Serrablo. Yebra-Orosia-Isún-Osán. 2-MAY-2021

Una ruta contrastada: pistas fáciles, senderos difíciles, amplios miradores, fuentes generosas, badlands, carretera y tres pueblos.
Salimos desde el pueblo de Yebra de Basa, en el valle del río Basa, al Este de Sabiñánigo. Sube una pista amplia hacia el Norte, con un trazado cómodo de curvas, que va ganando altura ligeramente por terrenos cada vez más despejados. Durante 11 km la pista asciende, teniendo a nuestra derecha el monte más alto de la zona, Oturia, para llegar a Santa Orosia, santuario de gran devoción en la comarca. Delante de la iglesia hay una fuente con tres caños de los que mana agua abundante. En cada caño se dibuja una cara.
Tras la parada imprescindible seguimos hacia el Oeste por una pista que se dirige a la Punta del Mallo, un promontorio en el que han instalado antenas muy visibles desde todos los puntos.
Antes de llegar a las antenas dejamos la pista para tomar, a nuestra derecha, dirección Norte durante 1 km por praderas sin senda definida. Llegamos así a un punto señalizado con hitos de piedra desde donde seguir el camino del descenso. Un gran panorama se ofrece desde esta altura: los valles de la Val Ancha, la Val estrecha, los Capitiellos y el pueblo de Sabiñánigo. Hasta aquí llevamos algo más de 13 km.
La bajada tiene una parte inicial muy pedregosa y con pendiente fuerte, bastante difícil. Además por algunas zonas del sendero ahora circula el agua, lo que aumenta la dificultad. Más abajo la senda se hace más asequible, aunque no desaparecen las piedras sueltas, fruto de la erosión de los conglomerados que dominan esta zona. Siguiendo el sendero en el bosque, con curvas y recurvas muy practicables, llegamos al pueblo de Isún de Basa con su iglesia, visitable desde el exterior.
De aquí sale un camino, a ratos pista, a ratos sendero, que lleva al pueblo de Osán; luego el sendero se pierde a veces por lo cerrado de la vegetación espinosa. Se ven varios "panás" en el track, fruto de las idas y venidas para localizar el paso. Después llegamos a una zona de badlands con agua en la parte baja, bastante entretenida. Salimos al fin a una carretera que lleva a Yebra de Basa. No conviene seguir la carretera moderna por el tráfico veloz que presenta; es mejor seguir la antigua, aunque una señal de dirección prohibida parece impedir el paso. Por ella no circula nadie y en un momento se llega a Yebra, fin del ameno recorrido.