TEH 2023 E28 saint jean pied de port-bidarray-gorospil-urdax 28-06-23

Todo inicio tiene su fin, y no es otro qué disfrutarlo desde el principio hasta su fin con su planificación y realización. Si en el año 2019 tuvimos la genial idea de darle la vuelta a Euskadi, no había mejor manera que enrolarse con la Trans Euskal Herria "TEH". Este 2023 hemos cumplido, tal vez con uno de los mejores proyectos nacionales, montados en bici de btt, han sido 1.500 km con 35.000 m de positividad. Con caminos de todo tipo, senderos de ensueño y vistas que difícilmente se borrarán de la mente, incluyendo anécdotas, alegrías y una solidaridad que durante sus 40 días y 30 etapas.
 
Iniciamos la cuarta etapa con el gran sabor de la anterior y esperando que la gratitud de la Naturaleza nos siga bendiciendo con su esplendor. Para lo cual empezamos a dar pedales a las ocho y pronto a los tres escasos kilómetros, al pasar por el Pont d'Eyheraita llegando a Lasse y su Iglesia, nos dimos cuenta de que la frondosidad nos iba a acompañar durante toda la jornada, pasando por el encantador valle de Gastigarlépoa en Saint-Étienne-de-Baïgorry, y llegar al Hotel Barberaenea, tras una corta y gran pendiente, donde teníamos apalabrado los casi 35 cm. de bocata para el almuerzo, eso más unas cuantas birras.



Continuamos la ruta por parajes franceses repletos de un verdor profundo, hasta volver a cruzar frontera por el Valle Lizardiko, Irubelakaskoa y Itsusi, y contactar de nuevo con Navarra. Sin perder el verde manto de los Valles, volvemos a pisar frontera en el Col Des Veaux, Bertzun y Telleria para llegar a Urdax, comentando las vellas imágenes de los distintos valles y senderos a ambos lados por donde pasamos. Una vez cruzamos por el Molino de Urdax, aparcamos las monturas en el Restaurante La Koska, y que previo aviso de nuestra llegada dispusimos de la comida y el descanso oportuno. Dando paso a terminar la etapa, llegando a las Cuevas de Urdax, que con antelación se sacaron las entradas por su web, y habiendo dejado las bicis en los Apartamentos de Ikaburua, donde Gema nos recibió dando alojamiento y cena. El paso por el Roble Milenario de Urdax, lo saltamos por ajustar el horario a la visita de las Cuevas. Pudiéndose realizar a pie desde los apartamentos.

Visita a la Cueva, la sabia naturaleza ha dado forma a la humildad y constancia de una gota de agua. Estas cuevas milenarias esconden un riachuelo, Urtxume, y una historia, 40 minutos de visita ayudados de efectos de luz y sonido, que ensalzan la belleza y fuerza de la naturaleza. Según la leyenda, aquí habitaron las lamias, cuyas voces parecen escucharse a través de los ecos del arroyo que discurre por su interior.