Salto del Nervión (Orduña)

26 de Marzo de 2017

Espectacular ruta por Orduña y sus alrededores. Tras mucho tiempo preparando esta salida, llegó el día señalado. La idea era hacerla a principios de primavera, tras los deshielos, con el fin de encontrar el Salto del Nervión, (principal objetivo), en pleno esplendor.
Y como al final, por mucho que quieras hacer y organizar bien el asunto, pues lo que suele pasar es que las cosas se tuercen y llegan los imprevistos.
En nuestro caso, el inicio de esta primavera, llega con una potente borrasca, la cual dejó precipitaciones abundantes durante la jornada anterior; es cierto que el día nos iba a respetar,..la temperatura no era del todo baja,...brillaba el sol,...y presuponíamos una buena ración de barro...y lo que no esperábamos, también llegó...

Acudimos a la cita,...8,30 en la estación de ferrocarril de Orduña. Un buen sitio, para aparcar, y prepararse para la salida, al que le pondremos el pero,..de que no tenga un bar para tomar un café. (Esto lógicamente lo solventamos con un par de vueltas a la manzana).
Unos de Durango, otro de Santander, y otros tantos de Logroño, allí nos juntamos Fran, José Luis, Juan, Toño, Javi y yo mismo.

Con el cuerpo templado por un tranquilo desayuno, iniciamos este recorrido; los primeros kms, ya cuesta arriba desde el inicio, los realizamos por asfalto, tomando rápidamente altitud. A nuestra izquierda los enormes muros rocosos donde se alza la Virgen de Orduña, nos esperan con una aparente fina capa de nieve, que nos sorprende un tanto, puesto que las cotas máximas, tampoco son muy elevadas.

Tras abandonar la carretera, vamos a ir realizando continuos sube bajas, por zonas boscosas, con mucha humedad, y algún tramo embarrado en el que la bici deja de rodar.
Nos va a tocar vadear varios arroyos. La verdad que con la que cayó el día anterior, el agua baja por todas partes.
Llegamos hasta el río Idas, y aqui la cosa se pone complicada, debido al caudal. Este vamos a tener que salvarlo como mejor podamos.

Y de postre, tras pasar haciendo malabarismos el río, un regalito de unos 250 mts a más de 20 % de desnivel. Tras varias intentonas de subirlo montado, desisto....en parte por lo malo del terreno. Seguimos avanzando, pasamos una zona llevadera, y entramos en un terreno hormigonado, lo cual todos sabemos que significa. No tardarán en aparecer los primeros rampones, con porcentajes cercanos al 25 %. Cada uno a nuestro ritmo vamos pasando el calvario, al cual podemos sumar el fuerte aire en contra en algún tramo. Es una subida muy dura sin apenas descansos. Unos antes, y otros más tarde, coronamos en el Portillo de Aro, blanqueado por la nieve de forma considerable.

Nos adentramos en un hayedo en la zona de Sierra Salvada, y avanzamos por las roderas que algún todoterreno ha dejado sobre la nieve. El paisaje de escandalo. El frío, también.
Poco a poco la cosa se va a ir complicando. Las marcas de vehículo nos abandonan a nuestra suerte, y la capa de nieve empieza a ser sería.

Siguiendo el track avanzamos por toda el altiplano, más a pata que ciclando, ya que es imposible dar tres pedaladas seguidas. El cielo se va encapotando y el aire es helador. Los pies...que decir de los pies!!,...ni los sentimos.

Las espectaculares vistas es lo que nos animan a seguir adelante, tras un rápido consenso. Nos planteamos la decisión de echar atrás,...pero al final ganó la épica.

Remontamos un pequeño cerro y desde ahí, ya vemos que la nieve va a ir amainando. Ya no hay duda,....hacia adelante!
Entre el frío, la nieve y el no conocer la zona, no puedo hacer una descripción más exacta.
A estas alturas la mayoría han besado el suelo, sin consecuencias por la nieve, pero han sido varias las caídas y patinazos a lo largo de la mañana. Es imposible saber que hay bajo el manto blanco, lo que provoca diversos sustos y hundimientos.
Ya en descenso y volviendo a sentir el barro bajo nuestras ruedas, seguimos unos tramos, que bien parecen el cauce de un río, debido al deshielo.

Llegamos a un punto en el que el grupo se divide. Juan y Fran, siguen el track hacia la Virgen de Orduña. El resto, buscando algo más de comodidad, pues la nieve ha mermado nuestras fuerzas, seguimos por tramo de asfalto en sentido descendente.
Buscamos la carretera nacional. Una vez en ella, cuatro kms nos separan de la cima del puerto de Orduña.
A falta del último km, tras reagruparnos, es Toño quien abandona la disciplina del cuarteto, y se dirige al punto de salida en solitario.

José Luis, Javi y yo nos desviamos por los caminos, junto a multitud de gente, que recorren la zona superior de Monte Santiago. Vamos a recorrer estos aproximadamente cinco kms, hasta llegar al mirador del Salto del Nervión.

Impresionante!!!
Sobran las palabras.
Hay que ir, y verlo. Las sensaciones hay que vivirlas in situ.

Tras un breve parón, ya que el aire atiza bien, José Luis saca un bocadillo de jamón que devoramos en cero coma, y salimos zumbando de allí buscando cobijo.
Recorremos la senda de los lobos y sus inmensas esculturas, y seguimos con la escisión del grupo.

José Luis se queda a esperar a Fran y Juan,...y Javi y yo, retomamos nuestros pasos hasta la carretera. Rápidamente coronamos este último km, y descendemos el puerto rápidamente hasta Orduña, donde nos reencontramos con Toño.

La ruta espectacular en todo su recorrido. La subida del Portillo de Aro, impreionante, muy dura.
El regalito de la nieve, muy bien para las fotos, pero una odisea para ciclar el tramo de Sierra Salvada.

Lo positivo; un placer compartir ruta y mañana, con los de siempre y con los nuevos en esta ocasión.

Lo más negativo; excesivas roturas del grupo, que espero no se repitan en adelante. Aviso a navegantes: o nos preparamos más, para estar a la altura de las circunstancias, o no serán posibles estas rutas en grupo (me incluyo, para no tener que oír, no se que de escapatorias...y tal). El espíritu de la O.Power no puede perderse !!!!
Hasta otra !!!

Tiempo real en movimiento 5 h 50'