante infrecuente en la arquitectura militar sevillana de la época. Durante la Edad Moderna, Marchenilla mantendría su carácter de residencia nobiliaria vinculada al señorío de Gandul, con una amplia explotación agrícola. Actualmente, Marchenilla responde a la tipología de cortijo sevillano, si bien los elementos de la fortificación medieval original (torre y murallas) le añaden un matiz pintoresco que permiten hablar de un "cortijo fortificado" excepcional en el panorama monumental sevillano.
Puente de Carlos III
Popularmente conocido como puente romano, se encuentra situado sobre el río Guadaíra al pie de la localidad de Alcalá de Guadaíra, en su casco antiguo, en el lugar donde se encuentran los caminos de Utrera y Dos Hermanas. Se trata de un puente de piedra, supuestamente de origen romano, que a lo largo de los tiempos ha soportado distintas transformaciones y reconstrucciones para su adaptación a las distintas necesidades de cada época, y en especial durante el siglo XX al tráfico rodado. Ya en 1846 Pascual Madoz en su Diccionario Geográfico lo calificó de romano y el ilustre ingeniero de caminos Carlos Fernández Casado en su Historia del Puente en España de 1939 lo catalogó así por su “apostura, la buena construcción y traza”. Aunque el supuesto origen romano no está totalmente demostrado, ya que no existen constancias de escritos o calzadas romanas. Los primeros testimonios escritos aparecen a mediados del siglo XIV y se corresponden con fuentes que recogen acuerdos del cabildo sobre reparticiones en la localidad. El nombre de "Puente de Carlos III" le viene por las importantes reformas que se realizaron en él en tiempos de este monarca. Este puente cuenta con un total de siete arcos levantados sobre pilares con contrafuertes, con tres de estos arcos hoy semienterrados.
Puente del Dragon
Este puente se construyó como parte de la circunvalación de Alcalá de Guadaíra, dando lugar al enlace de la A-92 (Sevilla-Almería) con la A-392 (Alcalá-Dos Hermanas) y cuyo diseño fue elegido por votación popular entre otros proyectos. Creado por el Ingeniero de Caminos José Luís Manzanares, creador también del Puente del Cachorro en Sevilla, mide 123 metros de largo y una anchura de 22.60 metros, distribuidos en cuatro vanos de 18.50 metros los laterales y de 43 metros los centrales. A pesar de ser un puente de gran carga figurativa, no tiene ningún elemento estructural superfluo y su forma de trabajo es sencilla, correcta y segura. Su diseño emula un dragón que cruza el río Guadaíra, a los pies de una de las fortalezas almohades más grandes de Europa. De esta forma, el dragón simula ser el “guardián del Castillo” y el defensor de la ciudad, al tiempo que el encargado de recibir a sus visitantes. El puente se inspira en la obra del arquitecto barcelonés Antonio Gaudí y en particular en el dragón que decora una de las fuentes del parque Güell en Barcelona. Comparte con él y con buena parte de la obra de Gaudí el uso de trozos de azulejos para decorar las superficies siguiendo la técnica del “trencadís” multicolor recuperando la tradición árabe del alicatado, dado el empleo de minerales para conseguir los colores, al estar expuestos a la intemperie van mejorando con el tiempo dando lugar a nuevos tonos y matices. Su inauguración data del 28 de marzo de 2007, por lo que es un puente relativamente joven.
Castillo de Alcalá
Los hallazgos arqueológicos más antiguos llevan a la Edad del Bronce (II milenio a.c.), cuando se instala un pequeño poblado amurallado en el extremo oeste del Cerro. Sería un asentamiento dedicado a la producción agrícola de la campiña del Guadaíra, que por su tamaño dependería de alguna manera del cercano (y mayor) poblado situado en la Mesa de Gandul. El poblado del Cerro del Castillo desaparece hacia el 1.500 a.c. por causas desconocidas, quedando el Cerro aparentemente como una zona sin poblamiento humano o con un poblamiento marginal prácticamente hasta época romana. Los hallazgos de cerámica y algunos muros a cierta profundidad confirman su existencia en la época altoimperial (siglos I - III d.c.). A partir del siglo IV y hasta el siglo XI, el Cerro del Castillo vuelve a ser un. De hecho, aunque se tienen noticias documentales del "Castillo de Yabir" (Qalat Yabir) a partir del siglo XI (en época de los reyes de Taifas), no existen restos arqueológicos de la fortificación antes de la época almohade (siglos XII - XIII). De la Historia del Cerro del Castillo hasta el siglo XII no se puede ver nada hoy en día, ya que los indicios arqueológicos son escasos o se hallan bajo la superficie. Toda la edificación que se puede ver en la actualidad comienza su construcción a finales del siglo XII, cuando el Califato almohade construye una pequeña fortaleza en el extremo oeste del Cerro, usado seguramente en su totalidad como campamento del ejército de los muyahiddin procedentes del Norte de África. La fortificación almohade del Patio de los Silos es el núcleo del "Castillo". Su fisonomía actual responde a un desarrollo entre los siglos XII y XVII, y su paisaje de murallas y almenas marca la imagen más conocida del "Castillo de Alcalá". Un primer momento de ampliación de la fortificación original se produce también en época almohade (entre fines del siglo XII y las primeras décadas del siglo XIII), cuando el Patio de los Silos se amplía hacia el sur con un nuevo recinto (el Patio de la Sima), en cuyo interior se construye un pequeño baño (hammam) para el servicio de la guarnición de la fortaleza. Tras la conquista castellana de 1247 se producen nuevas obras. Seguramente en este periodo se amplía el Patio de los Silos con la construcción de dos torres ochavadas que constituyen un ejemplo de arquitectura "protocastellana" en Andalucía, antecedentes de la Torre de la Plata, construida pocos años después en Sevilla. A finales del siglo XIII, Alcalá entra a formar parte de la línea interior del conjunto de fortificaciones de la "Banda Morisca", espacio fronterizo entre el Reino de Sevilla y el Reino de Granada. Durante varias décadas, el paso de tropas de uno y otro bando a través del paso del Guadaíra sería constante, especialmente de las huestes benimerines que procedentes de Ronda atacaron Sevilla en varias ocasiones. Como consecuencia de ello, en 1280 Alfonso X funda la Villa de Alcalá. Jurídicamente, el Castillo de Alcalá dependía desde finales del siglo XIII del Concejo (antiguo Ayuntamiento) de Sevilla, situación que se ha mantenido hasta el año 2007, en que la titularidad de la fortaleza ha pasado definitivamente al Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra. En 1444 se produce un importante asalto armado a la Villa de Alcalá, con uso de artillería, que produjo importantes destrozos y las consiguientes reparaciones en las murallas de la fortaleza. Pero posiblemente el episodio más significativo es la toma del Castillo por los partidarios del Marqués de Cádiz en 1471, dentro de los enfrentamientos con motivo de la subida al trono de Isabel I de Castilla. La ocupación se mantuvo hasta 1477, empleando el Castillo como base de operaciones para hostigar a los partidarios de Isabel, acantonados en Sevilla. El fin de las luchas nobiliarias y la paz impuesta por los Reyes Católicos marcaría el principio del fin de muchas fortalezas andaluzas, perdida ya su función militar. Este sería el caso del Castillo de Alcalá, entregado durante el siglo XVI a familias nobles sevillanas como favor cortesano antes que como oportunidad militar. A comienzos del siglo XVII el Castillo presentaba ya un aspecto ruinoso, que marca el comienzo de su abandono hasta el siglo XX. Durante el siglo XIX, el Cerro del Castillo permanecería prácticamente abandonado. Hay que esperar a mediados del siglo XX para retomar el uso del antiguo recinto amurallado, cuando en los terrenos del barrio de Santa María se realizan importantes obras de explanación y aterrazamiento, a fin de instalar la Feria de Alcalá en estos terrenos. El uso de Santa María como recinto ferial se mantendría hasta finales del siglo XX, dando un nuevo uso al espacio monumental.
Aliviadero del Canal del Bajo Guadalquivir
Aliviadero situado a la espalda de la Universidad Pablo de Olavide
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