Salas de los Infantes - Burgos y vuelta

Dos días muy completos por la provincia de Burgos. Saliendo de Salas de Los infantes se busca Barbadillo de los Herreros y de ahí se toma una vía verde hasta cerca de la capital, a la que se llega por el Camino de Santiago. Un descanso reparador y volvemos a Salas usando otra vía verde, la del Santander Mediterráneo... bueno, el trozo que ha sido arreglado. Luego unos caminos forestales nos hacen el servicio. Explicación:
Dejé el coche en Salas de los Infantes, junto a la iglesia donde reposan las cabezas de los "siete infantes de Lara"
https://es.wikipedia.org/wiki/Los_siete_infantes_de_Lara
Se cruza el pueblo, que aproverchamos para hacernos con lo necesario para el viaje, si es que no lo tenemos ya, y nada más cruzar el río Arlanza hay una estatua de espuma de un dinosaurio. Por aquí han aparecido huellas de dinosaurios (icnitas) y el pueblo intenta sacar partida a la nunca acabada moda del jurásico. Algo más allá se pueden visitar los restos de unas cuevas de ermitaños, y ya por fin salimos de Salas para empezar el camino.
El camino a Castrovido se hace por un andadero-carril bici asfaltado. Pero pronto se acaba lo bueno y no queda más remedio que usar la carretera, una comarcal sin arcén. Es lo que hay. Y encima pica para arriba. En el km 12 hay un descanso en forma de bajada, pero nada más: la subida será continua de ahora en adelante. Los pueblos que se van pasando ofrecen fuentes y una excusa para descansar, incluso alguna fuente en medio de la carretera. En Barbadillo de Herreros, fin de la carretera. El camino toma ahora una pista de tierra que remonta el río Pedroso pasando por los restos del pasado industrial y minero de la zona, y en seguida se accede a la vía verde, y a un túnel corto pero iluminado.
El trazado del ferrocarril mantiene una subida casi constante hacia el puerto del Manquillo que le obliga a dar numerosas revueltas. Hasta se ve algún tramo de atajo, que podría usarse si el recorrido fuera en bajada. Abundan los bancos y las zonas de descanso, pero no las fuentes... había una señalizada pero no di con ella. Un kilómetro antes de llegar al puerto del Manquillo la vía salvaba el último repecho mediante un túnel, pero ahora dicho túnel está inundado y no tiene pinta de que lo vayan a reparar nunca. En su lugar han hecho un par de zetas en el trazado para suavizar el desnivel, pero sólo se consigue a medias... el porcentaje llega al 15% y una pareja de alforjeros que me precedían lo subieron andando. Arriba, en el puerto que subí una vez y bajé dos veces
https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/trigaza-y-san-millan-desde-villasur-226147
me hago la foto de rigor y sigo por la vía verde. Con mucho cuidado, aunque la parte más empinada sea ahora de hormigón y no de gravilla. A buena velocidad, gracias a que ahora toca bajada, llego al lado de Pineda de la Sierra, donde me acerco a comerme un bocata.
Repuestas las fuerzas vuelvo a la vía verde, que ahora bordea el pantano del Arlanzón. Aunque pica para abajo, hay una pequeña subida al salir del pantano y una rampa durilla al sortear otra vez otro túnel. La llanura castellana ya aparece a la vista, pero prefiero acortar un poco el recorrido de la vía verde y me desvío por unos pinares, por unas pistas algo descuidadas pero muy anchas. En un cruce veo una rampa demasiado dura y decido navegar usando el mapa del GPS... craso error. Más adelante me espera una rampa peor y unas colmenas de abejas. Escapo Ileso camino de Mozoncillo de Juarros, que cruzo. San Millán de Juarros, Ibeas de Juarros... pero antes de llegar a Ibeas hay que cruzar el Arlanzón. ¿quién ha puesto este río aquí? Demasiada agua, el peso de las alfrojas, así que me descalzo y cruzo empujando. La verdad es que este Agosto hace que no parezca Burgos, vino bien el baño de pies. Salvo por el detalle de que había un puente 20 metros aguas abajo, cachis...
Al salir de Ibeas accedo al andadero del camino de Santiago, paralelo a la carretera. Ya que era de tarde no adelanté a ningún peregrino, por otra parte el viento de culo me ayudó en los últimos kilómetros del día. Ya había entrado a Burgos por Gamonal hace dos años, este acceso me parece menos feo. Entre otras cosas, porque se puede acceder al parque fluvial del Arlanzón y así llegar hasta el mismo corazón de la ciudad. Y al hotel de descanso... No hay track de dentro de la ciudad de Burgos porque al turisteo le dediqué el tiempo del tapeo nocturno.
Al día siguiente empecé la ruta buscando las antiguas estaciones de tren. La del Norte y la del Santander - Mediterráneo. De la primera queda el edificio principal, de la segunda, un puente giratorio y los hangares de locomotoras. Las vías son decoraciones y recuerdos, los trenes paran ahora en la otra punta de la ciudad, en la estación Rosa de Lima.
Pero en Burgos, en el trazado del Santander - Mediterraneo, camino a Soria, se ha mantenido sin edificar y se ha hecho un carril bici, que nos saca de Burgos hasta las afueras, donde hace tiempo que se hizo la conversión del trazado en vía verde.
https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/via-verde-del-santander-mediterraneo-de-burgos-a-cascajares-n-234-28093077
Primero asfalto, luego gravilla, un túnel recto pero sin iluminar, una manera cómoda de llegar a Cojóbar. Y después... la vía verde sigue. ¡Recién hecha oiga! La única pena es que la gravilla no estaba asentada y el rodar se hacía pestosillo. Y por el viento en contra. Y porque pica para arriba sin que lo vayas notando. Pero es una estupenda manera de seguir el viaje, aunque me da algo de rabia no haberme acercado a ver algún pueblo de los que se dejaban al lado... Torrelara, Campolara...
La estación abandonada y en ruinas, como casi todas las del SM, de Cascajares nos despide del trazado. Justo al llegar a la N-234, con mucho tráfico. No hay más remedio que usar su arcén (al menos es amplio) para llegar a Barbadillo del Mercado. Y ahí nos podemos olvidar de la carretera y tomar pistas de tierra que van más o menos paralelas al trazado del tren.
La carretera se vuelve a cruzar justo antes de llegar a Hacinas. En los alrededores de este pueblo descubrieron unos árboles fosilizados; los restauraron, los pusieron de pie (bueno, dos de tres) y ahora están decorando el pueblo. Son algo curioso de ver y de tocar.
Y yo seguí mi camino buscando más restos de prehistoria. Próxima parada: las icnitas de Costalomo. Un poco de esfuerzo más bajo el sol abrasador y a ver si esos dinosaurios eran bichos grandes de verdad o eran gallinas sin plumas. Pues me quedé con las ganas. Los yacimientos, tras haber sido descubiertos, estudiados y tasado, han sido cubiertos otra vez. ¿No había un método mejor para mantenerlos?
http://fundaciondinosaurioscyl.com/es/c/?idsec=26
Con el calentón que me dí... y aún no había acabado. Salí de allí por un sendero cuesta arriba entre monte bajo, a plena solana. Menos mal que Salas no estaba lejos... y a Salas que llegué, bordeando un campo de golf de secano de dos hoyos y un circuito de motocross. Fin a una ruta intensa de fin de semana, pero si sé que para ver las icnitas hubiera necesitado un pico y una pala, me ahorro el trecho final.