Puerto Serrano y sus senderos.

Ruta corta en distancia, pero muy intensa y entretenida para el que le guste el campo en su propia versión. Subidas exigentes y bajadas de vértigo por senderos, alguno pedregoso y otros con mucho flow.
El único "pero" a la ruta ha sido el barro por la lluvias de la noche anterior que hizo que alguna bajada fuese imposible e incluso peligrosa. Como conclusión: hay que esperar a que el campo esté seco sin barro para poder disfrutar de lo lindo de esta ruta. Solo aconsejable a quien le guste este tipo de terreno, ya que de lo contrario lo pasará mal.
La ruta comienza por carretera con una larga subida, para desviarnos a la derecha por el Monte de Sosa, continuando una subida exigente por carril y en un collado nos desviamos a la izquierda por un sendero pedregoso que nos introduce en el monte. Este sendero poco a poco mejora y van desapareciendo las piedras con algún escalón hasta que comenzamos la bajada cada vez más pronunciada en la que deberemos extremar las precauciones en algún paso.
Tras llegar a un prado giramos a la derecha en busca del cordel de Morón. Una vez que llegamos a la pista giramos a la derecha para ir cogiendo altura y acceder al segundo sendero de la jornada, menos técnico que el anterior, pero también muy bonito. Tras pasar un arroyo, tendremos un tramo de subida para llegar de nuevo al cruce del cordel de Morón. Pocos metros después y en otro prado, nos desviamos a la derecha para bajar el tercer sendero muy bonito con abundante vegetación, pero muy limpio. De nuevo volvemos al carril principal y ya nos dirigimos hacia el último sendero en el margen izquierdo del río Guadalete. Iremos paralelos al río hasta llegar a una cancela por la que nos desviamos a la izquierda para ir ascendiendo a tomar un carril que nos llevará a la carretera asfaltada por la que regresaremos.
La he valorado como difícil por los pasos embarrados de bajada del primer sendero.