Uzturreko Basurdek (o el Dragon Khan euskaldun)

Vuelvo al monte Uzturre un año después, de nuevo inspirado por una ruta de Inax46, que recoge algunas pequeñas novedades en la zona. Esta vez fusilo inmisericordemente la ruta a Inax (https://es.wikiloc.com/wikiloc/rutas-mountain-bike/lokatza-enduro-team-uzturreko-basurdek-cuadrando-el-circulo-2019-44199313?showFollow=1), con lo que me dejo la última bajada del año pasado (https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/uzturreko-basurdek-integral-37802847). La razón es que esta vez voy acompañado y hay que adaptar la ruta a las capacidades de mi compañero.

La subida es exactamente igual, dando un pequeño paseo hasta Tolosa antes de empezar el largo ascenso hasta casi la cumbre del Uzturre. Tiene algún repecho duro al final, pero en general es bastante llevadero. Arriba, comemos algo y nos ponemos las protecciones para afrontar la primera bajada. Como dice Inax, la más natural de todas, y quizás por eso la más complicada técnicamente. Tiene un primer sector plagado de raíces y rocas traicioneras que, tras una noche de lluvia como la de ayer, están preciosas para irse de morros al suelo. Luego ya la cosa se suaviza, con tramos muy disfrutones de curveo limpio y otros metidos en pequeños tubos rocosos. Es una bajada corta, pero sirve para ponerte alerta para lo que viene.

Llegamos a la pista que sube hacia Loatzo, con una fuente que sale directamente de la roca en una curva a derechas donde recargamos agua. Un rato más de pisteo para girar a mano izquierda y completar el ascenso por un senderillo exigente a través del pinar. Esta bajada ya tiene más pendiente, es un senderillo que serpentea por el pinar con saltos preparados de cuando en cuando... creo que aquí es donde está el tramo nuevo más largo. En la parte final se llega a un circuito con saltos, algunos de ellos enormes. Nosotros no conocemos los saltos, por lo que solo damos a algunos, pero tiene que ser espectacular ver a los locales bajar por aquí.

Llegamos a la misma pista de antes, pero un poco más abajo, y toca remontar las rampas más duras del día. Recargamos de nuevo agua y en el punto donde nos hemos desviado de la ruta hacia la izquierda, ahora lo hacemos por una pista a mano derecha, sorteando una cancela. Tenemos 1km de pista con bastante barro antes de empezar la madre de todas las bajadas: Orkatz. No soy un biker especialmente viajado, pero no conozco nada parecido. Son 2km de sendero perfectamente arreglado, sin rocas, ni raíces ni ningún otro obstáculo que lo haga especialmente técnico.... si no fuera porque se enrosca sobre si mismo con interminables curvas verticales que te obligan a cargarte de fé y rezar para tener espacio para parar la bici antes de la siguiente curva... cosa que casi siempre ocurre, por otra parte, los trazados son casi perfectos, con peraltes donde tiene que haber, y descansos puntuales. Una maravilla. Y como colofón, la joya de la corona, la parte que hace esta bajada todavía más especial: una sección por un halfpipe natural con wallrides gigantescos que te obliga, de nuevo, a cargarte de confianza en el criterio de los trailbuilders locales a la hora de calcular los porcentajes de desnivel en los toboganes. Es, sin duda, lo más adrenalínico que he hecho en mi vida sobre una bici. Era la tercera vez que hacía este tramo y cada vez lo disfruto más.

Todavía queda un último tramo de postre, tras un pequeño repecho. De nuevo, secciones super curradas, con algún salto criminal para los más animados, que nos llevan a la pista que atraviesa la autopista y baja al coche.

Agradecer de nuevo a toda la gente que se curra estos senderos. Nos cruzamos con uno e intercambiamos unas palabras. Todavía se extrañó cuando le dije que venía de Leioa ("y qué se te ha perdido aquí para venir de tan lejos?". Chavales, no sois consicentes de lo que habéis hecho. Enhorabuena. Eso si, hay que tener dos huevos para bajar esto rápido, o haber mamado estos senderos desde pequeñito. Creo que la dificultad técnica para un forastero es de muy dificil.