Sierra Espuña - 500 Curvas - Rio Espuña - El Salvaje - Mil Curvas

Fantástica ruta cuyo origen está en el pequeño aparcamiento que hay junto al trasvase. Iniciamos la subida por las 500 curvas, a las que llegamos a través de una senda con un par de rampas iniciales que calientan rápidamente las piernas pero que, sin duda, es muchísimo mejor y más bonito que ir por el asfalto junto al trasvase.

La subida por las 500 curvas es sencilla, se trata una senda amplia y con buen piso, con una zona muy bonita en la que vas enlazando una curva tras otra pero sin dificultad alguna, atravesando un precioso bosque de pinos y con el valle a la izquierda.

Una vez arriba, pequeño descanso para reagrupar y seguimos subiendo un poquito más por pista, hasta que la soltamos a la derecha a través de un corto tramo de senda empinada que les dará vidilla a los más bajadores.

Tras ese corto tramo, iniciamos otro por el que vamos por el fondo del valle, alternando pista y sendas muy chulas, también sin dificultad pero muy bonitas para llegar al Centro de Interpretación. Desde las 500 curvas se puede llegar ahí directamente por pista pero la alternativa que propongo es realmente recomendable, tiene la misma distancia y apenas 50 ó 60 metros más de desnivel acumulado.

De ahí cogemos la pista de subida al Collado Bermejo pero la soltamos muy pronto a la derecha, cogiendo una senda que nos deja justo detrás del bar de la Fuente del Hilo. Se puede ir por el carril-bici pero así es mucho mejor.

Cogemos un poquito de asfalto en subida para soltarlo a la izquierda, encarando la subida por el río Espuña, se trata de una subida por pista pero muchísimo mejor que la tradicional al Collado Bermejo al transcurrir por el fondo del valle, estando más cerrada y con más alternancia de desniveles. Recomiendo paciencia y no calentarse mucho al inicio porque tiene poca pendiente pero se recupera todo al final, hay que guardar un poquito.

Y es que, tras unos kilómetros, llega una curva cerrada a la derecha y ya se empina la pista hasta el final, no es nada exagerado ni imposible pero agradeceremos haber subido con un puntito de menos. Ese tramo es el mejor pese a ser el más duro porque comenzamos a enlazar curvas empinadas pero con buen piso, que nos permiten la tracción suficiente como para subir sin tener que sufrir derrapes, ese tramo con tierra suelta sería un infierno je,je,je.

Salimos a otra pista, esperamos al resto del grupo, y bajamos un poquito para encontrarnos con la que sube al Collado Bermejo, que cogemos para ir al mirador, al que nos queda muy poco, para tomarnos algo y echarnos las fotos de rigor. Comienzan las risas tontas porque queda lo mejor.

Deshacemos un poquito de camino para, inmediatamente, coger una senda a la derecha que nos dirigirá al plato fuerte del día, la trialera de "El Salvaje", aunque para ello hemos de llanear unos tres kilómetros de fantástica senda, con tramos bastante cerrados que obligará a llevar cuidado a aquellos con manillares más anchos.

En el momento en que veamos que la senda coge pendiente y, sobre todo, se suelta el terreno, estaremos en el inicio de la trialera, de lo mejor de Sierra Espuña, aunque exige cierto nivel, no es apta para los más nuevos, los más bajadores las van a disfrutar a lo grande.

Lo más complicado es el inicio por ser donde más pendiente existe, se coge una curva a la izquierda, otra a la derecha y todo recto hacia abajo con un desnivel considerable, con un lecho lleno de roca y piedra. Está genial aunque buena parte se bajará aquí. Aún así, el tramo es corto y se puede volver a subir rápidamente después, continuando hasta un pequeño repecho que nos lleva al inicio de la segunda parte de la trialera.

Esta segunda parte es mucho más larga, unos dos kilómetros y con una pendiente más moderada pero no os engañéis porque es técnica, es una continua sucesión de escalones, piedras y raíces que no da tregua y, si no estás muy acostumbrado a este tipo de trialeras, acabará cansándote los brazos. De todos modos, cada uno a su ritmo y su velocidad y la podréis hacer, eso sí, ojito con los nuevos, que se vienen arriba muy rápido y se van abajo más rápido todavía je,je,je.

Terminamos el plato fuerte del día de nuevo en la pista del Collado Bermejo para dirigirnos a las conocidísimas Mil Curvas, para ello hay que pistear otro pequeño trayecto que incluye una pequeña subida que castigará a los que vayan flaqueando.

Las Mil Curvas es una senda de casi seis kilómetros de largo, muy entretenida para todos, puesto que su dificultad es escasa y consiste en lograr trazar la infinidad de curvas que tiene sin echar pie a tierra, con un mínimo de habilidad podréis hacerlo. Si quieres más rock'n'roll, se puede lanzar la bici a todo trapo y pedalear con fuerza a la salida de cada curva para coger fuerte la siguiente. La puede disfrutar todo el mundo.

Finalizaremos en el trasvase donde volveremos a los coches, cargaremos las bicis y a disfrutar de un buen almuerzo para contarnos las anécdotas del día. El Jarro del Oro es muy conocido en el ambiente ciclista y está cerca.

Una ruta en un entorno fantástico, con una subida muy entretenida, sin ser excesivamente dura y con la que iniciamos un descenso espectacular, sobre todo con "El Salvaje", del cual os acordaréis para siempre. Ahí radica la dificultad de la ruta.