Sierra de Los Filabres (Calar Alto)

La Sierra de Los Filabres es el principal macizo montañoso de la provincia de Almería, puesto que tiene una longitud de 63 km y una anchura de 28 km, con una superficie total de 151.000 hectáreas, si bien, las prominencias más altas de esta provincia no se encuentran en esta sierra sino en Sierra Nevada. Forma el límite sur del Valle del Almanzora.

Los Filabres y la Sierra de Baza, en realidad, conforman un único macizo aunque con distinto nombre según la provincia, ubicándose la segunda íntegramente en la provincia de Granada. Sus Cumbres más significativas son Calar Alto con 2.168 m y la Tetica de Bacares con 2.080 m.

Para adentrarnos en ella, nos desplazamos a la población de Gérgal, y desde esta localidad en ascenso por su Rambla culminar en la Cumbre de Calar Alto. Esta Rambla, hoy polvorienta y pedregosa, antaño, siempre llevaba agua y nueve molinos se asentaban en su cauce.

Conforme ascendemos a nuestra izquierda, Las Aldeas de Las Aneas, El Almendral y Portacarrero van quedando atrás, y llegamos a las Juntas de los Barrancos de La Virgen y del Toril, junto a las ruinas del cortijo de la Junta.

A partir de aquí, tenemos un corto tramo de pateo hasta enlazar con una pista perdida que lomea a media ladera el Barranco del Toril por su margen derecho hasta su vadeo (lleva un poco de agua) y acometer las primeras rampas fuertes del día zigzagueando hasta coronar en el Collado de Las Cruces y proseguir un corto tramo por la carretera A-1178. Carretera que abandonamos junto al Refugio Forestal del Helipuerto a nuestra izquierda en dirección al Área Recreativa del Chortal. Es una pista limpia y ancha con unas perspectivas a la Sierra Nevada Almeriense, y la Sierra de Gádor.

El Chortal está muy bien equipada. El problema es que sus fuentes no tienen agua. Aparte de esto, está cuidada y con buenas instalaciones.

Continuamos nuestro camino al encuentro de la carretera AL-4404 para abandonarla a la altura de Las Piedras Damas, y proseguir por la Pista del Cordel de Gérgal a Baza coronando en el Collado del Sombrerillo, junto al Refugio en la carretera AL-4404 (otra vez).

En este Collado, sin coger la carretera, nos desviamos a la izquierda por un tramo asfaltado hasta llegar al Refugio de La Verruga. En el Refugio hay una bifurcación de carriles. Proseguimos a la derecha por la pista perimetral del Calar hasta llegar al Collado del Conde (carretera A-1178. Otra vez) y continuar un corto tramo de carretera, la cual abandonamos a nuestra derecha por una pista que nos sitúa en el Collado del Hornillo, un poco antes de Calar Alto.

Coronada la máxima altura del recorrido, proseguimos (otra vez) la carretera AL-4404, carretera que abandonamos antes del Klm 25 a nuestra izquierda por un carril bastante suelto por trabajos en el monte con maquina pesada hasta dar otra vez con la misma carretera y continuar bajando hasta el Klm 20, abandonando esta a nuestra izquierda por un carril en dirección a la Aldea de Portacarrero. (1) El carril desciende entre los Barrancos de La Solana y de Los Pollos. Está totalmente abandonado, (particularmente lo prefiero así). a partir del gran Dique de La Solana, la vegetación conforme descendemos, más se apodera de él, y desde el Barranco de Los Pollos hay que poner pie a tierra en más de una, dos, etc etc...

Al finalizar el Barranco de Los Pollos, y en las inmediaciones de Portacarrero, nuevamente en la Rambla de Gérgal, y lo que esta mañana era ascenso, ahora es descenso al tercer tiempo en el Rte Montellano, inicio y finalización del recorrido.

Una vez más, felicitar a todos los compañeros por este gran día, pero especialmente a chiken por su buen "OJO" diseñando recorridos nuevos e inéditos para disfrute (también penar) de todo el grupo. Sin él, seguro que seguimos pedaleando, pero de ninguna manera como con él. Gracias estimado amigo por mostrarnos grandes escenarios sin haber estado previamente en ellos. Lo tuyo es meritorio Pepe.

(1) Portacarrero:
Conforme nos acercamos, a esta aldea abandonada, los vestigios de sus antiguas labores abancaladas hoy inertes, son más que evidentes. La Aldea contaba con más de treinta viviendas. Sus moradores cultivaban Patatas, Cereales, Garbanzos. Almendros, Olivos, Ovejas y Cabras eran sus medios de sustento. Había hombres que trabajaban en las Menas, las minas de hierro de Serón. Se levantaban a las cuatro de la mañana para caminar tres horas hasta llegar a las minas, más otras tres de regreso. La vida en la Aldea era dura. Días incomunicados por las fuertes nevadas de una época muy lejana, donde los niños para ir a la escuela tenían que desplazarse a la Aldea del Almendral. Las mujeres además de sus quehaceres domésticos, ayudaban al sustento familiar recogiendo esparto. Si necesitaban asistencia sanitaria, el médico se desplazaba desde Gérgal solo en casos extremos. El cartero de Gérgal repartía correspondencia un par de veces a la semana (salvo telegramas). El trueque entre vendedores ambulantes era frecuente. Patatas y Garbanzos por Naranjas y otras variedades de fruta. Carne por pescado, Queso por telas, etc etc.

La dureza de la vida en este enclave y el deseo de sus moradores de una vida mejor, propició su abandono en los años 60-70 buscando nuevas oportunidades en Madrid y Barcelona al igual que tantas y tantas aldeas y poblaciones de Andalucía y España en general. Tiempos que pasaron y tiempos que no volverán.