Santo Tomé - sendero pasillo de vida - Mogón - Río Cañamares - Aguascebas - Osera - Mogón - Santo Tomé

Impresionante ruta por la sierra de las Villas. Tiene todos los alicientes para disfrutar una buena ruta de montaña: asfalto, pistas, carriles, senderos, empujing, túneles, subidas durísimas... de todo. Salimos desde Santo Tomé con la idea de conocer el sendero "Pasillo de Vida" hasta Mogón. Es, sin duda, una preciosidad pero tiene bastante más lío del previsto (zarzas, caídas de árboles, inundaciones, barro, escaleras) y nos hacer perder mucho más tiempo del que pensábamos. De hecho, a la vuelta pensábamos repetirlo en sentido contrario y no pudimos por la hora. Una vez pasado Mogón, nos desviamos por una pista a la izquierda y tela los repechos. Muy duros. Bajada a la carretera de Santo Tomé y después de unos metros nos volvemos a desviar a la derecha buscando la de Chillúevar. Precioso el carril pero tela de nuevo con las cuestecillas. Por fin, llegamos a la carretera y ahora toca subir por asfalto otro repechón de tres pares de narices. Justo al terminar el repecho nos desviamos a la derecha por una pista preciosa que te mete en una zona que es un auténtico vergel, el valle del río Cañamares. Lo cruzamos y otra vez a subir por una pista en buenas condiciones. Nos desviamos a la izquierda por un carril muy bonito, en peor estado, y con una buena subida. Coronamos un collado y toca bajar (por fín) por una pista que poco a poco va empeorando su firme. Nos encontramos con una valla (sin candado) que se puede abrir sin problemas. Ya se ve el cortijo del río junto al arroyo de la vacarizuela. Justo delante del cortijo hay una fuente magnífica que nos vino de maravilla. Continuamos en busca del pantano del Aguascebas por una zona espectacular en la que hay bastantes viviendas. Más subidas que ya van jodiendo un poquito más de la cuenta hasta que por fín llegamos a la carretera. Nos metemos por el sendero de la osera. El entorno es absolutamente impresionante. Una auténtica pasada. El carril se transforma en un sendero ciclable hasta que llegamos a un sitio donde tenemos que tomar una decisión. O subimos (y después bajamos) el sendero por el paso del aguardentero (empujing del bueno) o nos metemos por el túnel que lo atraviesa. Probamos la eléctrica para ver si cabía y hala pa dentro...La cantidad de cosas que se consiguen con un poco de paciencia y buen humor. Cuando salimos del túnel, las vistas que nos esperaban eran absolutamente fantásticas. Otro poquito de empujing con cuidado y en un momento estábamos junto al mirador de la Osera. Es impresionante. Toca bajar por una "pista" totalmente destrozada poco a poco cada vez más ciclable y, por fin, estamos en el puente que cruza el Aguascebas chico. Por cierto y como era de prever, la cascada de la Osera "desaparecida". Una vez en la pista, bajadón hasta Mogón y por carretera hasta Santo Tomé. Ruta impresionante y muy dura.