Sierra de Lujar, (Orgiva)
near Los Tablones, Andalucía (España)
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IBP - BYC - 162
Entre el litoral granadino y Sierra Nevada se encuentra la Sierra de Lújar, epicentro de las comarcas del Valle de Lecrín, Alpujarra y Costa y que esconde en su interior una de las historias mineras más sorprendentes.
El 60% de la Sierra de Lújar pertenece a Órgiva, un lugar en el que existían (existen) minas de plomo y florita, en las cuales llegaron a trabajar hasta 300 personas, muchas de las cuales habitaban en Órgiva. Este municipio tenía entonces unos 9.000 habitantes (actualmente tiene casi 6.000), cifra que se vio incrementada por las familias que se trasladaban para trabajar en sus minas y en las del Conjuro.
Los Griegos fueron los primeros en encontrar yacimientos de interés mineral, el principal, la Sierra de Lújar. Los Cartagineses explotaron las minas de plomo de las montañas Alpujarreñas. Los romanos trajeron la industria minera de la fluorita, introduciendo técnicas únicas de explotación.
Según cuenta la historia, la explotación minera de la Sierra de Lújar data de tiempos inmemoriales. Los helenos fueron los primeros fundadores de varias colonias de interés minero y, entre las principales, la Sierra de Lújar. También es sabido que los cartagineses explotaron minas de plomo en esta sierra alpujarreña y, posteriormente, la romanización trajo consigo el florecimiento de la industria minera, introduciendo singulares tecnologías de arranque y profundización.
Destaca la fortificación de galerías construyendo muros de construcción y bóvedas en piedra seca, algunas de las cuales han resistido hasta la actualidad. Este modo de entibación se continuaría hasta bien entrado el siglo XIX.
Antiguamente el transporte del mineral se efectuaba con mulas y cable. En total existen 145 kilómetros de galerías y unos 50 socavones, la mayoría unidas unas a otras por galerías y pozos. Las extracciones principales han sido del mineral de plomo, plata y fluorita.
Fluorita:
Mineral constituido por fluoruro de calcio, compacto e incoloro o de colores variados (violáceo, rosado, amarillo o verde), debido a los óxidos o las impurezas, y brillante; se emplea en metalurgia como fundente.
El Rey Fernando VII anuló todos los privilegios de explotación minera de los nobles, caballeros y otras distinciones. Él ejecutó una nueva legislación minera de un modo más liberal, así España se convirtió en el principal país Europeo productor de materias primas
A mediados del siglo XIX, ingenieros Belgas y Alemanes llegaron a la Sierra de Lújar para reactivar su minería. Es para destacar, el alto grado de perfección logrado en los trabajos de topografía.
En 1842 ya existían en Órgiva 59 minas de plomo y 5 minas de cobre funcionando. En 1860, la Sierra de Lújar mantenía 9 factorías de fundición. Actualmente es la única mina de fluorita activa en Andalucía.
Minera de Órgiva es la actual concesionaria de la concesión de explotación “LÚJAR Nº 30.411” situada en el término municipal de Órgiva (Granada).
En ella se explota la fluorita (de nombre comercial espatoflúor), que es considerada materia prima mineral prioritaria según real decreto 647/2002.
Órgiva es considerada la capital de la comarca de la Alpujarra granadina, que desde siempre ha estado ligado a la minería. Los fenicios ya empezaron a explotar el yacimiento, posteriormente los Romanos y así hasta la actualidad.
Durante los años 70-80, y de la mano de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya, la actividad de la mina vive sus años gloriosos, llegando a contar con planta de flotación propia, y dando trabajo a cerca de 270 trabajadores. Dicha empresa cierra en el año 1989.
En el año 2010 y con la incorporación de nuevos socios, Minera de Órgiva reactiva la explotación de la mina estando actualmente en explotación.
Esto es parte de la historia por donde hoy vamos a adentrarnos en la Sierra de Lujar, haciendo por el Barranco del Castillejo, que es el acceso a las minas de Carriles. El carril del paso de los camiones, está pésimo. Gran cantidad de guijarros, piedras y cantos rodados en la plataforma del carril impiden una subida menos dolorosa, siendo esta de por sí ya dura por el fuerte desnivel que salva desde el inicio hasta coronar en la parte alta de la boca del socavón San Luis y las ruinas del Cortijo Colorao, desde el cual, las panorámicas cenitales visuales que observamos de Sierra Nevada son brutales.
Seguimos ascendiendo hasta coronar un colladete previo a una corta bajada que da inicio a la subida al cortijo de la sepulturilla, ubicado en un paraje bello y tranquilo. A partir de aquí, el camino cada vez es más áspero descarnado y roto. Además de ello, el desnivel a cada metro es más dificultoso conforme avanzamos hacía la Culebra, donde el carril (lo que queda de él) se amansa y nos descansa, lo que aprovechamos para darnos un respiro y tomar algo de refrigerio conforme el resto de los rezagados van llegando. Desde la cúspide de esta gran loma, el horizonte que vislumbramos es amplísimo y generoso tanto al norte, como al sur.
Reunidos todos los componentes, proseguimos hacia el paraje de los Dornajos. Un bosquecillo de pinos donde se encuentra el refugio de cazadores. El lugar es bello y acogedor y te "invita" a detenerte y contemplar todo lo que te rodea.
Continuamos hacia adelante en una pequeña subida que da origen a un fuerte desnivel. Hay que tener cuidado, pues aunque corta, es peligrosa.
Seguimos avanzando en busca de la Cuerda de Los Pelaos dando vistas al oeste, para girar al sur en busca de la Cuerda de los Pelaos. Hasta llegar al sendero que baja a la derecha al Cortijo de la Hoya del Señor. Nosotros tomamos la izquierda para seguir toda la cuerda. El camino conforme avanzamos, se va perdiendo. Vamos entre piedras y lajas sin ningún tipo de manto vegetal. No hay nada. Nada salvo unas panorámicas sobre las antenas aún lejanas que te quitan el hipo (si es que lo tienes). El sendero es ciclable salvo algunos tramos que pondremos pié a tierra.
Conforme vamos acercándonos al Mojón de Lujar, las panorámicas sobre Motril y su costa, son emblemáticas, alucinantes y soñadoras.
Las antenas y repetidores las tenemos a tiro de piedra, y el camino malo se torna bueno al tomar el carril que da servidumbre a ellas.
La bajada desde las antenas al Puerto Camacho, es vertiginosa. Un visto y no visto. El sacrificio que cuesta subir, y lo fácil que es bajar...
Tras un tramo corto de carretera, abandonamos esta a nuestra izquierda por un carril junto el Cortijo Cantares, el cual seguimos en un sube baja por la falda del Alayón entre almendros donde muere junto a una antigua balsa de riego.
A partir de aquí, tomamos una senda muy perdida por exceso de vegetación que nos lleva a las ruinas de un antiguo cortijo y sus labores (desconozco el nombre) y desde el cual, el camino se abre para seguir un sendero que se une a un carril sin uso reciente pero ciclable.
Son cuatro kilómetros de bajada disfrutona buscando nuevamente la carretera, hasta que en la unión con esta, nos vemos sorprendidos por una gran valla metálica y una enorme y segura cancela. Ignorábamos lo que nos esperaba. Con esfuerzos y ayudándonos para pasar las bicis, conseguimos sortear el inmenso portillo.
Nuevamente en la carretera proseguimos un kilómetro para abandonarla a nuestra derecha campo a través para salir a la carretera de Torvizcón, y a la fuente del Enjambre.
En la fuente aguamos y pretendemos proseguir por la Loma del Enjambre hacia el lecho del Río Guadalfeo, y por los Tablones regresar a la Venta del Puente. Hay camino pero por desuso está perdido y no hemos dado con él. Con la experiencia de la finca vallada, no hemos querido tentar más a la suerte.
Por carretera volvemos sobre nuestros pasos, y otra grande a la saca.
Como siempre un placer compartir pedales y vivencias con los ZZ y Z y dar gracias a chiken por sacarse de la chistera un recorrido de diez.
NOTA: pedimos disculpas a los propietarios de la finca cortijo la Cañada por pasar por la finca. Desconociamos que fuese una finca privada. Al bajar desde arriba, no vimos ningún cartel anunciador que prohibiera el paso. Prohibición que si se hacía constar junto a la valla y cancela de entrada. De haberlo sabido, hubiéramos continuado por la carretera.
Entre el litoral granadino y Sierra Nevada se encuentra la Sierra de Lújar, epicentro de las comarcas del Valle de Lecrín, Alpujarra y Costa y que esconde en su interior una de las historias mineras más sorprendentes.
El 60% de la Sierra de Lújar pertenece a Órgiva, un lugar en el que existían (existen) minas de plomo y florita, en las cuales llegaron a trabajar hasta 300 personas, muchas de las cuales habitaban en Órgiva. Este municipio tenía entonces unos 9.000 habitantes (actualmente tiene casi 6.000), cifra que se vio incrementada por las familias que se trasladaban para trabajar en sus minas y en las del Conjuro.
Los Griegos fueron los primeros en encontrar yacimientos de interés mineral, el principal, la Sierra de Lújar. Los Cartagineses explotaron las minas de plomo de las montañas Alpujarreñas. Los romanos trajeron la industria minera de la fluorita, introduciendo técnicas únicas de explotación.
Según cuenta la historia, la explotación minera de la Sierra de Lújar data de tiempos inmemoriales. Los helenos fueron los primeros fundadores de varias colonias de interés minero y, entre las principales, la Sierra de Lújar. También es sabido que los cartagineses explotaron minas de plomo en esta sierra alpujarreña y, posteriormente, la romanización trajo consigo el florecimiento de la industria minera, introduciendo singulares tecnologías de arranque y profundización.
Destaca la fortificación de galerías construyendo muros de construcción y bóvedas en piedra seca, algunas de las cuales han resistido hasta la actualidad. Este modo de entibación se continuaría hasta bien entrado el siglo XIX.
Antiguamente el transporte del mineral se efectuaba con mulas y cable. En total existen 145 kilómetros de galerías y unos 50 socavones, la mayoría unidas unas a otras por galerías y pozos. Las extracciones principales han sido del mineral de plomo, plata y fluorita.
Fluorita:
Mineral constituido por fluoruro de calcio, compacto e incoloro o de colores variados (violáceo, rosado, amarillo o verde), debido a los óxidos o las impurezas, y brillante; se emplea en metalurgia como fundente.
El Rey Fernando VII anuló todos los privilegios de explotación minera de los nobles, caballeros y otras distinciones. Él ejecutó una nueva legislación minera de un modo más liberal, así España se convirtió en el principal país Europeo productor de materias primas
A mediados del siglo XIX, ingenieros Belgas y Alemanes llegaron a la Sierra de Lújar para reactivar su minería. Es para destacar, el alto grado de perfección logrado en los trabajos de topografía.
En 1842 ya existían en Órgiva 59 minas de plomo y 5 minas de cobre funcionando. En 1860, la Sierra de Lújar mantenía 9 factorías de fundición. Actualmente es la única mina de fluorita activa en Andalucía.
Minera de Órgiva es la actual concesionaria de la concesión de explotación “LÚJAR Nº 30.411” situada en el término municipal de Órgiva (Granada).
En ella se explota la fluorita (de nombre comercial espatoflúor), que es considerada materia prima mineral prioritaria según real decreto 647/2002.
Órgiva es considerada la capital de la comarca de la Alpujarra granadina, que desde siempre ha estado ligado a la minería. Los fenicios ya empezaron a explotar el yacimiento, posteriormente los Romanos y así hasta la actualidad.
Durante los años 70-80, y de la mano de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya, la actividad de la mina vive sus años gloriosos, llegando a contar con planta de flotación propia, y dando trabajo a cerca de 270 trabajadores. Dicha empresa cierra en el año 1989.
En el año 2010 y con la incorporación de nuevos socios, Minera de Órgiva reactiva la explotación de la mina estando actualmente en explotación.
Esto es parte de la historia por donde hoy vamos a adentrarnos en la Sierra de Lujar, haciendo por el Barranco del Castillejo, que es el acceso a las minas de Carriles. El carril del paso de los camiones, está pésimo. Gran cantidad de guijarros, piedras y cantos rodados en la plataforma del carril impiden una subida menos dolorosa, siendo esta de por sí ya dura por el fuerte desnivel que salva desde el inicio hasta coronar en la parte alta de la boca del socavón San Luis y las ruinas del Cortijo Colorao, desde el cual, las panorámicas cenitales visuales que observamos de Sierra Nevada son brutales.
Seguimos ascendiendo hasta coronar un colladete previo a una corta bajada que da inicio a la subida al cortijo de la sepulturilla, ubicado en un paraje bello y tranquilo. A partir de aquí, el camino cada vez es más áspero descarnado y roto. Además de ello, el desnivel a cada metro es más dificultoso conforme avanzamos hacía la Culebra, donde el carril (lo que queda de él) se amansa y nos descansa, lo que aprovechamos para darnos un respiro y tomar algo de refrigerio conforme el resto de los rezagados van llegando. Desde la cúspide de esta gran loma, el horizonte que vislumbramos es amplísimo y generoso tanto al norte, como al sur.
Reunidos todos los componentes, proseguimos hacia el paraje de los Dornajos. Un bosquecillo de pinos donde se encuentra el refugio de cazadores. El lugar es bello y acogedor y te "invita" a detenerte y contemplar todo lo que te rodea.
Continuamos hacia adelante en una pequeña subida que da origen a un fuerte desnivel. Hay que tener cuidado, pues aunque corta, es peligrosa.
Seguimos avanzando en busca de la Cuerda de Los Pelaos dando vistas al oeste, para girar al sur en busca de la Cuerda de los Pelaos. Hasta llegar al sendero que baja a la derecha al Cortijo de la Hoya del Señor. Nosotros tomamos la izquierda para seguir toda la cuerda. El camino conforme avanzamos, se va perdiendo. Vamos entre piedras y lajas sin ningún tipo de manto vegetal. No hay nada. Nada salvo unas panorámicas sobre las antenas aún lejanas que te quitan el hipo (si es que lo tienes). El sendero es ciclable salvo algunos tramos que pondremos pié a tierra.
Conforme vamos acercándonos al Mojón de Lujar, las panorámicas sobre Motril y su costa, son emblemáticas, alucinantes y soñadoras.
Las antenas y repetidores las tenemos a tiro de piedra, y el camino malo se torna bueno al tomar el carril que da servidumbre a ellas.
La bajada desde las antenas al Puerto Camacho, es vertiginosa. Un visto y no visto. El sacrificio que cuesta subir, y lo fácil que es bajar...
Tras un tramo corto de carretera, abandonamos esta a nuestra izquierda por un carril junto el Cortijo Cantares, el cual seguimos en un sube baja por la falda del Alayón entre almendros donde muere junto a una antigua balsa de riego.
A partir de aquí, tomamos una senda muy perdida por exceso de vegetación que nos lleva a las ruinas de un antiguo cortijo y sus labores (desconozco el nombre) y desde el cual, el camino se abre para seguir un sendero que se une a un carril sin uso reciente pero ciclable.
Son cuatro kilómetros de bajada disfrutona buscando nuevamente la carretera, hasta que en la unión con esta, nos vemos sorprendidos por una gran valla metálica y una enorme y segura cancela. Ignorábamos lo que nos esperaba. Con esfuerzos y ayudándonos para pasar las bicis, conseguimos sortear el inmenso portillo.
Nuevamente en la carretera proseguimos un kilómetro para abandonarla a nuestra derecha campo a través para salir a la carretera de Torvizcón, y a la fuente del Enjambre.
En la fuente aguamos y pretendemos proseguir por la Loma del Enjambre hacia el lecho del Río Guadalfeo, y por los Tablones regresar a la Venta del Puente. Hay camino pero por desuso está perdido y no hemos dado con él. Con la experiencia de la finca vallada, no hemos querido tentar más a la suerte.
Por carretera volvemos sobre nuestros pasos, y otra grande a la saca.
Como siempre un placer compartir pedales y vivencias con los ZZ y Z y dar gracias a chiken por sacarse de la chistera un recorrido de diez.
NOTA: pedimos disculpas a los propietarios de la finca cortijo la Cañada por pasar por la finca. Desconociamos que fuese una finca privada. Al bajar desde arriba, no vimos ningún cartel anunciador que prohibiera el paso. Prohibición que si se hacía constar junto a la valla y cancela de entrada. De haberlo sabido, hubiéramos continuado por la carretera.
Waypoints
Waypoint
1,841 ft
Cortijo el Enjambre
Waypoint
2,533 ft
Cancela y valla perimetral.
Waypoint
2,562 ft
Cortijo la Cañada
Waypoint
3,645 ft
Tramo Vereda con mucha vegetación
Waypoint
6,109 ft
Vértice Sierra de Lujar 1878 m
Waypoint
4,308 ft
Mina de San Isidro
Waypoint
0 ft
Mojón de Lujar 1810 m
Waypoint
4,442 ft
Cortijo de la Sepulturilla
Waypoint
3,760 ft
Cortijo del Pozo Colorado
Comments (3)
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Hola juan,otra mueca para el revolver jaja,como comentas si sabemos lo de la cancela no nos metemos por hay,en fin ya sabemos lo que hay y para otras expediciones no pasamos mas por hay ,pero si tenemos que rematar la faena,que nos quedemos con las ganas
un saludo
Hola Pepe!!!.
Pues, eso...que hay que rematar la faena.
Fue un día extraordinario. Bueno, como todos los que se investiga algo nuevo. (salga bien, o medio mal).
Otro grande para ti, maestro!!!.
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Muy bonita!!