Subida a los Lagos de Covadonga

Fin de semana redondo pese a mis dudas iniciales. No tenía nada claro que pudiese aguantar una subida de ese calibre, sobre todo después de que Euge me enviase la foto del perfil que veis (son 13 quilómetros duros) pero finalmente ha sido que sí. La clave era mantener un ritmo lo más constante posible, y así lo hemos hecho. Hasta el km. 6 la subida es suave y asequible, pero a partir de ahí la cosa va a peor hasta llegar a 'La Huesera' donde las rampas son empinadas de verdad. Hasta ese punto llevaba siempre un piñón o dos 'de reserva', pero en ese tramo tuve que utilizar todo lo que tenía. El cambio saltaba cuando cambiaba a la marcha más alta, justo en el peor momento, pero utilizando el tensor de la maneta conseguí arreglarlo sin tener que parar. El ruido era bastante feo, pero funcionaba. Las curvas y los quilómetros iban pasando, como lo hacían las ovejas y las vacas que pastan libres por la zona. El paisaje era espectacular, con prados verdes, rocas enormes, árboles...incluso se podía ver el mar Cantábrico desde el 'mirador de la reina'. Era precioso. Los coches iban pasando lenta y constantemente y nosotros hacíamos lo propio, éramos conscientes de que lo íbamos a conseguir. Pasado ese mirador hay una bajada que te da un respiro (km.15) pero que en realidad es una trampa, porque las piernas se relajan y luego cuesta un poco retomar la subida. Ahí los coches se paraban por las vacas que venían de frente, pero yo no tenía ganas de bajar de la bici, así que adelanté a un par de ellos y continué mientras los pobres animales se apartaban a mi paso (menos mal). Un par de quilómetros más y llegamos al lago Enol (Lo podéis ver en la foto). Lo más duro había pasado. Una bajadita y de nuevo una subida (mucho más suave) y el lago Erdina apareció ante nuestros ojos. ¡Lo hicimos! (We did it! Como diría la repelente Dora la exploradora). Nos había resultado más fácil de lo que creíamos al principio. Sólo nos quedaba la cerveza de rigor con el queso asturiano que nos supo a gloria y regresar al coche. Pero eso ya sabíamos que era bastante más sencillo...