Sobrarbe. La selva del Irués. 25-JUL-2020

Es una repetición de la ruta 8 de la página zonazero de Aínsa, ruta que califican de difícil. Ruta muy variada, indicada de manera especial para días calurosos porque gran parte discurre por bosques y cerca de ríos.
El punto de inicio es el pueblo de Escalona, en la orilla derecha del río Cinca.
Desde el pueblo baja una pista hacia el río por campos y alamedas que llega a la carretera y luego, tras cruzar el puente sobre el río Cinca, sube hacia Laspuña. Una vez en este pueblo seguimos hacia arriba por una pista asfaltada que se dirige a Ceresa; en el km 3,3 la dejamos para seguir a la izquierda la pista Fuente Selva que sube por zonas con vegetación más abundante y buenas vistas sobre los picos tresmiles del Sobrarbe, Monte Perdido, Añisclo, Punta de las Olas, hasta llegar al km 11. Ahí se termina la subida por esa pista. Durante 3 km bajamos y vemos a la izquierda una señal que indica Fuente Fornos. Es un sendero con una primera parte más exigente por los escalones de piedra, la fuerte pendiente y las curvas muy cerradas. Más adelante el sendero se templa y es más ciclable, ya en pleno bosque. Llega a un lugar inolvidable, el Barranco de La Garona, con un río que ha formado unas grandes formaciones esféricas en la roca y un desfiladero en el que hay alguna ayuda (un cable para apoyar las manos) para subir unos metros en una zona más complicada. Más adelante por la derecha se puede subir hacia una surgencia de agua: el Chorro, fenómeno natural acuático que en épocas primaverales es de gran impresión.
Después llegamos al río Irués, con una vegetación bien estructurada que en días calurosos como hoy se agradece una y otra vez.
Continuamos por el camino del Chorro de Fornos durante 3 km, subiendo y bajando por un sendero excelente en el que se cruzan otros ríos con pozas limpias que aprovechan los paseantes para solaz y esparcimiento. Es un sendero transitado por lo que hay que ir con cuidado y ceder el paso a los andarines.
El camino acaba en el pueblo de Badaín, presidido por una iglesia de gran torreón, lugar en el que conviene hacer una parada y disfrutar de las vistas sobre el valle del río Cinca, en donde desemboca el río Irués que hemos seguido.
Siguiendo el curso del río por la margen izquierda hay un sendero que sube y baja sin tregua pasando por zonas con grandes piscinas naturales muy concurridas por locales y forasteros. Agua limpia y sin cloro. Sin mascarillas.
El sendero acaba en una pista que lleva hasta el puente sobre el Cinca, lo cruzamos y tomamos el camino de ida por la alameda que nos deja en el pueblo de Escalona, principio y final de la buena ruta.