Sorondo-Aritxulegi

Salimos por Martutene en dirección a Astigarraga. De aquí, subimos a Perurena, para bajar en dirección Oiartzun. En Arbide nos desviamos por una pista de cemento que sigue la regata de Arbide. Seguimos por ella hasta el caserío Sarobe, donde tomamos un ascenso empinado a la izquierda. La pista, de barro y tierra, asciende duramente, pasando al lado de un corral donde se ven (y se oyen) aves exóticas, por lo que llamamos a esta cuesta "Pájaros". Tras una penosa subida, con tramos resbaladizos por lo que lleva llovido, alcanzamos una pista de cemento que cojemos hacia la derecha y nos sube hasta Sorondo. Bajamos ligeramente para coger la carretera de Artikutza, que abandonaremos enseguida por una pista que sale a la izquierda. Inicialmente bajamos un corto tramo, pero pronto empezamos de nuevo a subir. El terreno es pedregoso y de arena gruesa, lo que lo hace fácilmente transitable a pesar de la lluvia. Alcanzamos la pista de cemento que sube desde Karrika. Seguimos hacia arriba, pero pronto iniciamos un pronunciado descenso. El firme ahora se hace arcilloso y resbaladizo con la lluvia, lo que propicia algunas caídas, afortunadamente sin importancia. Llegamos a un caserío que tiene acondicionada una central hidroeléctica, lo que marca el inicio de una nueva subida. Una senda en pronunciado ascenso, seguido de un descenso que nos permite ver cascadas en terrazas, nos va a llevar al refugio de Aritxulegi. El impactante silencio que provoca la niebla y las formas fantasmagóricas de las hayas contribuye a dar el aspecto de un bosque encantado. Almorzamos y damos un manguerazo a las bicis en el refugio. Desde aquí bajamos por la carretera a Oiartzun y por donde hemos hecho la aproximación, volvemos a casa