SIERRA DE SEGURA Día 1. Siles- Segura de la Sierra- EL YELMO

Día 1. Salida de Siles por olivares dirección sur. Por la umbría de la montaña ganamos altura y en un recodo divisamos a lo lejos el castillo de Segura de la Sierra y detrás la imponente mole de El Yelmo. Justo ahí tira para arriba una pista que va directa al alto de Peñalta. La tomamos. Se empina y bien y más arriba hay que poner pie en tierra. Aún así seguimos y finalmente llegamos al alto, con su refugio limpio y sus impresionantes vistas. Subidón, y toca bajadón... De vuelta al lío por la pista bonita, que más abajo se convierte en el GR247, que nos acompañará toda la travesía. En algún momento tenemos problemas para seguir el track y perdemos el rumbo. Parece mentira pero ahí estamos, dando tumbos sin sentido. Perdemos tiempo y fuerzas, y finalmente, en Los Estrechos, retomamos la senda buena. La tomamos y le tiramos durante mucho tiempo, un tiempo maravilloso colgados de la falda de la montaña con el bello pueblo de Orcera en el valle. Luego el GR se empina para ir a buscar el pueblo de Segura de la Sierra. Sí o sí toca pateo, y es así como ganamos el pueblo. Un pueblo árabe medieval en toda regla: colgado de la montaña, con sus antiguas puertas, sus baños árabes, sus murallas. Y en la parte alta, su bar, donde repostamos. Luego, al salir del pueblo, una bajada muy técnica y peligrosa para retomar una subida imposible de hacerla montados. Muy penoso el avance, para de últimas entrar en una enorme área quemada. Un inmenso incendio el verano pasado calcinó miles de hectáreas, entre los farallones de El Yelmo y Segura de la Sierra. El impacto visual, descorazonador; el destroce físico, total. Cuando por fin salimos a pista abierta estamos exhaustos y el reloj corre en nuestra contra. Comemos algo y seguimos camino. Estamos en las faldas de El Yelmo. Pasamos la fuente del tejo y al rato tocamos asfalto. Seguimos el track, que más adelante se quiere adentrar en una zona de difícil acceso. Una mujer nos informa que ese camino no existe, que es muy extraño que nadie haya tomado esa dirección para subir a El Yelmo y menos en bici. Así, seguimos su consejo y damos media vuelta en busca de la carreterilla que sube a las antenas. Subimos y subimos y nunca acaba la subida. No hay paredes, pero es muy larga y llevamos los petates arrastrando todo el largo día. En un cruce podemos bajar dirección Río Madera o subir a la cumbre. Sabedores que en la cumbre hay un refugio decidimos tirarle. Tres kms con la noche en ciernes y las fuerzas más que justas para por fin coronar. El refugio espectacular, preparamos el vivac para pasar la noche y le damos caña a los hornillos para calentar fideos y arroces.