Sierra Seca de Castril, Peñón del Toro

El Parque Natural Sierra de Castril ocupa 12.696 hectáreas, incluidas en su totalidad en el término municipal de Castril. Se sitúa al noroeste de la provincia de Granada limitando con el jienense Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Las alturas del parque oscilan entre los 850 metros en su parte más baja hasta los 2.135 metros de Mojón Alto o Pico Tornajuelos (sin embargo en el mapa de IBERPIX, el más alto es el Buitre, con 2.141 m). Las especiales características geológicas de estas sierras han favorecido la existencia de abundantes cuevas como la Cueva de Don Fernando, que es la de mayor profundidad y longitud de Granada con numerosas galerías y salas de incomparable belleza.

La riqueza y diversidad de los valores ambientales y culturales de la Sierra de Castril motivaron su declaración como Parque Natural por parte de la Junta de Andalucía en 1989.

El río Castril constituye un hábitat de gran variedad y belleza donde se pueden encontrar especies, entre las que destacan la trucha común y la nutria. En las zonas más bajas aparecen encinas y pinos carrascos que ceden los lugares más húmedos a quejigos, fresnos y arces. El pino salgareño o laricio se impone en las franjas más altas junto con la sabina rastrera y los piornales que colonizan las crestas y los roquedos. En los impresionantes paredones verticales anidan importantes poblaciones de buitre leonado, que tienen en estas sierras su límite suroriental de la Península Ibérica.

El espectacular relieve de esta sierra, con altas cumbres carbonatadas surcadas por el río Castril que se encaja sobre margas y arcillas menos competentes, que ocupan el núcleo de un sinclinal, provoca la profusión de manantiales y el desarrollo de numerosas formas kársticas como dolinas, lapiaces, simas grutas, galerías…

En la zona norte del Parque Natural Sierra de Castril, se encuentra Sierra Seca en la que se encuentran elementos muy singulares de estos montes. Aquí se sitúan cuevas como las del Muerto conocida por sus estalactitas y estalagmitas; la Cueva Don Fernándo, la más profunda y larga de Granada y una "playa" a más de 2.000 metros de altitud, en la Laguna de Sierra Seca, una pequeña cuenca cerrada en la que durante una buena parte del año se forma una laguna a partir del agua de lluvia y/o deshielo. Aquí reina la belleza.

Y tras esta breve descripción:
Cinco amigos y compañeros de sufrimientos beteteros, iniciamos en Huescar, la capital del Altiplano granadino esta por la Sierra Seca del Parque Natural de La Sierra de Castril.

Desde esta población, nos vamos alejando por el camino de Parpacén y el barranco de La Parra, hasta dar con el Canal de Regadío de San Clemente, que toma sus aguas del Pantano cercano y del mismo nombre, hasta llegar a la ermita del Santuario de la Virgen de la cabeza, del siglo XVII. A partir de aquí, vamos por la carretera de Huescar a Santiago de La Espada que surca una gran meseta sembrada de cultivo de secano. Abandonaremos la carretera para desviarnos a nuestra izquierda, hacia el Puente de Las Ánimas, de origen Romano, y la pedanía Canal de San Clemente. Abandonamos esta pedanía a nuestra izquierda en dirección al Río Raigadas, que alimenta el Pantano de San Clemente. Muy cerca del camino, a nuestra izquierda observaremos los restos de un antiguo acueducto romano y continuamos por el camino del barranco de Cánovas entre labores de secano, principalmente Avena, hasta llegar a una gran planicie verde, donde se encuentra el Cortijo de Cánovas. Aquí, somos recibidos por un gran rebaño de cabras vigiladas por los mastines y su pastor. Primer receso del día, y tras los saludos pertinentes proseguimos en ascenso entre vegetación de monte bajo hacia el Barranco de Los Tornajos, el Cortijo del Carrascal, Barranco del Chaparral y Cortijo del Escribano que se encuentra en la falda de Sierra Seca. Aquí comienza lo serio de verdad: encaramos un carril con gran cantidad de guijarros, piedras sueltas y pequeños cantos rodados que nos harán penar y sufrir, el salvar estos "pechos" por el desnivel y dureza de los mismos.

Conforme ascendemos, y ganamos altura, las vistas en los horizontes se van abriendo y ampliando, pero es tan dura la subida, que no podemos relajarnos. Solo cuando avistamos el Peñón del Toro, la subida nos da un respiro, y nos permite levantar la cabeza. Las vistas son inenarrables. El Pantano en la lejanía, La Sagra, Las Cuerdas y crestas de Sierra Seca y Sierra de Castril con nieve, Los Prados del Conde, el Refugio del mismo nombre, La Sierra de Cazorla Segura y Las Villas.....una explosión de belleza natural que embriaga el espíritu por la singularidad del terreno, por su inmensidad, por su silencio, por la soledad más profunda y absoluta, por la borrachera de sensaciones que sientes y vives!!. Que más se puede decir?....

Pues que tenía muchos deseos de conocer esta zona de la Sierra de Castril, y para esta ocasión, acompañado de amigos de FREILABIKE Y DEL CLUB DE HUESCAR, se ha presentado la oportunidad de que los deseos se hagan realidad.

El regreso lo hacemos por el mismo camino de ida, salvo bajando al Cortijo de La Noguera, y por la carretera de Santiago de La Espada, nuevamente a Huescar. Durante el trayecto, cerca de la carretera, junto al Cortijo de la Fuente de Piedra, vimos como una colonia de Buitres Leonados, devoraban una oveja. En total conté 20 ejemplares. Imágenes como estas, en TV las vemos con frecuencia en documentales, pero verlas en directo, en la realidad, es la primera vez que lo veo.

En Huescar, disfrutamos de un tercer tiempo de lujo a base de Cordero Segureño, Lomo de Orza y demás viandas, junto con embutidos típicos de la zona norte de Granada, que nos dejó dispuestos y recuperados para otro "atracón" por el Parque Natural de La Sierra de Castril, que será pronto para conocer las lagunas (eso espero y deseo) que a tiro de piedra las hemos tenido hoy.

Agradecer la ayuda inestimable de Fede y Rogelio al hacer de guías, y de Juan y Emilio por acompañarnos, que sin todos ellos, no hubiese podido cumplir mis deseos.