sinarcas-mirador alcaide-alto valdesierra-charco negro-hoya hermosa-rincón de la sabina-cerro carpio-sinarcas 10-04-19

Ante todo quiero hacer mención especial a aquellas personas que dedican parte de su tiempo en preparar, contrastar y realizar, ese tipo de ocio en el que muchos de nosotros nos recreamos para disfrutar en cualquiera de los entornos que la madre Naturaleza nos regala. Mi agradecimiento a todos ellos.

Hacia un tiempo desde esta gran travesía, que no me acercaba por esta zona y sabedor de que bien merece la pena rodar y visitarla, decidí apuntarme a pasar esta buena mañana con los amigos de la EMT de Valencia, así con la propuesta del amigo Sergio siendo natural del pueblo, lo que ayuda a seguir pensando aquello de que hay y mucho, margen para ampliar los caminos y sendas que la Naturaleza nos brinda.

Como suele pasar en estos casos, lo primero es el madrugón que conlleva, que pronto se ameniza en Valencia con la presencia de Mateo y Miguel donde quedamos para mitigar los kilómetros de coche, charlar de la ruta y demás inquietudes para próximas batallas. Poco antes de las 8:00 hacemos acto de presencia en el punto de salida, el bar de Sinarcas donde al final nos relajaremos con la comida predispuesta.

Con algo de fresco se inicia la marcha de esta nueva aventura por tierras lindantes a Cuenca; salimos del pueblo por los llanos de Pedazuelos dirigiendomos a El Carrascal y al mirador sobre el Rincón del Alcaide, primeros de los puntos que Sergio hace hincapié para admirar buenas vistas. Pasando por la Ermita de San Marcos, se inicia la senda de Las Hoyuelas en la que disfrutamos como enanos hasta la pista de la Hoz del Regajo, la cual abandonamos tras cuatro kilómetros y adentrarnos hacia el barranco Borbón con dirección al camino de Zafra; hasta este punto el sufrimiento a sido más bien escaso y disfrutando del buen entorno por el que nos movíamos.



Ahora toca tensar cadena y apretar musculo para llegar al alto de Valdesierra, una tachuela de dos km. con un desnivel aproximado de 180 metros, nada que no se pueda superar con ganas y cada cual a su aire. Un descenso vertiginoso hasta la pista donde se empieza a ver la cola del Embalse de Benagéber; un ascenso de kilómetro y medio, y de vuelta a bajar hasta el Charco Negro donde Sergio nos tiene una buena sorpresa con un tentempié como avituallamiento, incluido el café.

Desde este punto y hasta casi el final de ruta van a ser unos 25 kilómetros de continuo ascenso, con dos pequeños momentos en los que recuperar aliento y rea juntarnos, como el Collado del Moro, la zona de Hoya Hermosa y el Rincón de la Sabina, son especialmente encantadoras, profundamente frondosas y espectaculares para rodar y admirar un bello entorno forestal hasta llegar al camino de Benagéber. Tras dos kilómetros lo abandonaremos para seguir por el camino de Lurdilla hasta el desvío a la cuesta de las Viñas y terminando en el duro ascenso al alto del Cerro Carpio; la recompensa será la sendasca final al pueblo.

El trabajo realizado en esta ocasión en el recinto de la fantástica oficina de la naturaleza, ha sido enmarcado con gran nota, un espectáculo de recorrido en el que ponemos un notable alto al maestro Sergio, y como es de buena costumbre, al compañerismo de los currantes que han participado en este esplendoroso y árduo trabajo de recorrer los trayectos programados por unos y otros.
Tras la satisfacción de darle gusto al apetito, nos emplazamos hasta la próxima planificación, donde nos depare la imaginación del maestro que recibe el turno del siguiente planing.