Sobrarbe. Camporrotuno-Buil-Sarratillo. Ruta del Arraclán. 1-SEP-2023

Una gran ruta corta con predominio de senderos, algún tramo de pistas, fósiles indicadores, pueblos con historia, parajes desolados en la grandeza, panoramas gigantes.
Repetición de la ruta de la "zonazero" con ese nombre aragonés para el escorpión o alacrán.
Difícil por algunos tramos de grandes escalones en pendientes pronunciadas, curvas reviradas y piedras sueltas. Fácil por los senderos estrechos, limpios y rápidos. El conjunto es muy recomendable y entretenido. Señalización bastante exhaustiva que hace casi prescindible el gps en buena parte del trayecto.
Iniciamos la ruta en el pueblo de Camporrotuno, a pocos kilómetros de Aínsa, desde donde subimos por una pista cómoda durante 3 km hacia el Oeste. Pasamos por la ermita de San Lorenzo y comienza luego un sendero en el pinar que va siendo sustituido por frondosos robles y encinas. El sendero es de lo más ameno y con vistas hacia los picos altos del Sobrarbe como las Tres Sorores a lo lejos o la Peña Montañesa más cercana. Se suceden sendas entretenidas con algunos pasos puntuales de dificultad por la pendiente, los grandes escalones o las curvas muy retorcidas. Atravesamos por una zona con multitud de fósiles que aquí llaman "dineretes" por la forma circular. Son Nummulites, unos Foraminíferos desparecidos hace millones de años que indican el lugar en el que hubo un mar somero. Sobre un antiguo mar llegamos al pueblo de Buil, en las laderas de un alcor perfecto. El pueblo tiene dos iglesias que conviene visitar. En la de Santa María han instalado una exposición de fotografías antiguas de los pobladores de la zona. Algunas fotografías de Lucien Briet indican la importancia del sitio.
Tras la visita provechosa seguimos el camino por una pista asfaltada hacia el Sur que se dirige a la Cueva del Anís y a Sarratillo, un conjunto de casas de piedra junto a un camino que bordea la pista de aterrizaje de ultraligeros. En medio del paraje impone la singular estructura. Continuamos la sucesión de estrechos senderos excelentes, rápidos, con variadas inclinaciones y algunos pasos de subida o bajada que sólo los expertos podrán superar sin poner pie en tierra.
Antes de llegar a Castejón de Sobrarbe comienza la última parte de subida con alguna zona de agua para perros sedientos. Unas pozas limpias hacen las delicias caninas.
El final, tras pasar por la ermita de Santa Bárbara, es una buena bajada hasta el pueblo de Camporrotuno.