Talarrubias, Castillo de La Puebla de Alcocer, Cordel Serrano

Hoy me he levantado en una de esas pocas mañanas de verano extremeño ideales para montar en bici. Para ser agosto empiezo la ruta a las 8:30 con 14° y termino a las 12:30 con 20°. Un lujo.
Sé que no se debe, pero antes de salir me he echado pal cuerpo un par de porras y un café con leche. 😋.

Salgo con mi ebike. Voy camino de los 60 y no pienso renunciar a hacer un poco el cabra hasta dentro de unos años. No es lo mismo que cuando salía con mi rígida a los 30 (sin horquilla siquiera), pero casi 😊.

Paso por la plaza del pueblo para despedirme de las cigüeñas de la iglesia y enfilo el paseo recientemente mejorado que sale desde la gasolinera camino de la Puebla de Alcocer, evitando el asfalto, entro en este pueblo por el camino de Guadalperal.

He tomado de base el track de mariobike29 ( gracias por compartir ), Pero he hecho algunas variaciones.

Lo he hecho en sentido inverso para llegar al Castillo a primera hora y evitar el calor . Por otro lado, la subida no la he hecho por la carretera habitual, he callejeado por el pueblo y he utilizado el camino antiguo.

Es un camino que sube entre paredes, con rampas muy duras, que te hace poner pie a tierra por algún desprendimiento . Pero merece la pena el reto.

Una vez disfrutadas las vistas desde el castillo, he bajado directamente, por el camino más corto, a la ermita de la virgen de La Cueva, de la Puebla de Alcocer, pero hay que darse la vuelta porque la propia ermita interrumpe totalmente el camino de bajada.

Bajo rápidamente por un tramo de carretera y cojo una senda a la izquierda evitando el camino principal que baja hacia Esparragosa. Elijo un camino mucho más estrecho y divertido que pone los frenos y tu técnica a prueba.

Una vez abajo, salgo del pueblo hacia el oeste en busca del Cordel Serrano. Nada más empezarlo hay tres bajadas a velocidad vertiginosa. Cuidado con la última que acaba en un ángulo de curva de 90° a la derecha y hay grava en el suelo. No vayas a hacer un recto 😊

Siguen unos kilómetros de toboganes por el cordel que pueden parecer algo monótonos, pero, para alguien que vive y trabaja en el centro de Madrid, el contraste del campo dorado en verano con el cielo azul que no se acaba, es una bendición.

Sin darte cuenta te metes en una pequeña dehesa y girando a la derecha por el camino del Molino de Pacha regresas a Talarrubias pasando por la ermita de La Virgen Coronada.

Hoy he salido solo. Un recuerdo para los míos, mis ‘Tractorcitos’ , con los que exploraba ya estos caminos hace muchos años.

Que lo disfruten 😉