Senda de los Montes de la Villa de Dueñas

Ruta chulísima y muy divertida, pero que engaña bastante ya que puede parecer de primeras sencilla, pero los continuos vaivenes hacen que en varios tramos cortitos, nos tuviéramos que bajar de la bici en determinadas cuestas. Desde luego, es una ruta perfecta para una eléctrica...y si se dispone de doble suspensión, mejor que mejor.

Lo malo de la ruta fue que no la pudimos disfrutar todo lo que nos hubiera gustado. El problema fueron las garrapatas. Había muchísimas, y no llevábamos ni la mitad cuando mi compañero se dio cuenta que yo tenía la pierna llena. Si no había 10 (y de buen tamaño), no había ninguna. En principio, no se llegaron a agarrar y creo que libré. El tema es que ya sigues el resto de la ruta muy intranquilo, vigilando continuamente. De hecho, alguna más se nos subieron a ambos, pero como andábamos vigilantes las quitamos rápido. Luego nos enteramos por un amigo que hay rebaños de ovejas cerca, lo cual explica tanta abundancia. Así pues, este hecho deslució toda la ruta. Está visto que no es la mejor época, y quizás sea mejor esperar a momentos más fríos para al menos, poder ir más tapados.

Y lo que es la ruta en sí, pues como decía al comienzo, muy cañera. Lo bueno es que está muy bien marcada, aunque a veces hay varios caminos con diferentes opciones, por lo que es conveniente conocerla o llevar el track. Pero en todo momento encontraremos postes del PR de la ruta de los Montes de la villa, e incluso un GR en un corto tramo.

La comenzamos al final de la calle Vinateros de Dueñas, justo antes de tomar la subida inicial por ancha pista (será también por donde bajemos). Aquí encontraremos el mayor desnivel de toda la ruta. Es duro porque es al principio, pero se sube bien. Luego ya, en lo alto del monte, tomamos la senda en sentido horario y lo iremos bordeando. Tiene partes algo técnicas, así que con cuidado, porque un leve despiste y te puedes ir bien a gusto unos metros abajo. Pero es un continuo sube-baja muy disfrutón. Iremos pasando varios chozos (Chozo de los corrales de la Cabañona, chozo y corrales de Mundin y chozo y corrales de Rojolanillas). No saqué fotos porque apenas paramos muy poco a descansar (y más con el tema de las garrapatas). Las vistas de todo Dueñas y de los cerros contiguos son espectaculares. En general, todo el trayecto es rompepiernas excepto algún tramo de pista ancha que viene fenomenal para descansar.

Finalmente, como ya indicamos, bajaremos por la pista de inicio, llegaremos al coche en un santiamén y nos iremos a tomar algo a un bar que, tras la aventura, nos lo teníamos más que merecido.