Senderos de karnetzky (Sierra Espuña, Región de Murcia) by Mariano Vicente
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Trail stats
- Distance
- 20.37 mi
- Elevation gain
- 2,408 ft
- Technical difficulty
- Moderate
- Elevation loss
- 2,428 ft
- Max elevation
- 2,270 ft
- TrailRank
- 41
- Min elevation
- 250 ft
- Trail type
- One Way
- Time
- 4 hours 57 minutes
- Coordinates
- 3134
- Uploaded
- January 9, 2013
- Recorded
- January 2013
near Alhama de Murcia, Murcia (España)
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Itinerary description
Escelente ruta por la solana de Sierra Espuña
Todo se ha conjugado para que sea un día perfecto. Anticiclón sobre la Península. Región de Murcia. Solana de Sierra Espuña. Buenos amigos…
Murcia en invierno reúne las condiciones ideales para la práctica de nuestro deporte. Hoy recorreremos los senderos que nos enseño nuestro amigo Karnetzky, allá por el 2007.
Sobre la mesa, un humeante café y una tostada untuosa de aceite. Soy el único cliente al que atiende María. Un rápido vistazo a la prensa, el tren sale a la ocho cuarenta y cinco. José Luis, Ángel y Jesús, esperan en la estación.
En apenas treinta minutos estamos en Alhama. Comenzamos a pedalear. Nos dirigimos a Sierra Espuña, hacia la Cabezuela de los Lobos. Recorremos parte del cordel de Librilla antes de afrontar las fuertes subidas que dan acceso a Trasvase. Lo sobrepasamos, continuando por el camino del Abuznel. Pedaleamos atentos para no sobrepasar el comienzo del sendero de Fuente Alta. Caracolea el sendero entre pinos cogiendo altura.
Se hace horizontal. Muflones y jabalíes han horadado el terreno a un lado y otro del camino. El viento apenas susurra y huele a tomillo y romero. Fuente Alta está seca, ni siquiera un poco de humedad. Continuamos bajo el tibio sol invernal hacia la Casa de Fuente Alta. Los pinos, con sus ramas bajas nos golpean al pasar. El sendero estrecho. Se hace difícil rodar.
Desembocamos en las Mil Curvas. Hacia el Pico Moriana. Lo dejamos a contraluz, con el valle del Guadalentín de fondo. Más lejos, Carrascoy. Cruzamos la rambla y salimos a la carretera. Asfalto hasta la casa y el camino del Paleto.
El sendero continua horizontal, aplomo sobre el Trasvase, extremamos la precaución. En Carmona seguimos en dirección al camino del Pino Gordo. El barranco de los Cojos deslumbra blancura. El embalse de Algeciras pone el contrapunto de humedad. Continuamos por la rambla. Esta imposible. Maleza y barro. Los vinagrillos alfombran de verde y amarillo los campos. Por la vereda de Lorca entramos en Librilla.
Quince kilómetros de senderos y otros tantos de camino, en una mañana de amistad y ciclismo. De sufrir y disfrutar. De hacer lo que más nos gusta.
Mariano Vicente, una tarde de invierno de mitad de enero de dos mil trece.
Todo se ha conjugado para que sea un día perfecto. Anticiclón sobre la Península. Región de Murcia. Solana de Sierra Espuña. Buenos amigos…
Murcia en invierno reúne las condiciones ideales para la práctica de nuestro deporte. Hoy recorreremos los senderos que nos enseño nuestro amigo Karnetzky, allá por el 2007.
Sobre la mesa, un humeante café y una tostada untuosa de aceite. Soy el único cliente al que atiende María. Un rápido vistazo a la prensa, el tren sale a la ocho cuarenta y cinco. José Luis, Ángel y Jesús, esperan en la estación.
En apenas treinta minutos estamos en Alhama. Comenzamos a pedalear. Nos dirigimos a Sierra Espuña, hacia la Cabezuela de los Lobos. Recorremos parte del cordel de Librilla antes de afrontar las fuertes subidas que dan acceso a Trasvase. Lo sobrepasamos, continuando por el camino del Abuznel. Pedaleamos atentos para no sobrepasar el comienzo del sendero de Fuente Alta. Caracolea el sendero entre pinos cogiendo altura.
Se hace horizontal. Muflones y jabalíes han horadado el terreno a un lado y otro del camino. El viento apenas susurra y huele a tomillo y romero. Fuente Alta está seca, ni siquiera un poco de humedad. Continuamos bajo el tibio sol invernal hacia la Casa de Fuente Alta. Los pinos, con sus ramas bajas nos golpean al pasar. El sendero estrecho. Se hace difícil rodar.
Desembocamos en las Mil Curvas. Hacia el Pico Moriana. Lo dejamos a contraluz, con el valle del Guadalentín de fondo. Más lejos, Carrascoy. Cruzamos la rambla y salimos a la carretera. Asfalto hasta la casa y el camino del Paleto.
El sendero continua horizontal, aplomo sobre el Trasvase, extremamos la precaución. En Carmona seguimos en dirección al camino del Pino Gordo. El barranco de los Cojos deslumbra blancura. El embalse de Algeciras pone el contrapunto de humedad. Continuamos por la rambla. Esta imposible. Maleza y barro. Los vinagrillos alfombran de verde y amarillo los campos. Por la vereda de Lorca entramos en Librilla.
Quince kilómetros de senderos y otros tantos de camino, en una mañana de amistad y ciclismo. De sufrir y disfrutar. De hacer lo que más nos gusta.
Mariano Vicente, una tarde de invierno de mitad de enero de dos mil trece.
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