Quimbaya - Filandia - Ulloa - Coloradas - Puente Alegrías (Quindío - Colombia)

Quimbaya, cuyo nombre procede de la cultura precolombina que habitó esta zona de Colombia, y cuyo seudónimo actual es “Tierra de Luz” por su Fiesta Nacional de Alumbrados con Velas y Faroles que se celebra cada año durante el 7 y 8 de diciembre (Día de las Velitas), fue el municipio anfitrión de esta aventura en bicicleta por las tierras del departamento del Quindío.

Además de su geografía perfecta para practicar el ciclismo de montaña que nos convocó en esta ocasión, debo resaltar otros atractivos turísticos que ofrece Quimbaya como: el balsaje por el Río La Vieja; el parque temático PANACA (Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria); la Eco-Aldea “La Granja de Mamá Lulú” donde se desarrolla un proceso de integración entre los seres humanos y el medio ambiente en pro de la agricultura sostenible; y el parque temático Los Arrieros.

Nuestra aventura en bici comenzó el sábado 18 de agosto a las 6:30 am, cuando emprendimos el recorrido desde El Hotel Las Heliconias hacia el Parque de Quimbaya (1425 msnm), donde nos reunimos un poco más de 700 ciclistas. Que cifra esa tan bonita, si se tiene en cuenta que todos íbamos para la trocha !!!. Allí saludamos a toda la gente, hicimos más amigos de los que llegamos, tomamos fotos, nos reímos, charlamos y como los niños que esperan con ansias el inicio de un paseo, todos estábamos deseosos de subir a las bicis en busca de La Profecía Quimbaya. Que fiesta tan bonita esta !!!

Partimos de Quimbaya e iniciamos un camino en ascenso por el que nos adentramos en una trocha rodeada de café y de gente hermosa que, con sus coros, nos animaban a dar pedal y a subir por las cuestas, algunas en piedra, algunas con huellas. Pasamos por la población de Pavas y justo al final del ascenso llegamos a Filandia (1920 msnm), el punto más alto de todo nuestro recorrido. Filandia es otro municipio turístico del Quindío, que en el pasado también estuvo habitado por la Cultura Precolombina Quimbaya. Personalmente, me encanta el significado de Filandia = “HIJA DE LOS ANDES”, que proviene del latín: FILIA = HIJA, y del inglés: LANDIA = ANDES. En el parque de este municipio disfrutamos de un refrigerio, de comparsas, cantos y de la compañía de los filandeses. Luego de un descanso largo, continuamos el recorrido, pasando primero por La India y luego subimos a Ulloa (municipio del Valle del Cauca). Allí tomamos otro descanso y luego descendimos a Moctezuma y seguimos nuestro camino, en bajada, hacia Dinamarca y finalmente llegamos al Puente Piedras de Moler, donde giramos a la izquierda y emprendimos uno de los tramos más divertidos del camino: rodamos entre 2.5 y 3.0 Km al lado del Río La Vieja.

Y luego vino uno de los tramos más exigentes del camino: el ascenso hacia Coloradas. Todavía recuerdo las gotas de sudor que me empapaban e iban acabando mis reservas de sales. Era increíble ver como toda la gente bajaba de sus bicicletas y se reunía bajo cualquier sombra, muy pequeñas por cierto, dada la poca cantidad de árboles que había por el camino. Es chistoso, pero los grupos de personas se parecían al ganado que se reúne bajo los árboles. Era increíble, pero sin pensarlo, estábamos cruzando un camino empedrado, empinado, despejado de bosque, con todo el sol de la tarde pegándole de frente y con un calor infernal que llegaba hasta los 40 ºC. De verdad que en este tramo nos pusieron a prueba a todos los guerreros. Lo bueno es que nuestros anfitriones siempre estaban listos con agua fresca y otras bebidas al final de esas cuestas que sacaban todas las reservas. Gracias Milenium por esa logística perfecta !!!.

Y como si quisieran premiarnos el gran esfuerzo que acabábamos de hacer, llegó el premio final: CRUCE POR LA MONTAÑA !!!. Que espectáculo de camino. De esos que sacan la última reserva de fuerza que uno tiene en las piernas y las últimas gotas de sudor del cuerpo, pero que recompensa el espíritu y recarga el corazón de felicidad. Un camino de tierra amarilla, como el color de la tierra Quimbaya, que nos puso a latir el corazón a mil, primero, durante las revoluciones del ascenso y, luego, por las revoluciones que causó la adrenalina durante el descenso. Un camino con calificación “AAA”. Que maravilla de aventura!!!. Y al final, como si el lugar al que llegábamos hiciera alusión a nuestras sensaciones, estábamos en Puerto Alegría. Allí tomamos un respiro para el ascenso final, nos hidratamos y compartimos nuestra experiencia del cruce con los demás compañeros de ruta.

Aproximadamente a las 4:30 pm, retomamos el pedaleo avanzando por un tramo en ascenso por pavimento, de unos 12 Km. Finalmente, y gracias a la compañía y las buenas energías que siempre nos ofrecen nuestros compañeros de ruta, llegamos al Hotel Las Heliconias. Que buena ruta. Que paisajes tan lindos. Que exigencia la de las cuestas. Que buenos compañeros todos los que rodaron.

Buenas trochas, Liliwhale®