(Sierra de Segura) Pontones-La Umbría-La Toba-Pontones por Despiernacaballos

Salimos desde Pontones (Pontón bajo) a las 9 de la mañana con una temperatura fresca pero algo mejor que el día anterior, y estaba en torno a los 7 grados. Tenía dudas sobre si habría tanto barro como el día anterior en la subida a los Campos, o si por el contrario la temperatura habría mejorado el firme, y así fue. Apenas pisamos barro.

Nuestra ruta transcurre desde la pista paralela al Río Segura durante 4 kilómetros para girar a la izquierda pero inmersos en un paisaje espectacular aunque la vegetación aún esté despertando del invierno.
Hay que pasar un vadeo del arroyo Masegoso que si no lleva mucha agua, como hoy, se puede cruzar sin bajarse de la bici al no tener un suelo demasiado abrupto.
Tenía mi ruta preparada y cuando llevábamos unos 6 o 7 km de repente se terminó al llegar a una casa llamada Cortijo de Masegoso Alto. No encontrábamos la salida y enseguida pensé en lo duro que sería dar media vuelta. La suerte quiso que saliera un señor muy amable que nos indicó por dónde podíamos continuar hasta llegar a alcanzar la carretera de las Cumbres.

Caminando por un fuerte repecho con mucha maleza y a ciegas, seguimos subiendo y subiendo hasta que de repente el sendero se perdió. Llegados a este punto la serenidad y la lógica deben anteponerse para poder continuar, y si el señor de la casa de antes nos dijo que esa senda nos llevaría hasta la carretera, es porque así debía ser. Pero...no era así.
Tras divagar un rato y mirar por aquí y por allí vi una barra de hierro que cerraba un paso en el que imaginé que alguien, en algún momento anterior debió llevar y colocar, así que la cruzamos y seguimos adelante hasta llegar a un claro bastante grande sin vegetación que pensé sería la salvación. Pero el problema no acaba aquí: no había salida 😱!
Nos pusimos a buscar rodeando el claro mencionado y la casualidad quiso que observase una rodada de moto antigua y siguiéndola me llevó a una senda y después a una pista en desuso, pues hacía muchos meses que nadie pasaba por ahí. Desde ese momento respiramos y pudimos volver a disfrutar del entorno.

Hay muchos metros que NO SON CICLABLES, al menos para mi que tuve que poner pie a tierra varias veces y muchos metros, pero la experiencia fue maravillosa, porque llevábamos agua, comida y mucho tiempo por delante. Hay que tener buena forma física para meterse por aquí, sabiendo a lo que se expone una persona si no lleva suficiente agua o comida, o incluso si hiciera mucho calor.

Seguimos rodando por pista en mal estado llena de agua por todos sitios y con desniveles constantes hasta llegar a un cortijo que se llama Cortijo de la fuente del Chorro, aunque hay que desviarse unos metros de la ruta para verlo. Lo que no vimos fue la fuente ni el chorro jaja.
Volvimos a la ruta de nuevo y llegamos a un portón que afortunadamente no estaba cerrado más que con una cuerda que abrimos y volvimos a cerrar tras nuestro paso.

Desde aquí llegamos a la pista de la Umbría, de manera que no tuvimos que llegar hasta la carretera de las Cumbres pues habíamos acortado algunos kilómetros aunque fueron muy duros.
Ahora toca girar a la derecha y por pista de tierra con mucho barro por estar en un terreno algo más llano con el Barranco del Palancar a nuestra izquierda, hasta llegar al cruce de la aldea de Cabeza Gorda cuyo camino de tierra se termina al llegar allí pero no era nuestro propósito hoy, así que seguimos camino ahora en un fuerte descenso hasta pasar por otra pequeña aldea llamada La Umbría con tres casas nada más.
Continuamos descendiendo hasta llegar a un vadeo voluntario por el arroyo del Torno pues existe un pequeño puente para evitarlo si se desea.

Llegamos a la Venta del Pescador que es un antiguo bar situado en la carretera de Río Madera, para enlazar con ella en dirección a La Toba. Allí visitamos el nacimiento de la Toba en su cueva y bebimos agua pura del manantial. También comimos allí y tras descansar no demasiado tiempo para no enfriarnos, retomamos ruta haciendo una subida muy larga y dura llamada Despiernacaballos, que quien le puso el nombre nos puede dar una idea del desnivel que acumula la dichosa subida.
El premio son las vista que vamos ganando con la altura llegando a ver los valles de Río Madera a la izquierda, y el valle del segura ya quedando a la derecha.

Tras la subida, coronamos en Cañada Hermosa donde se registran las temperaturas más bajas en determinadas épocas del año y, siguiendo la carretera A-317 en dirección a Pontones llegamos a nuestro destino completamente satisfechos y algo cansados, pero dispuestos a repetir.