Quintanilla de Arriba-embalse de Valdemudarra-Pago del Cabañón
near Quintanilla de Arriba, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Paramera entre Quintanilla de Arriba-Langayo-Cogeces
Tras dejar la senda del Duero, pasamos por el yacimiento arqueológico de Pintia, antigua ciudad vaccea situada en las inmediaciones de Padilla de Duero.
- Cañada de la Yunta: unía a través del páramo dos localidades importantes en la Edad Media: Peñafiel y Cuéllar, y que fue muy transitada hasta el siglo XIX. Hoy está en desuso, salvo para ser utilizada como vertedero de las piedras que los agricultores sacan de los campos adyacentes.
- Embalse de Valdemudarra: construido en 2010 mediante bombeo de agua del río Duratón, utilizado para la agricultura de regadío.
- Monasterio de la oreja (construido en el siglo X-XI, y abandonado en el siglo XV ). Las ruinas del antiguo convento de Santa María de Oreja se sitúan en el término municipal de Langayo. Se sitúa en el borde del páramo de Campaspero, dando paso a los valles característicos de Langayo. Es punto de encuentro de varios caminos, destacando los que parten desde Bahabón, el despoblado de Minguela, Campaspero y Langayo. La parte de los pies está destinada a encerradero de ovejas. Se conserva la planta, parte de los muros y algo de lo que fue la cabecera, donde hubo un ábside central y dos laterales, más pequeños. En uno de los ábsides, una pocas piedras de cantería nos indican cómo fueron por dentro las naves por dentro.
Pasamos por el coto que es Reseva Nacional de caza: jabalíes, corzos e incluso algún ciervo.
Y se agradece que no falten las fuentes. La del Tasugo está muy cerca de la ermita, al comienzo de un valle, dando frescor y verdor al terreno. Fuente de Valdecascón.
- Ermita del Cristo de Cabañón: La levantó en 1991 Francisco Arranz Escobar, quien también se encargó de las pinturas, un Crucificado rodeado de frailes en pie, uno de ellos el pintor (el fraile con bigote al lado de la Cruz) junto con dos amigos, el señor Don José y el Señor Adrián.
Hay romería el sábado de junio más próximo a la festividad de San Antonio de Padua. Dice Teodoro Arranz, hermano del artista, que «Francisco desde pequeño dudó de que en realidad Cristo muriera crucificado tal y como cuenta la historia. Siempre decía que era imposible que se le clavara por las palmas de las manos y que lo más lógico es que lo hicieran poniendo los clavos en las muñecas, porque era la única forma de poder sujetar el cuerpo en la cruz». Su inquietud le llevó un buen día a mandar edificar el templo del Pago del Cabañón donde posteriormente dibujaría esa sacra escena a la que más de una década después todavía se rinde homenaje.
Y cerca queda la cueva de Valdelaperra, que visitaremos en otra ocasión, así como la encina de las Tres Matas, una de las más grandes de la provincia.
Tras dejar la senda del Duero, pasamos por el yacimiento arqueológico de Pintia, antigua ciudad vaccea situada en las inmediaciones de Padilla de Duero.
- Cañada de la Yunta: unía a través del páramo dos localidades importantes en la Edad Media: Peñafiel y Cuéllar, y que fue muy transitada hasta el siglo XIX. Hoy está en desuso, salvo para ser utilizada como vertedero de las piedras que los agricultores sacan de los campos adyacentes.
- Embalse de Valdemudarra: construido en 2010 mediante bombeo de agua del río Duratón, utilizado para la agricultura de regadío.
- Monasterio de la oreja (construido en el siglo X-XI, y abandonado en el siglo XV ). Las ruinas del antiguo convento de Santa María de Oreja se sitúan en el término municipal de Langayo. Se sitúa en el borde del páramo de Campaspero, dando paso a los valles característicos de Langayo. Es punto de encuentro de varios caminos, destacando los que parten desde Bahabón, el despoblado de Minguela, Campaspero y Langayo. La parte de los pies está destinada a encerradero de ovejas. Se conserva la planta, parte de los muros y algo de lo que fue la cabecera, donde hubo un ábside central y dos laterales, más pequeños. En uno de los ábsides, una pocas piedras de cantería nos indican cómo fueron por dentro las naves por dentro.
Pasamos por el coto que es Reseva Nacional de caza: jabalíes, corzos e incluso algún ciervo.
Y se agradece que no falten las fuentes. La del Tasugo está muy cerca de la ermita, al comienzo de un valle, dando frescor y verdor al terreno. Fuente de Valdecascón.
- Ermita del Cristo de Cabañón: La levantó en 1991 Francisco Arranz Escobar, quien también se encargó de las pinturas, un Crucificado rodeado de frailes en pie, uno de ellos el pintor (el fraile con bigote al lado de la Cruz) junto con dos amigos, el señor Don José y el Señor Adrián.
Hay romería el sábado de junio más próximo a la festividad de San Antonio de Padua. Dice Teodoro Arranz, hermano del artista, que «Francisco desde pequeño dudó de que en realidad Cristo muriera crucificado tal y como cuenta la historia. Siempre decía que era imposible que se le clavara por las palmas de las manos y que lo más lógico es que lo hicieran poniendo los clavos en las muñecas, porque era la única forma de poder sujetar el cuerpo en la cruz». Su inquietud le llevó un buen día a mandar edificar el templo del Pago del Cabañón donde posteriormente dibujaría esa sacra escena a la que más de una década después todavía se rinde homenaje.
Y cerca queda la cueva de Valdelaperra, que visitaremos en otra ocasión, así como la encina de las Tres Matas, una de las más grandes de la provincia.
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