SanMiguel-El Castaño-Ventoso-MinaFederico

Partimos del Barrio de San Miguel, en Artzentales. 300 metros de descenso por carretera y en una curva nos desviamos hacia la derecha, abandonando la carretera, para encontrarnos en pocos metros con el primer punto de interés de nuestra ruta. Un gran roble, uno de los árboles singulares de Bizkaia, por su tamaño y porte, (Foto 1). A partir de ahora seguiremos junto al pequeño río de “Pedreo”. Unos metros después cruzaremos por un pequeño puente, por el que antiguamente discurría el camino de San Miguel a Rebollar y unos metros más adelante cruzaremos el río. No te preocupes por el agua, desafortunadamente apenas baja salvo en épocas de lluvia. Cuando hayas recorrido 1 km. desde tu salida, el segundo punto de interés. La “Fuente Quintana” (Foto 2), de donde, antes de disponer de distribución de agua el pueblo, se surtía una parte de la población. A partir de aquí un bonito paseo próximo al río, fácil inicialmente, pero en su tramo medio y final, coincidiendo con los denominados “altares” del río, ten cuidado, piedras y pendiente (yo me bajo, tú verás según tu habilidad. Aprovecha para bajarte y ver la caída del agua).
En el km. 2 de marcha, salimos a la carretera BI3614, de Artzentales a Sopuerta. La seguimos algo más de 1 km y allí accederemos a la vía verde. Para ello, párate y cruza andando pues estás en una curva (Foto 4). Un agradable paseo por la vía verde, antiguo plano del ferrocarril de Traslaviña (Artzentales) a Castro Urdiales. Pasarás por unas ruinas de un antiguo cargadero de mineral y seguido cruzarás el pueblo de Las Barrietas. Seguimos la vía verde hasta pasar por encima de la cantera “Lacilla” (La vía del tren pasaba por debajo pero el túnel es ahora impracticable) y nos dirigimos hasta el barrio de El Castaño, en Sopuerta. Desde allí en 1 km de carretera llegamos al barrio de El Alisal, donde encontrarás 2 “Altos hornos” (Foto 3) construidos allá por 1955 para calcinar el mineral de la” Mina Catalina”, en aceptable estado de conservación.
De vuelta hasta El Castaño y desde el barrio de El Rayón, un bonito ascenso de 5 km por una excelente pista y sin pendientes pronunciadas. Al finalizar la subida llegamos al plano de otro antiguo ferrocarril, este minero, que transportaba el mineral de las minas de Alén y Artzentales hasta Castro Urdiales para su embarque.
Giramos hacia la izquierda y seguimos esta vía, un par de agradables km. hasta el pueblo de Alén (Foto 4). No te fíes solo de lo que ves, a principios del siglo XX llegó a contar con hasta 1000 habitantes. Allí hacia la derecha, fuerte subida con grava suelta… Párate si hace buen día a disfrutar de las vistas hacia la zona de Gorbea. Posteriormente buena pista para comenzar la subida final hasta el monte Alén. Te quedarás en su base, pues la subida a la cima se hace andando.
Estás en el km 22. Disfruta de las vistas. También podrás observar restos de antiguas “trincheras” de la guerra civil en la pequeña colina que te queda al norte. Y un pequeño descenso “campo a través”, unos 200 mts para acceder de nuevo a la pista ciclable.
Y ahora 5 km fáciles pasando por las faldas de monte Betayo y “la campa de la herrera”. Restos de construcciones prehistóricas, ahora difícilmente identificables. Llegaremos a la cima del monte Ventoso (cuidado en la zona que a veces hace honor a su nombre). Detente y disfruta de las vistas (Fotos 5). Te sorprenderá, si no conoces la zona, que puedas ver desde Santander, puerto de Bilbao, Gorbea,….
Seguimos, inicialmente de vuelta por el mismo camino durante 3 km y desde allí llano y descenso otros 2 km en dirección hacia el pueblo de Gordón. Antes de acceder a la carretera que nos llevaría a este, nos desviamos hacia la izda. en una curva de casi 180º, Km 32 de marcha. Un bonito descenso hasta el siguiente punto de interés. Lugar denominado Mina Federico, por el nombre de la que allí se explotó (Foto 6). Aquí haz un pequeño esfuerzo y créeme. Ahora no ves nada que te recuerde una construcción humana, ni siquiera la entrada de la galería de la mina (puedes encontrarla si te adentras entre la maleza). A comienzos del siglo XX esta mina procesaba unas 100 toneladas de mineral de hierro al día. Aquí había escuela, iglesia, bar y varios cientos de habitantes. Una pena que todo se haya perdido.
Seguimos nuestro camino. Desandamos 200 mts y ascendemos 2 km para acceder a la pista que nos llevará por “El Somo”, buen camino y con buenas vistas hasta nuestro final, junto al punto de partida.
Recorrido ciclable al 95%, accesible para cualquiera, sin dificultades técnicas ni físicas especiales. Solo la dureza que tú te pongas.