Toledo (La Guardia). La Guardia-Ocaña.

Longitud: 52 kilómetros.
Tiempo en movimiento: 3 horas 30 minutos.
Tiempo total: 4 horas 23 minutos.
Desnivel acumulado de subida: 441 metros.

La ruta parte de la Guardia hasta llegar a Ocaña, donde realizamos un breve paseo para conocer algunos de sus puntos más emblemáticos como la Plaza Mayor, el Convento de Santa Clara y el Convento de San Jose, el Palacio de Cárdenas donde actualmente están los Juzgados y el Convento de Santo Domingo.

Ocaña.

“Ocaña es una de las poblaciones más populosas de la provincia de Toledo. Aunque se han encontrado diversas pruebas de la existencia de antiguos doblamientos prehistóricos, prerromanos y romanos, el caso es que Ocaña empieza su andadura de manera cierta en la Edad Media, cuando pasa a manos de León y Castilla en tiempos de Alfonso VI.

Ocaña es Conjunto Histórico Monumental por la larga relación de monumentos y obras de arte que atesora, entre las que se encuentran la monumental Plaza Mayor, digna de una auténtica capital, las dos iglesias de Santa María y San Juan, el Teatro Lope de Vega, el Convento de los Padres Dominicos, el Palacio de los Cárdenas y el rollo jurisdiccional, el Museo Arqueológico, etc.”

El Rollo de Justicia o Picota de Ocaña.

“El Rollo de Justicia o Picota es una columna de piedra, rematada por una cruz de hierro forjado, situado en la Plaza de José María Prada, en frente del Teatro Lope de Vega, en la localidad toledana de Ocaña.

Es Ocaña una Villa de antiquísima subsistencia, conociéndose con evidencia documental que durante casi toda la Edad Media cristiana fue Villa con términos propios y plena jurisdicción. Al entrar a formar parte de la Orden de Santiago, fue principal ornamento de Castilla levantándose, con toda evidencia, el primer rollo y con él, la ratificación de Villa. Este rollo, obra del siglo XV de estilo gótico (copia del primitivo), ha tenido diferentes emplazamientos, siendo el primordial de ellos la Plaza Mayor, donde se mantuvo hasta 1565. Desde 1986 ocupa el actual emplazamiento, descansando sobre un pedestal escalonado.

Se trata de un haz de ocho pilares de piedra caliza. En la parte central de los fustes, del mismo modo que en los capiteles, hay un voluminoso collarino ornamentado con perlas. Sobre este haz de pilares emerge un reducido templete hueco en cuyas columnas y arcos pueden apreciarse restos de una cuidadosa ornamentación muy parecida en todo el conjunto. El coronamiento del monumento desapareció y fue reemplazado por una cruz de hierro forjado.”