TRAVESÍA (3 ETAPAS) GR 113 'Camino Natural del Tajo'. Del Monumento del Tajo (Frías de Albarracín) a Trillo

Proyecto del Club En Ruta de Cuenca.
Travesía de 3 etapas del tramo del GR 113- "Camino Natural del Tajo", desde el Monumento del Padre Tajo en Frías de Albarracín hasta Trillo.

ETAPA-1:

Comenzamos nuestro recorrido desde el mismo Monumento del Padre Tajo, en el paraje de Fuente García, en pleno corazón de los Montes Universales.
Seguiremos en su descenso al pequeño riachuelo Tajo, apenas perceptible, en busca de pequeños afluentes que le van a ir aportando caudal y categoría de río. Pegados a él llegaremos a Veguillas de Tajo, donde en alguna ocasión hemos pernoctado. Desde este punto, nos vemos obligados a alejarnos del río que se encañona por la Cañada del Tormo y nos obligaría a empujar la bicicleta durante muchos kilómetros (lo sabemos por experiencia propia). Nos dirigiremos dirección noroeste, protegidos por la Sierra de Molina, hasta la Ermita de San Lorenzo y rodeando los Altos de la Campana, nos precipitaremos en vertiginoso descenso (2 km al 30%) hasta el río de la Hoz Seca, próximo a la Herrería.
El caudal es mayor que el del propio Tajo, al que desemboca aguas abajo, y el vadeo siempre ha sido refrescante y emocionante, pero existe la opción de cruzarlo por un puente de reciente construcción, en caso de que el arroyo baje crecido.

Continuamos remontando en dirección noroeste hacia Peralejos de las Truchas por cómodo camino, hasta la Ermita de Nuestra Señora de Ribagorda, enclavada en un bello paraje con vistas excepcionales a los puntales del cañón del Tajo, Machorro, Poyal de los Corzos, las Muelas Pinariegas, etc. Desde aquí, abandonamos el camino de Peralejos de las Truchas para adentrarnos, dirección oeste en Las Quebrantadas, tramo inédito que un servidor tenía muchas ganas de explorar, sobre todo por conocer la Cascada del Molino, junto a la Central eléctrica del Molino.

En Peralejos de las Truchas podremos avituallarnos y darnos un pequeño descanso antes de continuar nuestro recorrido que nos llevará hasta el Puente del Martinete y por el Estrecho del Hornillo, hasta la Laguna de Taravilla, donde, prácticamente finalizada la etapa, podremos darnos un placentero baño.
Sólo nos falta bajar de nuevo al Tajo, cruzarlo por la pasarela peatonal y sendear, con algún tramo técnico, hasta las Casas del Salto, donde pasaremos nuestra primera noche, no sin antes visitar los alrededores, siendo imprescindible acercarnos al Salto de Poveda, uno de los parajes más celebrados del Parque Natural del Alto Tajo.

ETAPA-2:

Desde las Casas del Salto, seguiremos descendiendo junto al Tajo, esta vez por su margen izquierda, pasando por fuentes y áreas recreativas, donde está permitida la acampada libre, por lo que dependiendo de las fechas elegidas (sobre todo el mes de agosto), puede ser un camino algo transitado por vehículos a motor, aunque no se deja de disfrutar de este incomparable entorno.

El río serpentea al igual que nuestro camino y el perfil descendente nos proporciona un rodar cómodo y relajado. Sin dejar el río, nos plantaremos en el Puente de San Pedro, donde nuevamente tenemos que decirle adiós al Tajo, por la imposibilidad de seguirlo en los impresionantes cañones en los que se adentra. No volveremos a verle hasta unos kilómetros más adelante, en el Puente de Tagüenza, en las inmediaciones de Huertapelayo.

Remontamos el río Gallo, poco menos de 1 km desde su desembocadura en el Puente de San Pedro, y cogemos la carretera de Villar de Cobeta, a donde llegaremos tras 8 km de inevitable asfalto, y otros 4 km más hasta La Buenafuente del Sistal, donde está ubicado el Monasterio de la Madre de Dios. Es uno de los lugares que más me han impresionado por el silencio que reina en todo el recinto.
Aquí, desde el siglo XIII, una comunidad de monjas cistercienses habitan entregadas al silencio y al rezo de las Horas. El monasterio acoge a todo aquel que quiera vivir una experiencia de retiro y de oración.

Entre cedros abandonamos el sobrecogedor silencio del lugar, por el Camino de la Cabeza, hasta la Ermita de la Virgen de los Santos, en un bello paraje, que dispone de una celda para quien desee una experiencia de total soledad. Rodeamos La Buitrera y emprendemos el descenso por la Cañada Real de Sotodosos, hasta el Puente de Tagüenza, donde nos reencontramos con el Tajo.

Podemos acercarnos a visitar Huertapelayo, desviándonos poco más de 1 km, o bien continuar nuestro recorrido por la Umbria de los Amadores, para llegar a Armallones, remontando el Barranco del Molino.

ETAPA-3:

Recuperamos el GR 113 “Camino Natural del Tajo”, desandando los últimos kilómetros del día anterior, por el Barranco del Molino y descendemos al Hundido de Armallones. El terremoto de Lisboa que asoló la costa portuguesa en 1755, encontró una réplica en el Hundido de Armallones, en el que la magnitud de la fuerza de la naturaleza, obligó al río Tajo a cambiar el curso de su cauce, sorteando grandes piedras del desprendimiento y formando multitud de cascadas y pozas de gran belleza. Si bien es cierto que, geológicamente, los dos terrenos pertenecen a la misma placa tectónica, no menos cierto es que este temblor se produjo un siglo más tarde de lo que nos cuentan los cronistas de la época y, en territorio español, que se sepa, el temblor sólo afectó mínimamente a Salamanca, por lo que la versión de su origen no queda del todo clara. En este paraje encontramos un refugio y una fuente de caudal variable según la estación del año.

Seguiremos descendiendo por el Hundido hasta casi el mismo Tajo en el Estrecho de la Tormellera y paralelos a él, por su margen izquierdo, llegaremos a Valtablado del Río. Probablemente seamos un número mayor más los ciclistas que lleguemos al lugar, que los propios habitantes (8 censados en la actualidad).
Nos pondremos de nuevo en marcha para cruzar el Tajo por el Puente de Valtablado y poner rumbo a Oter, pedanía de Cifuentes, a la que llegaremos remontando el barranco del arroyo del Angostillo.
Desde Oter, llegaremos a otra pequeña pedanía de Cifuentes, Carrascosa de Tajo, siguiendo las marcas del GR 113, en muchas ocasiones coincidente con el GR 10 (Puzol-Lisboa), por cuyo recorrido tendremos como referencia visual las inconfundibles Tetas de Viana.
Volveremos a recuperar el río bajando por el Arroyo del Palomar, justo en Murel de Tajo, Murel de Tajo, conocido en la Edad Media como Santa María de Murel, un despoblado situado a orillas del río entre las localidades de Carrascosa de Tajo y Morillejo (Guadalajara).

En la época Alto Imperial, el Imperio romano construyó en este lugar un puente que cruzaba el río Tajo y que unía las comarcas romanas de Valeria y Segontia. Se cree que dicho puente pudo tener al menos cuatro ojos. Hoy en día sólo queda parte de su estructura, algún pilar y parte del arranque del puente, ya que fue destruido durante la Guerra de la Independencia.

Además del puente, en esta misma zona se ubicó el Monasterio Cisterciense de Santa María de Óvila, por el que pasaremos después, y que está situado a pocos kilómetros de Trillo, final de jornada y de travesía.
En las afueras, podremos acercarnos al Real Balneario de Carlos III. Las aguas termales, situadas en un valle en la margen izquierda del Tajo dos kilómetros aguas arriba del pueblo, eran ya conocidas por los antiguos romanos. Los baños fueron inaugurados en 1778 durante el reinado de Carlos III, cuyo busto preside la entrada al balneario.