Sierra de Árcena y desfiladero del río Purón

IBP 70

Recorrido muy recomendable por el valle de Valdegovía, ahora tierras de divisoria entre Burgos y Álava y antaño todas ellas pertenecientes a las Merindades de Castilla Vieja. Parques naturales de Montes Obarenes-San Zadornil y Valderejo; pistas y senderos de corte idílico por debajo de las cimas burgalesas de la Sierra de Árcena y sendas salvajes en ruta al desfiladero del río Purón, ya en Álava. El descenso hasta el río es alucinante, aunque técnico y no apto para todos los públicos, por una estrecha y revirada senda trialera de fuerte pendiente.

Antes de nada conviene saber que la bajada al Purón y, sobre todo, la travesía por su desfiladero son territorios frecuentados por senderistas y paseantes, de modo que para disfrutar plenamente de esos tramos aconsejo no aterrizar allí un fin de semana soleado. De lo contrario os pasaríais más tiempo parando para abrirles el paso que disfrutando del pedaleo. Mejor un día nuboso como el de hoy (ni un alma por la zona) o aún mejor en otoño, época en la que todos aquellos bosques fronterizos forman un paisaje digno de recuerdo.

Salgo de San Millán de San Zadornil combinando asfalto y algún tramo de la Senda del Pastoreo, atravieso San Zadornil y tomo las pistas boscosas del P.N. Obarenes, ascendentes pero suaves y tranquilas. Un poco más adelante me desvío por un ancho sendero herboso que circula por la proximidad de la Peña Escalera y en el que hay varios árboles caídos (sin problema de paso). Un entorno idílico, especialmente hoy, que está desierto porque ha llovido por la mañana. Pista arriba tenemos un espléndido mirador desde el que se inicia el descenso al encuentro de la Senda del Pastoreo y luego de la linde provincial y la entrada al P.N. Valderejo. A partir de ahí viene lo técnico.

La senda de descenso al Purón es parecida a la que bordea el Castro Siero de camino a Valdelateja en la Vuelta a los cañones del Ebro, aunque algo más corta y con trialeras menos extremas. Con los años, las caídas y la reiteración he ido perdiendo interés por los tramos trialeros, pero esta senda la bajaría mañana otra vez. Id atentos al poste señalizador del desfiladero, porque la senda continúa un pelín más y hay que ir en dirección contraria y subiendo, primero, por un tramo de afloraciones rocosas y luego de arena compacta. El desfiladero se atraviesa por una antigua calzada (la romana que enlazaba Tobalina y Valdegovía, dicen algunos) muy restaurada y acondicionada para el paseo. Es una zona muy chula.

Se deben salvar varios trechos de escalones diseminados (el primero porteando y los demás, equivándolos o metiendo riñones) para acceder a la pradería que conduce a la pista del pueblo abandonado de Ribera, hasta cuya ruinosa iglesia románica me acerco. El resto del ascenso hasta Lalastra es fácil y pistero con excepción de un duro paso técnico en la Senda del Pastoreo que seguramente se podrá sortear pedaleando por la pista que existe a su derecha.

Regreso a San Millán dejándome caer por la comarcal.