Serranía de cuenca - 2ª Etapa - IBP - El Tobar - Uña
near El Tobar, Castilla-La Mancha (España)
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Itinerary description
Después de nuestra primera etapa con bastantes inclemencias, retrasos y problemas técnicos, nos levantamos temprano para comenzar otro día más de ruta con la etapa reina, de El Tobar a Uña.
Pronto dejamos El Tobar para comenzar a pedalear en dirección a La Laguna y sin un calentamiento digno ya tenemos el primer abandono del grupo. Javier rompe la patilla y todo el cambio, desastre total. El se retira y se vuelve a uña donde por sorpresa volveremos a encontrarnos más adelante.
Seguimos hasta el arroyo de la veguilla donde ya vienen rampones serios antes de llegar a la primera vereda del día al tomar el GR-66 que nos acompañará durante casi toda la ruta hasta el final.
Esta vereda comienza con muchisimo bolo suelto y con mucho pincho, cosa que al final, lo que comenzaba medio bien, al final se convierte en un arrastra bici de mucho cuidado hasta Santa María del Val.
Aquí volvemos a encontrarnos a Javier que milagrosamente ha sido recogido por un coche y ha conseguido arreglar la bicicleta.
Seguimos de Santa María del Val un poco por asfalto para meternos en el segundo berenjenal de la ruta, la vereda del Río Cuervo donde nos encontramos destrozos del temporal del invierno con más de 50 troncos que saltar, un calvario que a mas de uno se le hizo largo.
Despues de un nuevo contratiempo más decidimos volver a acortar la ruta y quitarnos unos cuantos tramos de la ruta original ya que empezaba a pintar mal la cosa y no queríamos meternos en otro lío más.
Después de un par de recortes nos metemos de lleno en Vegas del Codorno, prolegómeno del Nacimiento del Río Cuervo donde antes de llegar también intentamos coger algunas veredas pero nos vuelven a salir regular... una fiesta.
Ya en el Nacimiento del Río Cuervo, monumento natural digno de verse con agua...., paramos de avituallamiento en en restaurante y aquí 3 componentes del grupo se separan y se van hasta Uña por carretera (lo mejor que hicieron).
Nosotros nos quedamos y comenzamos a subir hasta el Alto Tajo para volver a saltar algunos pinos más antes de llegar a la vereda que baja hasta el estrecho del infierno con 30 troncos más que saltar, una desgracia que nos ha tenido que coger a nosotros, porque la vereda tiene muy buena pinta.... sin troncos.
En el Estrecho del Infierno, visitamos el nacimiento del Río Júcar, espectacular, muy bonito aunque con poca agua por las fechas que corremos. Y sin agua sin agua, nos vamos a la fuente de San Blas que está unos kilómetros más abajo, en el Estrecho de San Blas, un paraje también muy chulo que visitar, y este con muchisima agua!.
Despues de reponer, llegamos a Tragacete donde volvemos a notar la hospitalidad al ciclista. Algunas cocineras parece que cuando vienen ciclistas no pueden cocinar más, y por eso mismo, al final acabamos en la taberna del pueblo con los lugareños comiendo unos bocatas antes de subier el puertaco de la ruta, lo que venía era tremendo.
Dejamos tragacete con la comida en la boca y un solarin de justicia y comenzar a subir cuestas, al principio 12% ... 18%..... 24% ... hasta el 30%!!! y no un tramo, muuuuuucho rato, eso sí, antes de haber saltado otros 25 o 30 troncos más por las veredas.... menuda jodienda con los troncos!.
En cuanto llegamos al Collado del Aire, punto más alto de la ruta, respiramos durante unos minutos antes de volver a ponernos al tajo y descender bastante hasta llegar al Río Escabas donde nos esperaba la encerrona de la ruta.
Llegamos al Río Escabas y todo era maravilla, un paraje espectacular con poca agua, ya que se la quedaba la laguna. Hasta aquí todo bien. Pasamos un kilómetro y comienza el calvario de la ruta, una cantidad incontable de troncos, apilados unos encima de otros, en algunos momentos en los que casi que no podíamos pasar por ninguna parte. Un levantar y bajar la bici durante mas de una hora completa en la que perdí la cuenta de cuantas veces subimos y bajamos las biciletas .... PARA OLVIDAR una auténtica pesadilla que llegó a su fin cuando al fin vimos el camino limpio!!, no nos lo podíamos creer, se me saltaron hasta las lágrimas porque en serio que no me lo podía creer. Era tarde y nos quedaba un montón de kilómetros.
Despues de esta pesadilla, volvimos a ponernos las pilas y le dimos a tope hasta las majadas, donde por carretera hasta Uña quedaban 34 kms y por nuestro camino quedaban 8, todo parecía idilico.
Pues repostamos, nos refrescamos y seguimos dirección los callejones que no pudimos visitar por falta de tiempo y seguimos adelante hasta el punto en el que el sendero desapareció. Tajo a la derecha, no camino delante y a la izquierda la carretera, nuestras caras un poema.
Así que Jesu se adelantó y encontro el sendero, un sendero que mas que un sendero es un despeñadero de cabras por el que de los 6 que quedabamos cogimos 4 ya que los otros dos se fueron por carretera a las 8:30 de la tarde... casi la noche cayendo.
Nosotros seguimos por el sendero hasta que se hizo sendero de verdad y aparecieron los carteles de sendero. Un sendero de unos kilómetros que se hace a pie y en bici con bastante salto de troncos al final.... otro calvario más.
Al final el sendero desapareció y apareció el carril, carril que tomamos y pronto llegamos a Uña ya casi de noche. A la espera quedaron los dos de la carretera que llegaron más tarde aún y los que ya estaban que nos esperaron para comer.
Un largo, duro y extremo día de MTB al mas puro estilo alokao.
Ahora quedaba que nos picaran mil millones de mosquitos en uña antes de salir al día después.
OTra más!
Pronto dejamos El Tobar para comenzar a pedalear en dirección a La Laguna y sin un calentamiento digno ya tenemos el primer abandono del grupo. Javier rompe la patilla y todo el cambio, desastre total. El se retira y se vuelve a uña donde por sorpresa volveremos a encontrarnos más adelante.
Seguimos hasta el arroyo de la veguilla donde ya vienen rampones serios antes de llegar a la primera vereda del día al tomar el GR-66 que nos acompañará durante casi toda la ruta hasta el final.
Esta vereda comienza con muchisimo bolo suelto y con mucho pincho, cosa que al final, lo que comenzaba medio bien, al final se convierte en un arrastra bici de mucho cuidado hasta Santa María del Val.
Aquí volvemos a encontrarnos a Javier que milagrosamente ha sido recogido por un coche y ha conseguido arreglar la bicicleta.
Seguimos de Santa María del Val un poco por asfalto para meternos en el segundo berenjenal de la ruta, la vereda del Río Cuervo donde nos encontramos destrozos del temporal del invierno con más de 50 troncos que saltar, un calvario que a mas de uno se le hizo largo.
Despues de un nuevo contratiempo más decidimos volver a acortar la ruta y quitarnos unos cuantos tramos de la ruta original ya que empezaba a pintar mal la cosa y no queríamos meternos en otro lío más.
Después de un par de recortes nos metemos de lleno en Vegas del Codorno, prolegómeno del Nacimiento del Río Cuervo donde antes de llegar también intentamos coger algunas veredas pero nos vuelven a salir regular... una fiesta.
Ya en el Nacimiento del Río Cuervo, monumento natural digno de verse con agua...., paramos de avituallamiento en en restaurante y aquí 3 componentes del grupo se separan y se van hasta Uña por carretera (lo mejor que hicieron).
Nosotros nos quedamos y comenzamos a subir hasta el Alto Tajo para volver a saltar algunos pinos más antes de llegar a la vereda que baja hasta el estrecho del infierno con 30 troncos más que saltar, una desgracia que nos ha tenido que coger a nosotros, porque la vereda tiene muy buena pinta.... sin troncos.
En el Estrecho del Infierno, visitamos el nacimiento del Río Júcar, espectacular, muy bonito aunque con poca agua por las fechas que corremos. Y sin agua sin agua, nos vamos a la fuente de San Blas que está unos kilómetros más abajo, en el Estrecho de San Blas, un paraje también muy chulo que visitar, y este con muchisima agua!.
Despues de reponer, llegamos a Tragacete donde volvemos a notar la hospitalidad al ciclista. Algunas cocineras parece que cuando vienen ciclistas no pueden cocinar más, y por eso mismo, al final acabamos en la taberna del pueblo con los lugareños comiendo unos bocatas antes de subier el puertaco de la ruta, lo que venía era tremendo.
Dejamos tragacete con la comida en la boca y un solarin de justicia y comenzar a subir cuestas, al principio 12% ... 18%..... 24% ... hasta el 30%!!! y no un tramo, muuuuuucho rato, eso sí, antes de haber saltado otros 25 o 30 troncos más por las veredas.... menuda jodienda con los troncos!.
En cuanto llegamos al Collado del Aire, punto más alto de la ruta, respiramos durante unos minutos antes de volver a ponernos al tajo y descender bastante hasta llegar al Río Escabas donde nos esperaba la encerrona de la ruta.
Llegamos al Río Escabas y todo era maravilla, un paraje espectacular con poca agua, ya que se la quedaba la laguna. Hasta aquí todo bien. Pasamos un kilómetro y comienza el calvario de la ruta, una cantidad incontable de troncos, apilados unos encima de otros, en algunos momentos en los que casi que no podíamos pasar por ninguna parte. Un levantar y bajar la bici durante mas de una hora completa en la que perdí la cuenta de cuantas veces subimos y bajamos las biciletas .... PARA OLVIDAR una auténtica pesadilla que llegó a su fin cuando al fin vimos el camino limpio!!, no nos lo podíamos creer, se me saltaron hasta las lágrimas porque en serio que no me lo podía creer. Era tarde y nos quedaba un montón de kilómetros.
Despues de esta pesadilla, volvimos a ponernos las pilas y le dimos a tope hasta las majadas, donde por carretera hasta Uña quedaban 34 kms y por nuestro camino quedaban 8, todo parecía idilico.
Pues repostamos, nos refrescamos y seguimos dirección los callejones que no pudimos visitar por falta de tiempo y seguimos adelante hasta el punto en el que el sendero desapareció. Tajo a la derecha, no camino delante y a la izquierda la carretera, nuestras caras un poema.
Así que Jesu se adelantó y encontro el sendero, un sendero que mas que un sendero es un despeñadero de cabras por el que de los 6 que quedabamos cogimos 4 ya que los otros dos se fueron por carretera a las 8:30 de la tarde... casi la noche cayendo.
Nosotros seguimos por el sendero hasta que se hizo sendero de verdad y aparecieron los carteles de sendero. Un sendero de unos kilómetros que se hace a pie y en bici con bastante salto de troncos al final.... otro calvario más.
Al final el sendero desapareció y apareció el carril, carril que tomamos y pronto llegamos a Uña ya casi de noche. A la espera quedaron los dos de la carretera que llegaron más tarde aún y los que ya estaban que nos esperaron para comer.
Un largo, duro y extremo día de MTB al mas puro estilo alokao.
Ahora quedaba que nos picaran mil millones de mosquitos en uña antes de salir al día después.
OTra más!
Waypoints
Comments (3)
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I have followed this trail View more
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Easy to follow
Scenery
Moderate
Amén!!
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Scenery
Experts only
Etapa dura como la q más y una gran compañía..
Ruta dura donde las hay por los rampones imposibles y las barreras de troncos de pinos echaos abajo que dificultaban el recorrido (una proeza) , pero me quedo por los parajes excepcionales que vimos.