Titán de la Mancha 200 Km. 2017

Segunda participación y una Titán muy distinta a la anterior. La del año pasado la hice en solitario, ya que mi compañero Bere se lesiono durante el verano y no estuvo a punto para la salida.Fue dura. Me enfrentaba a un gran reto, sobre todo por lo desconocido. Nunca habia hecho tantos kilometros en un dia, y aunque durante la prueba me sentía sin fuerzas, tenia margen de tiempo suficiente para terminar. Al final la termine en 12,00 horas.
Este año parecía que se iba a repetir la historia: Hasta un mes y medio antes de la salida los dos llevábamos una preparación similar sin embargo mi compañero sufre una caida tonta que le tiene sin montar en bici un mes, con lo que no puede retomar los entrenamientos hasta primeros de septiembre, a falta de dos semanas para la Titán. Aún asi decide hacerla y yo voy a acompañarlo.
Nos vamos a Alcazar de San Juan el viernes por la tarde, primero pasamos por la plaza para recoger la bolsa con los dorsales, maillot y coulotte y luego a casa de mi amigo Miguel Angel, donde vamos a dormir. Montamos en las bicicletas faro y GPS y dejamos preparada la equipación con geles y barritas repartidos por los bolsillos y en la mochila del camelbak y nos vamos a cenar algo de pasta.
El sábado nos levantamos a las 5,15 h. Desayuno generoso, nos equipamos y nos vamos para la salida. Llegamos a la salida a las 6,10 h. Hay mucha gente apiñada en los primeros puestos. Nosotros nos colocamos detras de los últimos y poco a poco van llegando mas participantes que se colocan detrás. A las 6,30 h. en punto dan la salida y todo el mundo sale a saco por las calles de Alcazar. Cuando dejamos el asfalto las posiciones ya están mas o menos definidas. Rodamos a 26 km/h de media la primera hora en un pelotón larguisimo. Cuando estamos llegamos a los Molinos de Herencia, Bere me dice que no puede seguir a ese ritmo y nos descolgamos del grupo. Seguimos a nuestro rito. Durante las dos subidas a los molinos nos pasan varios participantes. La falta de preparación ya se esta dejando sentir y sólo llevamos 25 km. Al bajar del Picazuelo me dice Bere que ha pinchado la rueda delantera. Paramos a inflar sin cambiar la cámara. El liquido antipinchazos ha hecho su efecto. Ya no nos volvera a dar problemas en todo el día.
El tramo entre Herencia y Puerto Lapice vuelve a ser bastante llano, sobre todo al principio y nos sirve para recuperar y coger ritmo. Aún así nos pasan varios participantes a los que no podemos seguir rueda. Llegamos a Puerto Lapice y hacemos una parada muy breve, yo como un trozo de melón y me llevo medio plátano para el camino y reemprendemos la marcha. Desde aquí el recorrido es conocido, ya que la semana pasada lo hicimos entrenando en dos tramos. La subida a los molinos de Puerto Lapice es bastante dura. Comienza en el avituallamiento, con una pista asfaltada con bastante pendiente, que dejamos para seguir un sendero que serpentea por la ladera subiendo y bajando hasta que encara la subida final muy pedregrosa y revirada y con tramos de mucha pendiente. Este año han cambiado la bajada desde el molino, que se hace inicialmente por otro sendero hasta salir a un camino en muy buen estado que nos mete en un valle por el que vamos ascendiendo poco a poco durante casi 11 km. hasta coronar en el cruce de caminos. En la subida me dice Bere que va pinchado otra vez, ahora la trasera. Ademas en esta no lleva liquido repara pinchazos, asi que paramos y cambiamos cámara. A pesar de hacerlo rápido nos pasan varios participantes mas. Cuando reemprendemos la marcha comentamos que debemos ser de los últimos. Coronamos el cruce de caminos para hacer la bajada hasta el desvío a la derecha que nos lleva a la Casa de los Forestales. Un kilometro antes de llegar a la Casa de los Forestales, en un tramo de subida vemos a varios participantes y una moto de la organización parados, y según nos vamos acercando un participante tumbado en el suelo arropado con una manta térmica. Se trata de un participante que se ha caido y se ha golpeado la ceja, haciendose un corte. Están esperando que venga un vehiculo de la organización para evacuarlo. Bere, que es enfermero le echa un vistazo. No es nada grave, un par de puntos y ya esta. Aun asi el participante esta un poco aturdido, por lo que nos quedamos allí unos minutos. Cuando parece que esta mas recuperado seguimos nuestra ruta hasta el avituallamiento de la Casa de los Forestales, y mientras estamos allí comiendo algo y recargando agua, llega la moto de la organización con el participente. Bere le echa otro vistazo antes de seguir. Días después he podido ver que en el Facebook de la Titán que ese participante ha colgado un video con la caida, ya que se iba grabando cuando se produjo.
Salimos de la Casa de los Forestales con una subida para afrotar luego la bajada hasta el Valle de la Galana e iniciar la subida al Reventón. Es una subida corta, pero con mucha pendiente. Afortunadamente para este año han arreglado el firme, lo que facilita enormemente la subida. La bajada sin embargo, aunque también la han arreglado sigue siendo muy peligrosa, con mucha pendiente y piso con piedra suelta. Una vez abajo, iniciamos la aproximación a la Calderina por la Cañada Real Soriana. Despues de cruzar la N-401 por debajo de un puente de poco mas de un metro de altura, vamos alternando pistas, caminos mas estrechos, cortafuegos y un tramo de sendero precioso (para mi este es el tramo mas bonito de la Titán) hasta que encaramos la subida final de 4 km. y 310 metros de desnivel. El camino es compartido para los que suben y los que bajan. Una vez arriba reponemos fuerzas en el avituallamiento y continuamos. Durante la bajada nos cruzamos con el coche escoba que va justo detras de dos participantes. Una vez acabamos la bajada toca afrontar otra de las subidas fuertes, la Sierra de la Calderina, que se hace bastante monótona, ya que despues de un zig zag inicial, la subida es una larga recta con una pendiente constante. La bajada de la Sierra de la Calderia es tambien muy peligrosa por las piedras y la pendiente, sin embargho aqui se ha hecho una senda por el paso de las bicicletas que permite bajar con cierta seguridad. Una vez terminamos el tramo de mayor pendiente continuamos por pistas en muy buen estado y perfil favorable la aproximación a Fuente el Fresno. Antes del avituallamiento tenemos que subir al molino, con una primera rampa matadora, con mucha pediente y piedra suelta. Varios participantes hacen el primer tramo de la subida a pie. Una vez superada la primera rampa, la subida suaviza, al menos en los tramos rectos que enlazan las 7 curvas de herradura. La bajada desde el molino es bastante técnica, sobre todo al principio, y a estas alturas, los reflejos no están en su mejor momento. Una vez abajo paramos un momento en el avituallamiento. Hemos llegado 20 minutos después de la hora de corte, pero nos dicen que mientras no nos alcance el coche escoba podemos seguir. Ya hemos hecho el tramo mas duro, pero aún no quedan muchos kilómetros. Salimos de Fuente el Fresno por la Cañada Real Soriana, para atravesar luego la finca de la Ganaderia Alcurrucen. Impone la vista de los toros bravos al otro lado de la alambrada. Poco a poco vamos aproximándonos a la Casa de los Forestales. El año pasado, en esta zona soplaba un aire muy molesto. Afortunadamente en esta ocasión el viento está en calma, pero el terreno áspero y la ligera pero constante pendiente hacen que este tramo se haga muy pesado. Tres o cuatro Km. antes de llegar al avituallamiento de la Casa de los Forestales alcanzamos a un participante que esta parado a la sombra de una encina. Nos pregunta si nosotros estamos ya fuera de la prueba (en este momento llevamos una media hora de retraso sobre el horario máximo). Le digo que en el avituallamiento anterior nos han dicho que mientras no nos alcance el coche escoba podemos seguir, pero no se si esto le convence para seguir. Poco después llegamos a la Casa de los Forestales. Aquí nuestro retraso es de media hora. Paramos a comer algo rápido. Los voluntarios del control nos dicen que intentemos apretar, que el coche escoba viene cerca. ¡Ya nos gustaría poder apretar!. Continuamos con "psicosis de coche escoba". Cualquier ruido que escuchamos nos parece que es el coche escoba que nos alcanza para sacarnos de la carrera. Hacemos el tramo con subidas y bajadas que nos lleva hasta iniciar la subida al Cruce de Caminos. Una vez arriba tenemos primero una bajada seguida de un largo tramo favorable. En total son 13 Km. que nos permiten descansar y recuperar fuerzas, y sobre todo nos sube la moral. Este tramo termina con la subida al molino de Puerto Lapice, que hacemos en sentido contrario a como la hicimos esta manaña, primero por un camino muy bueno con bastante pendiente y luego por un sendero. Desde el molino tenemos una nueva bajada hasta el avituallamiento de Puerto Lapice, al que de nuevo llegamos con 30 minutos de retraso sobre la hora de corte. Paramos a comer algo y de nuevo nos dicen que el coche escoba viene pisándonos los talones (viene por el molino, unos 3 Km. detras de nosotros). Ademas en el control esta un participante con el que hemos rodado algunos kilometros esta mañana. Cuando nosotros bajábamos del Molino de Fuente el Fresno el iniciaba la subida y al llegar al avituallamiento le han sacado de la prueba. Parece ser que en este punto han sacado a bastante gente. Reemprendemos la marcha sin olvidar nuestra "psicosis de coche escoba". "Solo" nos quedan 40 Km. con la subida al Picazuelo y a los Molinos de Alcazar que son unas pequeñas tachuelas comparadas con todo lo que hemos hecho. Unos 4 Km. después de salir de Puerto Lapice comienzo a oir el ruido de un coche y veo a lo lejos un vehículo que se aproxima a nosotros por a ruta. Un escalofrío me recorre el cuerpo. "Nos van a sacar de carrera", sin embargo el coche gira en un cruce antes de llegar a nuestra altura. Ha sido una falsa alarma. A la altura de las Ermitas de San Isidro y de la Virgen de la Cabeza me llevo una grata sorpresa. El año pasado aquí enlazábamos con un sendero muy pedregoso que se me hizo muy pesado, sin embargo este año seguimos por la pista. Apenas 1 Km. después cogemos un desvío a la derecha que ahora si, nos lleva hacia el sendero, pero ya hemos evitado el primer tramo que es el peor. Cuando salimos del sendero apenas nos quedan 3 Km. para llegar a Herencia. Sin entrar en el pueblo, cogemos el camino que nos lleva hacia El Picacuelo, penúltimo escollo del día. En el collado esta el ultimo avituallamiento de la ruta. Aquí nuestro retraso respecto de la hora de corte es de solo 12 minutos y ya "solo" nos quedan 25 Km. Empezamos a tener claro que vamos a llegar, el "fantasma" del coche escoba se va disipando poco a poco de nuestras cabezas. Ademas el recorrido que nos queda es bastante suave: bajar del Picazuelo (con algún sube y baja), un largo llaneo con el cruce del río Cigüela que se encuentra completamente seco y la subida final a los Molinos de Alcazar, que no es especialmente dura. Una vez en los molinos solo nos queda dejarnos caer para disfrutar los 5 últimos kilómetros de una jornada agónica y agotadora con la tremenda satisfacción de acabar la prueba. Finalmente cruzamos la meta con un tiempo de 13 horas 20 minutos y 36 segundos, con un margen de apenas 10 minutos sobre la hora de cierre del control. Después de nosotros entran unos 10 participantes mas, alguno de ellos pasados unos minutos de la 8,00 h. de la tarde.

La Titán de la Mancha 2017 ha vuelto a ser otra gran experiencia. El único aspecto a mejorar desde mi punto de vista es el cálculo de la hora en los puntos de corte, que supongo que ha sido ocasionada haber mantenido los mismos horarios que el anterior y haber cambiado el recorrido (mas kilómetros al principio y menos al final). Quiero dar las gracias desde aquí a la organización y voluntarios por el excelente trabajo realizado.